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Radio La Brújula | B. Blanca
13/10/24

Por qué la educación es la única herramienta para salir de la pobreza

Marcelo Rabossi, profesor de las Especializaciones y Maestrías en Educación, fue entrevistado sobre el rol de la educación universitaria en Argentina.

Por Juan Tucat



En los tiempos que corren, sin lugar a dudas, el gran tema de agenda es la educación. La reciente aprobación del veto presidencial a la Ley de Financiamiento Universitario puso el foco en una cuestión muy sensible para la opinión pública. Y no es para menos.

Como se sabe, antes y después del debate en Diputados, Javier Milei criticó duramente la ley, afirmando que aprobarla sería "ceder ante la vieja política". Defendió su política de déficit cero y dejó claro que su gobierno busca poner fin a "prácticas" que considera corruptas.

Del otro lado, claro, autoridades del ámbito educativo, políticos y ciudadanía en general, que sostienen que lo que está en riesgo es todo el sistema. Hasta el intendente Susbielles se expresó sobre el tema y sostuvo que lo ocurrido representa una "derrota futura" para el país. O bien el rector de la UNS, Daniel Vega, que vaticinó una "crisis sin precedentes".

Y podríamos seguir.


Al respecto, el equipo del programa Nunca es Tarde, emitido a diario por La Brújula 24, habló con Marcelo Rabossi, profesor e investigador de la Universidad Torcuato Di Tella.

La idea en este caso es muy simple, llegar a entender por qué la educación es la única herramienta para salir de la pobreza. Como se dice en casa, poner blanco sobre negro.

Primero, consultado por el sistema universitario en general, el profesional comentó que "hay que pensar al país como un lugar donde el rol de la educación históricamente fue fundamental. Desde fines del siglo 19 para acá fue absolutamente vital. A mediados del siglo 20, uno de cada tres estudiantes universitarios en América Latina se formaba en la Argentina".

"Lo que quiero decir es que hubo una gran revolución educativa con incorporación de estudiantes a los niveles previos, se había educado y escolarizado a la población, por lo tanto, la posibilidad de seguir estudios superiores era mucho mayor", dijo. Y continuó: "Al comparar con la región, incluso parte de Europa, el grado de escolarización era muy alto. Eso fue cayendo de a poco y el resto de los países comenzó un trayecto ascendente y quedamos relativamente relegados en ese aspecto".

A modo de ejemplo, Rabossi indicó que "si tomáramos Chile, vemos que hoy gradúa una mayor cantidad de profesionales que la Argentina. Primero porque ha logrado un nivel de escolarización secundaria mucho mayor que el nuestro. Nosotros estamos en el 55% de la población en esa edad y Chile está cerca del 90. Segundo, porque cuando ingresan a los estudios superiores, la tasa de deserción es mucho mayor, por eso están formando el doble de profesionales que nosotros. Esto se ve en la producción de capital humano, estamos yendo para atrás".

Y añadió: "Luego viene el tema de la calidad y la pertinencia, lo cual es relativamente un misterio, porque no tenemos una medición que diga cuál es la calidad del graduado. Es cierto que hay buenos, pero como los hay en todas partes".

"Yo no sé si la Argentina tiene un mayor porcentaje de graduados buenos a otros países. Me dicen que los que van a Estados Unidos o Europa a estudiar les va muy bien, aunque eso es comparar a los mejores de acá con los promedios de allá. Estamos en deuda para saber lo que estamos graduando", infirió el especialista.


El doctor Marcelo Rabossi, profesor e investigador de la Universidad Torcuato Di Tella.


Además, respecto del concepto de pertinencia, indicó: "Refiere a si estamos graduando el tipo de profesionales que necesita una economía moderna. Diría que no, que tenemos un gran problema ahí. Argentina tiene un exceso de profesionales en varias disciplinas y escasez en aquellas necesarias para el aparato productivo, si es que despierta en algún momento, vamos a tener un gran déficit".

En ese sentido, el licenciado apuntó a carreras vinculadas a las ciencias aplicadas. "Hoy se gradúa un abogado cada 30 minutos, mientras que ingenieros uno cada dos horas. Es decir, se están recibiendo cuatro veces más abogados que ingenieros".

En otro tramo de la nota, Rabossi consideró que "la probabilidad de éxito de un alumno depende mucho del contexto socioeconómico y del capital cultural de la familia. Lo que se observa en ese sentido es que, dada la estructura actual de la escuela, hoy está siendo bastante poco relevante para darle las herramientas para que el alumno de los sectores más vulnerables tenga éxito".




El factor de la economía

"Los recursos hay que ver cómo se usan, hablamos de eficiencia. Acá lo que se discute siempre es salarios y presupuesto. Pasaron 6 meses entre la primera manifestación en abril y esta de octubre, pero en ningún momento se habló de reforma o de cambio, no se discuten cambios significativos", apuntó.

Y siguió: "Lo que se ha demostrado a través de distintos trabajos de investigación es que la mejor inversión que se puede hacer en una persona es de bebé, apenas nace, de cero años a 3, donde hay que concentrarse no solo en el proceso de estimulación sino en una buena alimentación. Porque de lo contrario, el cerebro tiene a tener problemas de desarrollo. Luego va a tener problemas de memoria, de coordinación, de movilidad y, por lo tanto, la probabilidad de sacarlo de esa encerrona será muy baja.

"Por ende, ante los grandes bolsones de pobreza, 50% para arriba, la probabilidad es mu y difícil si se la comienza a atacar después de los tres años", consideró el profesional.


La entrevista completa: