Hacer el Doctorado en Historia en la UTDT fue una de las mejores decisiones que he escogido en mi carrera profesional. No sólo me permitió tomar clases con algunos de los principales referentes de la historiografía argentina y latinoamericana sino que el paso por la institución potenció el proyecto de investigación que entonces había iniciado. Si el diálogo con compañeros provenientes de distintas disciplinas, el intercambio con profesores especialistas en cada materia y el acceso a material bibliográfico y de archivo propios de la universidad fueron un aporte fundamental en mi carrera como investigadora; la calidez en el trato y el respeto por la pluralidad de ideas de los miembros del Departamento de Historia contribuyeron a mi desarrollo humano.

Estudiar en el Posgrado en Historia en UTDT ha sido una experiencia inolvidable. Por un lado, un erudito cuerpo de profesores me brindó a través de una oferta curricular exhaustiva y exigente, herramientas metodológicas fundamentales de la disciplina histórica. Por otro lado, un ambiente intelectualmente estimulante acompañó mi proceso de formación que trascendió el ámbito de clases formales y se trasladó a otros espacios académicos de discusión. En este sentido, la comunidad ditelliana favorece instancias formativas de excelencia que son difíciles de encontrar en otros lugares y ofertas académicas

La decisión de hacer el Doctorado en Historia en la UTDT fue una elección que estuvo asociada a la versatilidad de posibilidades que me brindó su programa ya que mi investigación planteaba una mirada multidisciplinar, y en este sentido, la potenció. En rigor, no sólo me permitió realizar cursos con algunos de los principales referentes de la historiografía argentina, sino que me posibilitó incorporar conocimientos específicos de mi temática de investigación a través de los seminarios que previamente había cursado en la Maestría de Historia y Cultura de la Arquitectura y la Ciudad de esta misma casa de estudios. Articular los cursos y seminarios de ambos programas, el dialogo e intercambio con compañeros con formaciones distintas, la reflexión y el interés de los profesores e investigadores que dictaron cada uno de los cursos y el acceso a material bibliográfico y de archivo fueron invaluables aportes en mi formación como investigadora y docente. En este sentido, encontré un espacio de respeto, rigurosidad académica y de gran estímulo y calidez humana en el Departamento de Estudios Históricos y Sociales de la UTDT