Di Tella en los medios
Clarín
3/04/12

Llegan 35.000 extranjeros para estudiar en la Ciudad

En la UBA, la cantidad se duplicó en 5 años

Hacen carreras universitarias, posgrados y cursos de español. La mayoría es de Latinoamérica y hay más europeos y estadounidenses. Eligen Buenos Aires por calidad educativa y atractivos turísticos.

Los bares, los restaurantes, la noche, la cultura, el cambio favorable y el nivel educativo conforman un cóctel que cada año atrae a miles de extranjeros que llegan a la Ciudad para tomar todo tipo de cursos y carreras en universidades públicas y privadas. Según estimaciones de organismos relacionados con la educación, durante 2012 unos 35.000 extranjeros estudiarán en Buenos Aires.
La llegada masiva de estudiantes comenzó después de la gran crisis de diciembre de 2001. Durante 2007 en la UBA estudiaron 4.700 extranjeros; hoy se estima que son casi el doble. En el IUNA (Instituto Universitario Nacional de Artes) hay cursos que tienen un 80% de extranjeros, como los de posgrado del Departamento de Artes Visuales. En 2011, la Encuesta de Turismo Internacional del INDEC registró el ingreso (por los aeropuertos de Ezeiza y Aeroparque) de 62.626 turistas internacionales por estudio en distintos puntos del país; la quinta ubicación en el ranking de motivación de viajes después de vacaciones, negocios, visita a familiares y congresos.
Alexis Genuth es fundador y CEO de interuniversidades.com, una red social y buscador internacional de estudios. Hace 15 años que trabaja en áreas relacionadas con la educación y aporta su punto de vista para entender el fenómeno educativo que genera Argentina: "La diversidad de universidades públicas y privadas es determinante; entre unas y otras tenemos alrededor de 80. En Paraguay, hay sólo 3. Y el ambiente también influye.
Muchos encuentran aquí una Ciudad y una calidad de vida que es comparable con las europeas. Para los norteamericanos, por ejemplo, es el lugar de Sudamérica en donde más seguros se sienten".
La crisis en Europa y Estados Unidos operó a favor de la llegada de extranjeros, porque muchos lo hacen para conocer otras opciones educativas y laborales. Hay un dato que revela la importancia de Buenos Aires y Argentina a nivel educativo: desde 2010 el destino ocupa el séptimo lugar de preferencia para los norteamericanos.
Y las universidades saben aprovechar el mercado. La Di Tella, la de Belgrano, la de Palermo y la Fundación H. A. Barceló, entre otras, hacen una fuerte promoción de sus carreras en las ferias internacionales y apuestan a convocar extranjeros ofreciendo servicios extracurriculares, como los cursos gratuitos de idioma español que dicta la Barceló, en donde el 10% del alumnado es de Brasil. Pero además reconocen que los programas promocionales de la Secretaría de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación de la Nación, el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto y la Dirección Nacional de Migraciones generan difusión fronteras afuera.
Por su parte, la Ciudad también participa de ferias internacionales y workshops específicos. "El turismo de estudio representa una gran oportunidad de diversificación de
la demanda: representa el 2,3% del total de turistas internacionales arribados a la Ciudad. En 2011 se quedaron un promedio de 50 días y gastaron casi U$S 59 diarios", detalla Hernán Lombardi, al frente del Ente de Turismo porteño.
La UBA, desde 2007, viene registrando un importante incremento de estudiantes internacionales. La mayoría son bolivianos, peruanos y brasileños, seguidos por chilenos y paraguayos. Pero como la universidad posee convenios de cooperación con países europeos, también estudian aquí alemanes, españoles y franceses, además de estadounidenses. A diferencia de otras grandes universidades del mundo, la UBA no posee alojamiento para estudiantes, pero sí recomienda hostales y residencias que previamente chequea.
Muchos de los extranjeros que llegan lo hacen para estudiar el español. El Centro Universitario de Idiomas (CUI) tiene desde hace 15 años un curso específico que en 2011 tuvo 1.500 alumnos.
Y en 2012 hay 150 alumnos llegados de China. El director, Roberto Villarruel, cuenta como cambió la demanda en los últimos años: "En la etapa post devaluación llegaban por los precios. Pero desde 2005 el crecimiento estuvo acompañado por la valoración que se tiene de Argentina a nivel educativo. Más el estilo de vida de los porteños y las opciones turísticas del país.
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Historias I

MARTIN BONETTO
"Aprovecho para salir a comer"
Graziela Nazario da Rosa
EDAD: 27 AÑOS NACIONALIDAD: BRASILEÑA ESTUDIA: MEDICINA
"En Buenos Aires me hice hincha de River, me encanta la comida y la forma en que viven los porteños", cuenta la brasileña Graziela Nazario da Rosa (27), nacida en Lauro Muller, una pequeña ciudad del estado de Santa Catarina. De novia con un argentino, Graziela cursa medicina en la Universidad Barceló y cuenta por qué eligió la Ciudad para estudiar: "En todo el estado de Santa Catarina hay sólo una universidad y sólo tiene 20 cupos anuales en medicina". Cuando llegó a Buenos Aires quedó impactada por el parecido con algunas ciudades europeas: "Me gustó mucho. Además la veo cada vez más linda, más organizada. Y como el cambio nos favorece, aprovecho para salir a comer, a tomar algo y pasear. Vivo en Recoleta, como un porteño más". Descubrió que los porteños viven corriendo pero eso no la amedrenta: calcula que aquí pasará varios años más, ya que seguirá estudiando la especialidad de cardiología.


ROLANDO ANDRADE
"Hay diversidad y oportunidades"
Christy Russo
EDAD: 39 AÑOS NACIONALIDAD: PARAGUAYA ESTUDIA: ORGANIZACION DE EVENTOS
Christy Russo (39) es abogada pero en Buenos Aires decidió darle un giro a su vida laboral: estudia Organización de Eventos en la Universidad de Palermo. Es paraguaya y está sorprendida por la cantidad de extranjeros estudiando aquí: "Colombianos, peruanos, venezolanos... el idioma ayuda y la Ciudad es fabulosa. Es atractiva por su diversidad, hay muchas cosas para hacer y también porque genera muchas oportunidades", opinó. En cuanto a la educación, disfruta de que la universidad sea "muy exigente". Vive con su marido, un argentino-holandés, y dos hijas. Cada tres meses viaja a Paraguay y su familia también viene a visitarla. Aquí forma parte de la Asociación Civil de Damas Paraguayas, que hace tareas solidarias en los hospitales Garrahan y Gutiérrez. Además, montó una empresa de relaciones públicas y organización de eventos en la que ya aplica todo lo que aprendió en la universidad.
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Historias II

ROLANDO ANDRADE
"La educación aquí tiene muy buena reputación"
Laura Otero
EDAD: 23 NACIONALIDAD: BOLIVIANA ESTUDIA: ARQUITECTURA
"El doble y un poco más", así es de cara Buenos Aires para Laura Otero (23). La compara con Santa Cruz de la Sierra, la ciudad más poblada de Bolivia, y el motor industrial y económico de ese país.
Aquí Laura aprovecha todas las actividades gratuitas que ofrece Buenos Aires: "Lo que más me gusta, y disfruto, es la movida cultural", se entusiasma. Laura llegó para estudiar Arquitectura en la Universidad Torcuato Di Tella: "La educación argentina tiene muy buena reputación. Y el precio que pagas es muy parecido al que tendría que pagar en Bolivia. As que para mí y mi familia fue muy fácil tomar la decisión".
Eso sí, cuida mucho el presupuesto del que dispone, porque una parte muy importante la destina al alquiler de un departamento, en Belgrano.


"Me encanta el estilo de vida"
María José Franco Azar
NACIONALIDAD: ECUATORIANA EDAD: 24 ESTUDIA: REL. INTERNACIONALES
Entre Estados Unidos, Inglaterra y Argentina, optó por Buenos Aires y no se arrepiente: "Desde el primer momento me sentí cómoda.
El estilo de vida de los porteños me encanta y además la cercanía me permite tener un contacto fluido con mi familia", cuenta la ecuatoriana María José Franco Azar (24), nacida en Guayaquil, una ciudad en la que además no se dictan este tipo de carreras. "Habitualmente salgo a cenar por Las Cañitas y voy mucho al teatro. Aunque pasé malos momentos ­me robaron en mi departamento­ elegiría volver", cuenta. Estudia Relaciones Internacionales la Universidad de Belgrano y la primera sorpresa se la llevó cuando descubrió que el sistema de evaluaciones es muy diferente al de Ecuador donde se promedia la performance de todo el año y no se toma examen final.
Lo único que la tiene preocupada son los costos: "Mis padres me envían dinero, así es que soy muy responsable con los gastos. Pero debo confesar que estoy aterrada con los costos, ahora mismo el triple de lo que valen las cosas en Ecuador", cuenta. Y como piensa quedarse hasta 2013 ya comenzó a compartir departamento, para abaratar los costos. Aunque se cuida en los gastos, no se priva de viajar: ya fue a la Costa, Entre Ríos y las Cataratas.

Silvia Gómez
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