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La Nación
17/08/23

“Está en un tobogán”: las reformas que debe concretar la Argentina, según Dal Poggetto y Navajas

Fernando Navajas, vocal del Consejo de Dirección de la UTDT, y Marina Dal Poggetto, graduada del Master en Políticas Públicas, conversaron sobre el estado actual de la economía argentina y su desarrollo histórico.

Por Esteban Lafuente


Marina Dal Poggetto, directora de Eco Go. leo vaca



“El sistema siguió funcionando, pero se fueron dañando los órganos y a los demás les cuesta más funcionar”. Así definió Marina Dal Poggetto, directora de Eco Go, a la evolución argentina en las últimas décadas. Fue en una charla compartida con Fernando Navajas, economista jefe de FIEL, donde analizaron el “tobogán” de la economía local, las reformas necesarias para intentar revertir el deterioro y los sectores con mayor potencial para revertir la caída de la productividad, con Vaca Muerta y la minería a la cabeza.

“Lo que tenemos es una economía trabada, en un tobogán”, definió Dal Poggetto, quien definió como “bastante mediocre” a la historia reciente del PBI per cápita argentina. “En los últimos 52 años, la economía crece 1,8% promedio por año, y si la población crece 1% por año, el per cápita crece 0,8%. Es decir que en ese período creció menos del 50%. Además de bastante mediocre, tiene una tendencia particularmente baja y una volatilidad extremadamente alta”, agregó la economista graduada en la UBA, que completó una maestría en Políticas Públicas en la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT).


Fernando Navajas, economista jefe de Fiel. Alejandro Guyot.

En ese recorrido, advirtió que la economía está en “estancamiento crónico” desde 2012. “Estamos en el mismo nivel que ese año, con una inflación que en ese año corría al 1,5% mensual y hoy fue 6,3% el mes pasado y en agosto probablemente llegue al 11% o 12%”, planteó Dal Poggetto, en un seminario Boletín Informativo Techint, organizado por la compañía en su sede del microcentro porteño.

En ese sentido, analizó el deterioro del mercado de trabajo, que implicó menor productividad y una expansión del empleo informal. “Cuando uno mira en la década reciente, lo que ve es un período de estancamiento del nivel de actividad con crecimiento del empleo. Hoy estamos en niveles de productividad de principios de los años 70. Entre 2003 y 2012, todo el crecimiento del empleo fue formal, principalmente privado y en menor medida público, y destrucción del empleo informal. Y desde 2012 hasta 2022, hay crecimiento del empleo público y un aumento del cuentapropismo. El 70% de los puestos de trabajo creados en ese período es puramente informal o por cuenta propia, aunque no necesariamente de baja calificación”, planteó la economista, que agregó: “El empleo con personas con formación universitaria o más pasó del 30% al 40% y el de baja calificación pasó del 50% al 31%. Somos más improductivos con un empleo cada vez más informal y de mejor calificación”.

A su vez, la economista analizó la dinámica macro y los flujos de inversión, y si bien advirtió que este factor creció tras la pandemia, se refirió al “círculo perverso” que determina el cepo cambiario y la brecha. “La inversión crece por las condiciones internas. Tuviste un salto por la conveniencia de tomar pesos encepados, comprarle dólares baratos al Banco Central y vender productos en el mercado a precios descuidados”, planteó Dal Poggetto, al tiempo que afirmó que nadie “toma decisiones de largo plazo”.

Luego, la economista describió la distorsión de precios relativos acumulada en las últimas gestiones: “Alberto Fernández atrasó el dólar y las tarifas y aumentó el precio de los bienes, en una economía que se cerró cada vez más por la pandemia, la brecha y los controles, y llegamos precios de bienes ridículamente caros. En el medio, los salarios y las jubilaciones se han licuado y han sido la contracara del ajuste fiscal que estamos viendo, y eso genera un problema en términos de conflicto social”.

A futuro, Dal Poggetto enumeró “tres ejes” indispensables para impulsar la productividad y el crecimiento del país, que involucran el capítulo monetario, reformas sectoriales y la dimensión política. “Necesitás una moneda. Sin una moneda, la discusión sobre productividad se cae. En cualquier reunión, la pregunta es cuál es la cobertura y cómo consigo dólares. Sin un programa de estabilización esto no funciona”, afirmó, y rechazó, a partir de la historia argentina, las ideas de dolarización: “Tomar la reputación prestada de un banco central para ganar credibilidad terminó mal”.

“La segunda clave es las reformas. Es necesario aggiornar el funcionamiento de la economía al mundo que viene, y la discusión ahí es cuál es el mundo que viene. Y el tercer eje es la gobernabilidad, frente a la estructura social que tenemos después de los niveles de estancamiento de los últimos años”.

Por su parte, Fernando Navajas, economista jefe de Fiel, coincidió en que el país “sufre estancamiento largo en su productividad” aunque dijo que hay “shocks potenciales muy fuertes”. En su análisis, asigna a Vaca Muerta, la minería, la agricultura y la industria como sectores de alto potencial.

De todas maneras, advirtió que un boom en Vaca Muerta o el sector minero, cuya producción creció en el último tiempo, no es suficiente para incrementar la productividad de la economía. “Ese boom va a ser muy bueno, está al alcance de nuestras manos, pero es poco factible que de lugar a una suba sostenida de la productividad agregada. Se necesita un combo”, dijo el economista, quien enumeró un combo de reformas necesarias. “El cepo mata productividad. Tenemos que hacer funcionar una apertura importante, por el grado de distorsiones que tenemos en la cuenta corriente, que va más allá de la cuestión arancelaria”.

Navajas también analizó la dinámica en el mercado de trabajo, y advirtió que la caída en la productividad se dio por cambios en el empleo. “Dos tercios del trabajo en la Argentina está en sectores que están por debajo de la productividad promedio de la economía”, describió Navajas. Entre los de menor productividad ubicó al sector público y la construcción, mientras que en el extremo inverso se encuentran la minería (capital intensivo), los servicios públicos y las finanzas.