Roubini: en 2011 habrá menos crecimiento
Dijo que caerán los precios de las materias primas y que la inflación, "desbocada y en alza", seguirá quitando competitividad.
La más nueva estrella en el firmamento de los gurúes internacionales de economía, Nouriel Roubini, pasó por la Argentina y no dejó pronósticos optimistas. En la mayoría de los países centrales la actividad tendrá una recuperación lenta y débil, lo que el año próximo reducirá a la mitad el crecimiento argentino por el menor precio de las materias primas. Y parte del alto crecimiento actual es "artificial" y está empujado por las "laxas políticas monetaria y fiscal y el exceso de crédito" otorgado utilizando los fondos capturados a las AFJP, fueron algunos conceptos.
Además, en la situación actual la inflación en la Argentina está "desbocada y en alza", y sostuvo que esta situación agrava la pérdida de competitividad y ahuyenta inversiones.
El economista hizo dos presentaciones. La primera, literalmente recién descendido del avión, fue "Argentina y el mundo en los ojos de Roubini", organizado por la Universidad Torcuato Di Tella y el banco Citi. Luego, ante más de un millar de ejecutivos latinoamericanos del sector siderúrgico, reunidos en el Congreso Latinoamericano de Siderurgia organizado en Buenos Aires por el Instituto Latinoamericano del Fierro y el Acero (Ilafa).
Roubini saltó a la fama como el especialista que predijo la catástrofe financiera internacional que comenzó con la debacle de las hipotecas de baja calidad en los Estados Unidos y se profundizó con la caída del banco Lehman Brothers.
Acerca de la Argentina hizo una visión matizada. En la lista de los factores positivos contó:
Un crecimiento robusto, aunque hay nubes en el horizonte. Será mucho menor en 2011.
Aunque sea formalmente, todavía hay superávit fiscal primario y el país pasó de ser tomador neto de crédito a financiador, y tiene condiciones financieras estabilizadas.
En la lista de los problemas locales anotó:
La alta inflación.
El crecimiento rápido por el impulso de laxas políticas fiscales y monetarias y demasiados estímulos crediticios. "Parte del crecimiento es artificial. Parte de la economía está impulsada por el consumo, que está artificialmente impulsado."
Los términos del intercambio de la materias primas van a empeorar el año próximo y la moneda se está apreciando en términos reales, debilitando la competitividad. Y "parte de las reservas del Banco Central han sido expropiadas para financiar gastos excesivos del Gobierno".
La Argentina no es amigable con los inversores, y a ello se suma la incertidumbre política.
"Del flujo de capitales que está yendo a mercados emergentes, la mayoría no están viniendo aún a la Argentina. Están yendo a Asia, Chile, Colombia, Brasil. No vienen a la Argentina porque, más allá de que sea cierto o no, este país está considerado como uno políticamente más riesgoso", afirmó el reconocido economista, ante una consulta que le realizaron en un panel del congreso de Ilafa.
Roubini recordó que aquí "la actitud hacia los inversores extranjeros no ha sido tan amable como en otros países", y estimó que la inflación será este año superior al 20 por ciento, pero podría llegar al 30 por ciento durante el año próximo. "El tipo de cambio real se aprecia y esa apreciación va a hacer que la pérdida de competitividad se agrave, el superávit de cuenta corriente se va a reducir y en algún punto puede llegar a terminar en déficit", analizó.
Paradoja
"Tienen esta paradoja de un país donde la cuenta corriente todavía tiene superávit, pero las reservas del Banco Central en realidad están cayendo", añadió. Explicó que el Banco Central está "tratando de prevenir una devaluación de la moneda", contra las presiones que provienen de la reducción del superávit y de "una cantidad significativa de salida de capitales en los últimos años, mientras todavía se considera alto el riesgo político y financiero" de la Argentina.
El especialista no se cuenta entre los más pesimistas respecto de la situación mundial. Roubini dijo que mientras la primera mitad del año mostró un crecimiento más rápido que el esperado, el segundo semestre no será tan promisorio, porque los ajustes de inventarios luego de la crisis ya se realizaron y porque luego de los paquetes de estímulos fiscales "ahora las economías van en dirección de una mayor austeridad fiscal". Según su proyección, Estados Unidos tiene entre un 50 y un 60% de probabilidades de atravesar la crisis en forma de U (una recuperación más lenta que la V de los países emergentes como China, India y Brasil), pero "no se puede descartar una recaída en forma de W".
Además, advirtió a los emergentes que "ningún país es una isla" y que la mejor forma de evitar el contagio de la recesión en los países centrales "no es cerrar las puertas", sino adoptar políticas con bases sólidas en lo fiscal y lo monetario.
Roubini distinguió entre dos clases de países en la región. Una, en la que no hay políticas orientadas al mercado, como la Argentina, Venezuela, Ecuador y Bolivia , a los que calificó de "populistas". Pero aclaro que "incluso en este grupo las cosas van en general bien por circunstancias internacionales; la cuestión es si esas políticas pueden sostenerse". El otro grupo está integrado por Brasil, Chile y Uruguay, orientados al mercado.