Endeudarse y consumir, la estrategia preferida para ganarle a la inflación
Recomiendan aprovechar al máximo planes de cuotas
Con un tipo de cambio casi fijo y una inflación del 25% anual, el consumo se ha vuelto la opción preferida de muchos argentinos, al menos los que tienen cierto excedente de ahorro. Expertos explican por qué hoy es negocio y qué consumos pueden resultar más interesantes. Si bien la financiación con costo cero no abunda como antes, sigue siendo una gran oportunidad
Con el tipo de cambio casi fijo y la inflación elevada, la compra de dólares se ha vuelto poco tentadora. Tampoco convienen los plazos fijos en pesos, ya que ofrecen tasas de interés reales negativas y quedarse líquido implica perder un 30% del poder de compra. Así, la clase media se ha volcado a la compra de inmuebles o bienes durables, como electrodomésticos y automotores, que les permiten aprovechar sus ingresos en lugar de dejarlos perder valor en el banco.
Durante este año, a la par de la aceleración de la inflación, se ha observado un fuerte incremento en la intención de compra de bienes durables, de acuerdo a las mediciones del Índice de Confianza del Consumidor elaborado por el Centro de Investigación en Finanzas (CIF) de la Universidad Torcuato Di Tella.
Guido Sandleris, director del CIF, recomienda encontrar planes de compra a plazo sin interés o con tasas bajas: “Con los niveles de tasa de interés real pasiva significativamente negativos y dadas las expectativas de devaluación del peso en un contexto de superávit de cuenta corriente, mantener activos financieros (tanto en pesos como en dólares) no resulta una alternativa rentable”. Con una inflación estimada entre un 25% y un 30% anual en 2010 y perspectivas de evolución similar en 2011 y 2012 (en tres años se habría incrementado un 65% el valor de un activo no monetario según precios de 2010), la opción para quien tiene algún excedente de ahorro, en especial minoristas, es deshacerse de activos financieros y demandar activos no financieros, haciendo hincapié en aquellos de consumo durable que son de más sencillo acceso.
En este contexto, Fernando Baer, economista senior del Centro para la Estabilidad Financiera, se inclina por aprovechar las 50 cuotas sin interés que ofrecen las grandes cadenas de electrodomésticos, de modo de adquirir bienes que tengan una amortización de entre cinco y diez años. A su juicio, el precio de los electrodomésticos podrían replicar la tasa de inflación, descontando una tasa de devaluación esperada de entre un 6% y un 8% de acá a un año. “Cuando la Argentina está cara en dólares, lo mejor que se puede hacer es consumir bienes durables importados (como el caso puntual de la tecnología), más si existen planes de financiación de mediano-largo plazo.El resto, aquellos sustitutos de importaciones y no transables, deberían ser evitados hasta que el ciclo económico reajuste precios relativos y vuelvan a ser una alternativa financiera y económicamente viable”, advierte Baer.
Federico Molina, profesor especialista del Centro de Educación Empresaria de la Universidad de San Andrés, sugiere comprar todo lo que se pueda con financiamiento en pesos, tanto a nivel personal como empresario. En primer lugar, los consumos que no se pueden posponer, como el colegio de los chicos o la medicina prepaga. Luego, todo lo que se pueda comprar aunque no se necesite, siempre y cuando tenga financiamiento en pesos.
Asumiendo una expectativa de dólar futuro de $ 4,20 de acá a un año, Molina calcula que, de este modo, el ahorrista podría llegar a tener una rentabilidad del 15% en dólares.Además, hay que tener en cuenta que hoy en el mercado hay muchos instrumentos de financiamiento armados con tasas en pesos: “Si se piensa en una expectativa de inflación del 30% y se puede endeudar al 14%, es conveniente, no tanto por el tipo de activos, sino por poder apalancar la compra en pesos”, asegura MolinaMarcela Rizzo, docente de UADE Business School, asegura que para intentar ganarle a la inflación hay que combinar el consumo con la financiación: “De esta manera, conseguir un consumo sin interés en cuotas fijas en pesos es una buena manera de hacerlo, ya que se están asegurando tres cuestiones importantes: pago por adelantado del consumo fijando precio, evitar el riesgo por variación en el tipo de cambio y acceder a crédito sin costo financiero”.
Con respecto a este punto, hay que ser cuidadosos en términos de los gastos y comisiones que se generan a partir del uso de los medios de financiación. Otra cuestión a tener en cuenta al pagar en cuotas es que muchas veces se acumulan y erosionan la flexibilidad financiera de las personas, impidiéndoles conseguir crédito.
Otro instrumento que sirve como resguardo de la inflación son los planes de ahorro previo de los automóviles porque lo que se está pagando cada vez es un porcentaje del coche, y el valor de lo pagado se incrementa a la misma velocidad que el precio del auto. Por lo tanto, al momento de retirar el coche, el valor de lo pagado tendrá el precio del cero kilómetro. Tal vez sea conveniente pensar en una alternativa mixta en la que se pagan cuotas del plan y luego se licita el vehículo con un crédito a una tasa menor que el aumento de valor del coche.
Pero Baer alerta que las condiciones de préstamos bancarios personales o prendarios son restrictivas en estos momentos: “Las compras en planes de ahorro tienen cláusula de ajuste, lo cual limita atractivo en el mediano plazo”.
MARIANO GORODISCH