El diputado nacional Julio Cobos presentó la semana pasada un proyecto de ley para cambiar la hora en la Argentina con el objetivo de ahorrar luz artificial cuando "no sea necesaria" y de incorporar beneficios para la salud.

La propuesta consiste en atrasar una hora el reloj, es decir, pasar del huso horario -3 al -4. Esta medida respeta más la ubicación geográfica de Argentina en relación al huso horario.

Juliana Leone es investigadora del Conicet especialista en cronobiología. Explicó en Crónica Matinal de Canal 10: “desde el lado de la cronobiología, el reloj solar y local no están alineados. El horario que deberíamos tener es -4”.

Para la investigadora, el mediodía solar (punto donde el sol está más alto en el cielo) debería coincidir con las 12 horas. Sin embargo, en Argentina el mediodía solar está más cerca de las 13 horas aproximadamente.

“Hay menos luz durante la mañana, más a la tarde. Probablemente esa sean unas de las causas de por qué en Argentina somos más nocturnos que en otros lados del mundo”, remarcó Leone.

Un atraso en el reloj puede mejorar la vida de las personas, aseguró la investigadora. Un caso comprobado científicamente, agregó, es el ingreso de adolescentes a la escuela por la mañana.

“Ahora, en Buenos Aires, por ejemplo, amanece a las 7 de la mañana. Si cambiáramos el horario a -4, hoy, en lugar de que amanezca a las 7 de la mañana, amanecería a las 6. Entonces un adolescente que tenga que tenga que ir a las escuela a las 7.45 y que vive más o menos lejos se levantaría ya amanecido”, explicó.

Y agregó: “Eso es muy importante para la exposición a la luz por la mañana. Mejora el rendimiento estudiantil”.

Sin embargo, Leone rechazó la implementación de horarios de verano e invierno. “Tener esa diferencia no es recomendable. Es mejor tener horario de invierno durante todo el año porque nuestro reloj se adapta a los cambios del ciclo de luz y oscuridad siempre y cuando vayan al horario solar”, remarcó.

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