La cara oculta del boom del consumo
Su aumento en estos meses, cuya última postal de euforia se vio para el Día de la Madre, entusiasma al Gobierno y a los consumidores. En las empresas, en cambio, reina la cautela y en los economistas, la preocupación. Por qué la inflación complica en el escenario post electoral el equilibrio de un dólar planchado y el “festival” de cómodas cuotas. Los riesgos del desahorro.
Con indicadores crecientes de PBI y consumo, el resultado económico de 2010 está jugado y todas las miradas están puestas en la salida de capitales, como termómetro de lo que pasará con la economía argentina durante el año electoral. Mientras tanto, los consumidores mantienen su optimismo y siguen fogoneando el tren del consumo.
Este optimismo alegra al Gobierno, que se muestra dispuesto a profundizar el rumbo expansivo que encaró Néstor Kirchner, que ya no está para mantener el timón económico. No hay preocupación oficial por la inflación y el ministro de Economía Amado Boudou descartó cualquier tipo de ajuste y reiteró esta semana su receta contra la suba de precios: "Estamos trabajando fuertemente para incrementar la inversión, que es la única solución".
"Vemos que el flanco fiscal está controlado y durante 2010 el resultado económico está jugado, terminaremos con un aumento del PBI del 8% y una suba del consumo del 7,6%", repasa Enrique Dentice, economista senior del Centro de Investigación y medición Económica de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM). "Hay que monitorear la salida de capitales y hasta marzo del año que viene serán meses tranquilos, en ese mes habrá novedades en materia de precios de servicios públicos por los subsidios".
"Hoy el consumo crece fuerte en la Argentina y el desempleo es bajo, tan bajo que la inflación es alta. Este elevado nivel inflacionario hace poco sustentable el equilibrio de dólar planchado y cuotas abundantes en el mediano plazo", dice el último informe de la consultora Abeceb.com, que dirige el ex secretario de industria Dante Sica. El mediano plazo, tal como lo entienden los economistas y el Gobierno, se ubica más allá de las elecciones presidenciales del año que viene. "Tampoco habrá medidas económicas que busquen cambiar nada, todo seguirá el rumbo marcado por Néstor Kirchner", apunta Sica.
"En las recesiones, el ahorro sobre PBI cae y se recupera rápido en la fase expansiva del ciclo, que empezó hace un año. El Gobierno intentó que el ahorro no creciera, y lo logró, ayudado por la liquidez internacional, puso la tasa de devaluación en un nivel menor a la de inflación", le dice a WE el economista Miguel Angel Broda.
"A la disyuntiva entre ahorrar en dólares o gastar en LCD, la gente se puso a gastar en autos y durables. Además, la política monetaria expansiva hizo en forma creciente que las tasas de interés real de los plazos fijos fuera muy negativa", explica.
"A partir de junio del año pasado, tras las elecciones legislativas, empezó a disminuir la fuga de capitales. En el mundo todo empezó a fluir y la gente empezó a asumir riesgo nuevamente, después de haberse refugiado en monedas duras e inversiones de bajo rendimiento. Con ese clima mejorado, los inversores empezaron a buscar ganancias y eso generó un flujo de financiamiento que se fue dirigiendo a las economías emergentes, como la nuestra", repasa Aldo Abram, director del Centro de Investigación de Instituciones y Mercados de Argentina (CIIMA) de la ESEADE.
La cautela que se había instalado en los argentinos se disipó en octubre, cuando el índice de confianza del consumidor que releva el Centro de Investigación en Finanzas (CIF) de la Universidad Torcuato Di Tella muestra una recuperación de 2,5% en octubre, con un aumento interanual que supera el 28%. El optimismo es homogéneo en todo el país y también aumentaron las intenciones de invertir en bienes durables e inmuebles, las expectativas macroeconómicas y la situación personal. Los números son positivos: con respecto a octubre del año pasado, creció 63% el número de personas confiadas en que es un buen momento para la compra de electrodomésticos y subió 78% el porcentaje de quienes creen que hay buen clima para comprar automóviles y casas.
El buen clima general llega a todos los niveles socioeconómicos, incluidos los consumidores de menores ingresos, que, según la encuesta de octubre del CIF, aumentaron su confianza en un 5,2% respecto del mes anterior, resultando mucho más optimistas que los consumidores de mayores recursos, cuyo crecimiento fue de 0,4% mensual.
El boom del consumo de bienes durables lidera el crecimiento del rubro de consumo privado y, tras un año de cautela, los argentinos se sienten más libres para comprar aprovechando los planes de cuotas que le prometen vencer a la inflación, junto con un dólar quieto y bajas tasas de interés, poco atractivas para colocar sus pesos a plazo fijo. Para agrandar este combo, se suma la enorme disponibilidad de crédito bancario de corto plazo, mediante promociones, fuertes descuentos y la proliferación de planes de pago de hasta 50 cuotas con tarjetas de crédito.
El crédito bancario para el consumo es el más alto de la década. "Si a esto se le suman los fideicomisos financieros y los préstamos otorgados por los propios comercios minoristas y mutuales, el crédito al consumo se encuentra actualmente en niveles récord históricos (5% del PBI)", dicen los economistas del Banco Ciudad en su último informe semanal. Y advierten que este redireccionamiento de la capacidad prestable de los bancos hacia el consumo tiene lugar en detrimento de líneas de crédito más largas, como los de tipo prendario e hipotecario, que pasaron de 6,4% del PBI hace una década al 1,4% actual.
No es un boom, dice Enrique Dentice, de la UNSAM: "Es más bien consumo inducido por dos elementos, los aumentos de los precios y la falta de oportunidades para invertir en instrumentos financieros. Y mantenerlo en este ritmo tiene un costo, ya que en esta economía con constante aumento de precios, el consumo se convierte en una necesidad para mantener una reserva de valor".
Poniéndole números al fenómeno, Dentice explica que "el mercado interno está muy demandante, especialmente en el primer y segundo trimestre de este año, por eso nosotros estimamos que terminaremos 2010 con un crecimiento del consumo del 7,6%, casi lo mismo que el crecimiento de PBI. Los empresarios ganan porque están aumentando los precios o importando, y lo seguirán haciendo. Como hemos visto, es muy débil la inversión".
"Hay una idea generalizada en los consumidores de que la inflación se comerá las cuotas fijas y todo está centrado en eso y en las gratificaciones inmediatas", asegura Claudio Rodríguez, gerente general de Cicmas Strategy Group. "Algunas empresas están repensando su posicionamiento corporativo o amplían su marca sobre otros productos, pero no se ve una gran intención de hacer inversiones, y la clave es que haya inversión para que no se recaliente la economía, ya que todo está muy al límite".
"Las marcas y los súper están encorsetados porque vender más no quiere decir ganar más, están al límite de su producción pero no aumenta su rentabilidad", dice Rodríguez.
El límite, para las empresas que fabrican en el país, es su porcentaje de utilización de la capacidad productiva instalada. Es decir, cuánto se puede producir con la tecnología disponible. Según los economistas, un límite aceptable de utilización de la capacidad instalada antes de que sea necesaria la inversión es del 70%, para evitar que se ocasionen cuellos de botella en la producción, que generalmente se traducen en aumentos de precios. "Nosotros estamos muy por encima de esa cifra, con un promedio del 80% en los sectores productivos y con algunos, como el de refinación de petróleo y las industrias metálicas básicas, superando el 90%", apunta Dentice, de la UNSAM (ver cuadro).
"Esos números son preocupantes", dice Aldo Abram. "A pesar de lo que diga el ministro de Economía, no estamos invirtiendo para superar ese cuello de botella, y no vamos a invertir ya que ahora estaremos inmersos en incertidumbre electoral y así seguiremos".
Y vaticina que "no habrá decisiones de inversión en las empresas, es poco probable que el Gobierno las haga cambiar de opinión, más bien dependeremos de lo que pase afuera, si el mundo está lleno de dólares seguirá baja la vocación por fugar capitales y se mantendrán altos los números de consumo".
Para Broda, el boom se sostiene en parte por la depreciación internacional del dólar, que el economista llama "esa moneda verde como el agua sucia del Riachuelo", situación que ha puesto al mundo en guerra. "En los últimos diez días hay 18 bancos centrales que han puesto más impuestos a la entrada de capitales. En cambio, la Argentina ha mantenido la tasa de paridad nominal con el dólar y emite para comprar dólares que financian al Gobierno y le dan descuento a las Pymes", explica.
"El Gobierno hizo política económica para estimular el consumo, básicamente de las clases media y alta. Para que este aumento sea sustentable tiene que agrandarse el diferencial negativo entre la tasa de inflación y de devaluación, que hoy es de 20 puntos", dice Broda.
Perspectivas 2011
Haciendo un recorrido sobre el potencial de crecimiento de los distintos rubros, Dentice opina que los bienes inmobiliarios casi han llegado a su techo de evolución y los ladrillos siempre fueron un buen ahorro para sectores de altos ingresos.
Los automóviles aún tienen demanda creciente y los electrodomésticos de línea blanca están en su apogeo de la mano de los créditos. "Esto indica que los sectores medios y bajos están desahorrando para protegerse de la crisis y no perder con respecto a la inflación", apunta. Y los servicios financieros, el transporte y el comercio, tanto mayorista como minorista, también tienen una tendencia positiva.
Para los analistas, el crecimiento del consumo es un gran tren en movimiento que mantendrá velocidad durante este fin de año, con posible aumento para las fiestas, y que seguirá a buen ritmo durante el año electoral, con vías despejadas por el Gobierno.
Según abeceb, "el problema de todo radica en el consumo que, aún con realidades distintas, está guiando al mundo a profundizar los desequilibrios que desencadenaron en la crisis subprime. Así como los Estados Unidos necesita consumir, la Argentina también. La cuestión de fondo es hasta qué punto están dispuestos a aceptarse los problemas y si el fin de consumir justifica los medios".
"Para los consumidores, este crecimiento se sostendrá en el tiempo y no hay horizonte de crisis así que será fácil que la gente siga endeudándose en cuotas, ya que con esta inflación eso es más fácil que comprarse una casa", concluye Rodríguez, de Cicmas.
"La economía crecerá más del 7% en números reales este año, no sólo los del INDEC, y seguiremos con esta política expansiva ya que no hay intención de que el Estado aproveche el ciclo para ahorrar más, esas cosas no se hacen en la Argentina", apuntó Abram.
En la UNSAM estiman que este año cerrará con un aumento del consumo del 8,1% y prevén que 2011 termine con una suba del 5,6%, sin importar si los argentinos votan por la continuidad del modelo actual, posiblemente de la mano de la reelección de Cristina Kirchner, o por alguna de las variantes de la heterogénea oposición. z we
Servicios: subas en todos los rubros
El consumo global de servicios públicos durante el mes de agosto de 2010 registró un aumento del 12,4%, en términos de la variación interanual. La variación acumulada durante 2010, respecto a igual período del año anterior, ha sido de 10,4%. El indicador de servicios públicos presentó un aumento del 1% en agosto respecto de julio 2010.
En términos desestacionalizados, en agosto de 2010, respecto a igual mes de 2009, la suba fue de 12,5%, correspondiendo a los incrementos de:
1) 17,4% en transporte de carga
2) 16,4% en telefonía
3) 10,3% en transporte de pasajeros
4) 7% en peajes
5) 6,8% en electricidad, gas y agua
Los cambios más significativos que se observaron en el consumo de servicios son:
* La cantidad de aparatos de telefonía celular móvil se incrementó un 9,3%.
* La cantidad de llamadas realizadas por aparatos celulares aumentó un 21,3%.
* La cantidad de mensajes de texto SMS registró una suba del 20%.
*Respecto de agosto de 2009, la demanda de energía eléctrica aumentó 11,2%.
* El consumo de gas natural subió un 2,8%.
* El consumo de agua potable en el área servida por la empresa Agua y Saneamientos Argentinos S.A. mostró una incremento del 0,6%.
* El transporte de pasajeros en los ferrocarriles urbanos creció el 3,2%. Y la mayor suba se registró en el Tren de la Costa con el 56,7%. La única baja se dio en el tren de la línea Sarmiento con el 0,9%.
* En los trenes interurbanos, se verificó un aumento del 4,7%. El mayor incremento se observó en el tren de Río Negro con 34,8%, mientras que el menor se registró en tren de Buenos Aires con el 1,7%.
* En el servicio de subterráneos, se observó una suba del 6,9%, correspondiendo el mayor aumento al operado en la línea C con el 9,2% y la única baja al premetro con el 15,9%. Los ómnibus urbanos registraron una suba del 6,3%.
* En el transporte de pasajeros del servicio de aeronavegación comercial, se observó un aumento del 14,4%, registrándose una suba del 1,9% en el servicio de cabotaje y una suba de 25,8% en el servicio internacional - correspondiendo subas del 48,2% al servicio brindado por empresas con bandera nacional y del 19,4% en el tráfico de pasajeros para las empresas con bandera extranjera.