Respecto a esto, Eduardo Levy Yeyati, economista, investigador del Conicet y profesor de la Di Tella, acaba de publicar un libro con su colega Darío Judzik, que se denomina 'Automatizados . Vida y trabajo en tiempos de inteligencia artificial'.

"Predecir el futuro siempre es complicado, pero lo que estamos viendo es que la nueva inteligencia artificial, que salió a la luz con el Chat GPT y se viene desarrollando hace unos pocos años, es un tecnología que reemplaza a la inteligencia con varios efectos a los que todavía no estábamos viendo en la tecnología anterior. Se pensaba que la IA iba a reemplazar al músculo o a la tarea rutinaria y esta que estamos viendo en el último año y medio, reemplaza al conocimiento e invierte un poco el efecto", subrayó el economista.

En este sentido, agregó: "Hace 10 o 15 años, mucha gente pensaba que lo que teníamos que estudiar o decirle a nuestros hijos que estudien en el futuro, era ingeniería, matemática o programación, pero esta inteligencia reemplaza a esas habilidades, entonces cambia completamente la orientación de lo que debería ser el trabajo humano en los próximos 10 o 20 años. De hecho, hay gente que piensa que esta inteligencia se va a desarrollar mucho durante los próximos 10 años y va a terminar haciendo casi todo lo que hace el ser humano, al menos a nivel humano".

Las preguntas básicas

Respecto a este gran avance, Levy Yeyati planteó dos interrogantes: "Una es qué trabajos quedarán libres de la sustitución tecnológica, y la otra es qué enseñar, porque si la IA lo que hace es reemplazar al conocimiento, uno tiene que ponerse a pensar qué tipo de conocimiento queremos memorizar o entrenar, porque después van a estar sustituidos por estos programas. Se abre un panorama bastante inédito en relación al trabajo pero también cómo educamos y para qué".

La competencia con la tecnología

El también investigador del Conicet, analizó que "si uno piensa que en el futuro muchas de las tareas intelectuales, las va a hacer la IA, entonces dónde está la frontera del trabajo humano y dónde vamos poder colar algo que no compita directamente con la tecnología: La competencia con la tecnología está condenada al fracaso porque va a avanzar mucho más que nosotros".

La creatividad entra en acción

Más allá de esto, Levy Yeyati rescata que "hay ángulos de la producción con el aporte humano que hay que estudiar y enfatizar un poco más porque posiblemente sean más resilientes a la tecnología, por ejemplo todo lo que tiene que ver con la cercanía y la empatía y también con la creatividad, es decir, cosas que estén hechas por un autor, cosas artesanales, etcétera".

Por último, resaltó que bajo este concepto, "pasamos de pensar un trabajo del futuro como programadores o ingenieros, a pensarlo como artistas, productores artesanales, terapeutas o docentes. Cambia mucho la forma de pensar en que uno mira la contribución del hombre hacia futuro, trabajos que no se remuneran correctamente, con una cuestión económica a repensar".