Di Tella en los medios
TN
28/10/22

Ana Iparraguirre con Levy Yeyati: “En la Argentina, más del 80% de la gente quiere un cambio”

Por Eduardo Levy Yeyati

Eduardo Levy Yeyati, decano de la Escuela de Gobierno y director académico del Cepe, entrevistó a la politóloga y consultora Ana Iparraguirre para el ciclo de entrevistas "Pensar Distinto".



En una charla con el economista Eduardo Levy Yeyati, la politóloga y consultora Ana Iparraguirre analizó la coyuntura actual en América Latina, la evolución de los discursos políticos y los desafíos de los candidatos de cara a las elecciones 2023.


- Ana, yo miro a la región latinoamericana y veo la siguiente contradicción: por un lado está la desaparición del centro político, que lleva a una fragmentación hacia los extremos. Pienso en Boric, en Castillo, incluso en Petro. Y por otro lado, veo una región que enfrenta una encrucijada muy fuerte, porque tiene que ajustar los excesos fiscales de la pandemia, la suba de tasas y tiene que crecer porque hacer mucho no mejora los índices. ¿Cómo pensás que se van a reconciliar estos dos movimientos y cómo se hace para salir de esta situación?

- Coincido con tu visión de la región. Esta no es una cuestión ideológica, porque les pasa a Bolsonaro y a Boric. Lo que se perdió no es tanto el espacio del medio, sino que estamos viendo una reconfiguración de la democracia y las sociedades como las conocíamos. Estamos en un momento bisagra y no sabemos cómo va a ser el futuro. Lo que sí sabemos es que no va a ser cómo el pasado. Hay algunas pistas: la primera y la más importante es cómo se siente la gente. No hay odio, temor ni ira, sino incertidumbre. El momento está para alguien que pueda mostrar un sentido de dirección hacia dónde vamos. El desafío que enfrentan los líderes es darle un sentido a esas reformas, decir para qué y hacia dónde están llevando a esa sociedad. Quienes logren dar ese sentido de dirección tiene mucho para ganar.


Ana Iparraguirre con Levy Yeyati. (Foto: TN)
Ana Iparraguirre con Levy Yeyati. (Foto: TN)

- Lo que vos me decís, lo traduzco de esta forma: el que pueda introducir un propósito va a ganar la elección. Pero a mí me preocupa el día después. Boric entusiasmaba inclusive a gente de centro, pero se enfrentó con la fragmentación y nadie sabe cómo va a terminar, si va a fracasar y vendrá su némesis, si volverán los viejos... ¿Cómo hace este proyecto por fuera de los partidos tradicionales para introducir estas políticas tan difíciles?

- A Boric le queda un montón de tiempo por delante; no diría que está fracasado. Tampoco diría que darle un sentido a la gente tiene que ser extrapartidario. Eso se puede hacer dentro de los partidos, incluso los tradicionales. ¿Cómo hacemos para hablar de estas reformas profundas? Ese es el gran desafío. Existe esta nueva ‘regla de los 8 segundos’ respecto de lo que la gente es capaz de retener. Eso es falso. Creo que el desafío del policy making es dar un sentido pero encontrar una relevancia en esas políticas públicas. Macron dijo que se terminó la era de la abundancia. ¿La gente no tiene espacio para las malas noticias? Sí, pero tiene que tener una relevancia para las personas.

- Pero Macron tenía mucho peso dentro del sistema político. Incluso ahora tiene legisladores, un partido con posiciones... Mi temor es que la fragmentación cause debilidad a la hora de hacer las políticas, con puntos de obstrucción, porque el partido es pequeño. ¿Eso incide en la posibilidad de éxito?

- Seguro que incide, pero podríamos pensarlo al revés. En Estados Unidos, por ejemplo, hay un empate entre dos partidos fuertes que se cancelan mutuamente. Ninguno de los dos permite avanzar. Si esto está fragmentado, cada acuerdo cuesta mucho más, pero podrías avanzar igual. Creo que no necesariamente un sistema es facilitador o no de políticas públicas. Este sistema, con dos coaliciones fuertes, no ha logrado resolverlo. Podría ser una oportunidad de salir de este empate...


Ana Iparraguirre con Levy Yeyati. (Foto: TN)
Ana Iparraguirre con Levy Yeyati. (Foto: TN)

- Hay mucha gente que sostiene que la sociedad se ha ido corriendo hacia la derecha y que algunos discursos que antes eran políticamente incorrectos se han vuelto más aceptados. ¿Existe algo así o es una construcción mediática?

- Lo que seguro hay es un deseo de cambio muy grande. En la Argentina, más del 80% quiere un cambio y casi dos tercios quiere un cambio radical. El cambio del que hablaba Macri en 2015 era light; ahora habla de uno de verdad. El cambio es penalizar a los que me trajeron hasta acá y me pusieron en esta situación miserable. Que alguna vez pierdan ellos. En la Argentina, ir en contra del status quo tiene que ser necesariamente ir contra la izquierda, porque viene gobernando con los Kirchner, con Alberto Fernández e incluso en el gradualismo de Macri, que no fue un gobierno de derecha.

Macri gobernó muy diferente a lo que está diciendo que haría ahora. Fue de centroizquierda en algunas medidas. Acordate que cuando gana en 2015 tiene un par de spots donde quiere reasegurar, porque el Gobierno de Cristina no había terminado de explotar. Ella lo sigue reivindicando, aunque sea cada vez más difícil. Pero el cambio no es abrazar las ideas de la derecha, sino decir lo políticamente incorrecto, porque si dicen algo en contra de sus propios intereses, entonces les puedo creer.

- ¿Cómo hago para tener un discurso realista, racional y que a la vez capture la atención? ¿Existe eso?

- Sí, claro. El discurso necesita tener una audacia, imaginar lo que otros no pudieron. En parte, tiene que ver con la sorpresa, con encontrar una solución alternativa, ideas creativas y sacar a la gente del molde prefijado. Cuando vos explicás de una forma relevante para ellos, lográs gente que te acompañe. Lo que no existe más en ningún lugar del mundo es el acompañamiento ciego. El mundo hoy es mucho más dinámico.


La entrevista completa: