
Guido Sandleris, ex presidente del Banco Central: “La salida del cepo es un paso adelante y es más sano, aún cuando en abril suba la inflación”
Guido Sandleris, profesor del MBA, de la Maestría en Finanzas y expresidente del BCRA, fue entrevistado sobre el rumbo de la política económica argentina.
-¿Cómo ve el nuevo esquema cambiario?
- Es un un paso adelante. Después de casi seis años, Argentina deja atrás el cepo, prácticamente se eliminaron todas las las restricciones y es consistente macroeconómicamente, tiene buenas chances de éxito. Y tiene muchos puntos en común con el esquema que había que habíamos armado allá por por octubre de 2018, cuando yo asumí como presidente del Banco Central. Eso de una banda cambiaria, un objetivo de agregado monetario, son elementos en común.
-El dólar bajó al cierre de la semana a $ 1.160.
- La mayoría esperábamos que el tipo de cambio en los primeros días se mantenga dentro de las bandas y es lo que sucedió. Se viene un período de acostumbramiento a que fluctúe un poquito, a flotar a medida que haya noticias, shocks de afuera, políticos, económicos. La gran mayoría de los países viven con flotación. A mi me tocó post PASO en 2019 volver a poner el cepo porque la reacción de los mercados, los inversores y la gente al sorpresivo triunfo de Alberto y Cristina fue de pánico. El día después de las PASO el dólar subió, el riesgo país se triplicó, el valor de las acciones argentinas se redujo a la mitad en dólares en un día. Es muy buena noticia que el cepo haya quedado atrás. Este esquema tiene buenas chances de funcionar.
-¿Hubo un volantazo del Gobierno?
-Con una herencia tan difícil como la que recibió este gobierno, la inflación en 200%, un banco central con reservas negativas de US$ 11.000 millones, era muy difícil pretender que el programa que se ponía en marcha el día 1 siguiera igual cuatro años. El ancla de todo lo que han hecho y en la que no hay volantazo es buscar rápidamente el equilibrio fiscal y el superávit fiscal. El gran éxito inicial del gobierno inicial fue evitar que esa bomba estallara. En lo monetario y cambiario introdujeron modificaciones, así que no lo llamaría volantazo. Es un paso importante normalizar un poco el funcionamiento cambiario.
- Pero el Gobierno venía fijando la suba del dólar al 1% mensual, negaba un atraso y prometió que no iba a devaluar...
- Tal vez fue un un error bajar del 2% a 1% en ese momento, entiendo los costos y beneficios. En la segunda parte del año pasado, el gobierno tal vez se apresuró en empujar una baja más rápida de la inflación, tomando riesgos innecesarios. Pero también le permitía construir capital político, que la economía funcione mejor y tener más ancladas las variables económicas para los cambios que tenía que hacer. El nivel del tipo de cambio oficial estaba atrasado, por lo cual era muy difícil que el Banco Central pudiera acumular las reservas que necesita. Ahora, este es un esquema mucho más sano, donde el tipo de cambio vuelve a flotar un poco y es más claro el rol de la política monetaria.
-¿Era necesaria una devaluación del 10% al inicio?
-Argentina se había puesto cara en dólares y es probable que si uno compara muchos precios en dólares todavía sigan siendo caros en relación a otros países de la región. Lo que te dice el mercado es que el tipo de cambio oficial se había quedado un poco atrás. En el nuevo contexto internacional a partir del conflicto por los aranceles entre Estados Unidos y China, era más complejo y ya se empezaba a ver en la brecha entre el oficial y el paralelo. Había una situación cambiaria que no era sostenible y los cambios que introdujeron restablecieron la consistencia.
- ¿Cuáles son los costos?
-El principal es que la inflación sube en el corto plazo. No solo subió en marzo, sino que es previsible que en abril esté cerca de 4%. Pero me parece sano. Cuando la inflación baja porque va generando mucho atraso cambiario, no es sano porque después explota, sube muy fuerte.
-¿Eso fue lo que pasó en los últimos meses?
- Me parece que sí. Si mirás los últimos seis meses, el atraso cambiario con el crawl del 1%, corriendo por debajo de la inflación permitió mantener unos meses la inflación más baja, pero necesitaba corregirse. Ahora, el costo es este salto inicial en la inflación. Yo hubiera preferido que lo hagan seis meses atrás y no ahora. También tengo claro que las negociaciones con el Fondo no son fáciles, son tediosas, largas, frustrantes. A lo mejor eso hizo que llevará más tiempo, pero está bueno que lo hayan hecho bien.
-¿No es lo que pedía el Fondo?
-No sé que les pedía. Si no estás en la negociación es muy difícil saber. Yo creía que la forma de salir de el cepo era con un esquema parecido al que implementaron ahora, que es parecido a lo que hicimos nosotros. Ese esquema a fines de 2018 fue muy exitoso en ir reduciendo la inflación hasta las PASO de 2019. Creo que puede funcionar, es clave lo fiscal y las bandas dan un poco de previsibilidad al tipo de cambio, una variable que los argentinos miramos mucho. Es nuestro termómetro de si el Gobierno tiene la economía bajo control o no. Ojo con creer que el tipo de cambio que surge de un mercado libre es necesariamente consistente con una cuenta corriente sostenible. Por razones financieras podemos tener un tipo de cambio nominal que en el mediano plazo resulta insostenible.
-El FMI dijo que no está previsto intervenir dentro de la banda
- El Banco Central dijo que en situaciones excepcionales podría intervenir y comprar reservas adentro de la banda. Si hay una demanda muy grande de dólares de alguna empresa para el pago de deudas, podría intervenir vendiendo. Y podría intervenir comprando si lo considera necesario para acumular reservas o porque ve que el tipo de cambio se está apreciando demasiado. La forma de entender el mecanismo es que sobre las bandas es una intervención más potente, buscando imponer un límite a los niveles que puede fluctuar el tipo de cambio. Y dentro de la banda, intervenciones más oportunistas ante alguna situación excepcional.
-Ustedes tenían un límite para intervenir de US$155 millones por día...
-Fue variando. En algún momento tuvimos la decisión de no intervenir dentro de la banda y después lo modificamos con el acuerdo del Fondo ante la mayor incertidumbre política. Pensá la banda actual: si está cerca del piso de $1.000 y se va cerca de $1.400, es una depreciación de 40%. Sin que haya shocks, a veces hay sacudones y para evitarlo necesitás cierta libertad para intervenir dentro de la banda. Al principio lo llamamos bandas de no intervención, y en abril de 2019, como había más ruido político, decidimos que si era necesario íbamos a intervenir dentro de la banda. Ese esquema me parece que es casi calcado al que estamos viendo ahora.
- ¿Y qué garantiza que no vuelva a salir mal?
- No es lo mismo elecciones de medio término que elecciones presidenciales. Lo que salió mal fue que no hay esquema cambiario que resista el regreso del kirchnerismo porque implementan una serie de políticas económicas equivocadas que lo vimos en el último gobierno Alberto Fernández: 200% de inflación, crisis económica y un Banco Central sin reservas. El problema no fue el esquema en sí. Parte del riesgo país de Argentina tiene que ver con quien estuvo en el poder en 16 de los últimos 20 años, generaron una devastación de la economía brutal y como oposición amenazan con continuarla.
- Ya pasó un año y cuatro meses de la gestión actual y el riesgo país es de 700 puntos
- Este gobierno no terminó de resolver los problemas económicos, estoy de acuerdo. Hay toda una parte que ni siquiera nosotros pudimos. Pero coincido con este gobierno en que si no se corregía lo fiscal era imposible normalizar la macroeconomía. Y es el diagnóstico que también tuvo el gobierno de Mauricio Macri.
-¿Qué pasaría si el dólar supera el techo de $ 1.400?
-El Banco Central vendería dólares y absorbería pesos. Y en ese tomar pesos genera una una menor liquidez en la economía y la tasa de interés empieza a subir, lo que empieza a generarse es escasez de pesos. Y eso debería empujar nuevamente el tipo de cambio para abajo, más al centro de la banda.
-Estos días los ahorristas demandaron más dólares, ¿pueden irse más pesos hacia el dólar?
- Puede generar un poco de movimiento inicial en el dólar, por ahora lo veo normal. Tenemos un esquema más sano ahora. Este esquema tiene más movimiento cambiario por su lógica interna. El cepo te aísla, te fija el tipo de cambio oficial y después este gobierno intervenía además en el paralelo para mantener la brecha baja. Hubo un control muy fuerte sobre el tipo de cambio en la primera parte del gobierno de Milei. El tipo de cambio se va a mover más, tiene más volatilidad. Pero las bandas ayudan a acotar esa volatilidad.
-¿Y por qué no compran reservas?
-Si el tipo de cambio fuera a ir al piso de la banda, compraría reservas automáticamente. Van tres días. Hay que darle tiempo al principio... Además tienen que evitar de que no se desanclen las expectativas, que nadie se asuste porque se mueve un poquito el dólar. Cuando nosotros lo pusimos en marcha a inicios octubre del 2019, el Banco Central recién empezó a comprar en enero o febrero porque el tipo de cambio tocó el piso de la banda. O sea, tres meses después.
-¿Se terminó el cepo?
-Siempre hay una zona gris La clave es: ¿pueden las personas básicamente comprar y vender dólares sin restricciones? Sí, ahora puede. Bueno, listo, terminó el cepo. Después quedan algunas restricciones para las empresas. Pero al no haber puesto ningún límite a las personas, creaste un puente en donde las empresas también van a poder acceder porque va a haber personas comprando en el mercado libre y vendiéndoselo a las empresas. Y en ese proceso, la brecha va desapareciendo. Se parece mucho más a un esquema de libre movilidad de capitales.
De Alberto Fernández a Milei y la relación Presidente-economistas
Guido Sandleris acostumbra a viajar al exterior para participar de conferencias y dar cursos. Por estos días, sus tareas lo llevaron a Bologna, Italia, donde imparte clases de Macroeconomía Internacional y Desarrollo Latinoamericano. Durante su tiempo libre, Clarín lo consultó por sus vínculos con el equipo económico de Javier Milei y la embestida oficial contra el exministro de Finanzas de Macri, Hernán Lacunza, por cuestionar el timing para salir del cepo, una polémica que en las últimas horas continuó escalando, pese al descargo del exfuncionario en redes, donde arrobó a Sandleris.
-¿Tiene contacto con Milei, Caputo y otros funcionarios?
-Ocasionalmente. Con quien yo más relación tengo es con Santiago Bausili (titular del Banco Central) y “Toto” Caputo, que fueron con quienes compartí tiempo en el gobierno de Macri. Cada tanto chateamos o hablamos, es una cosa más de de respeto profesional y amistad. Creo que es importante mantenerlo.
- Hernán Lacunza dijo hace unos días que “tardaron demasiado” en salir del cepo y Milei y Caputo salieron a acusarlo de “mentiroso” ¿Qué opina de esta reacción?
-Tengo un enorme respeto, una excelente relación personal también con Hernán Lacunza, somos amigos también y he compartido parte del gobierno de Macri. Es una persona que quiere el bien para el país y cuando opina sobre la situación económica lo hace desde su mejor saber y entender, y con honestidad intelectual. Creo que es sano que haya debate y discusión de la política económica siempre. Una de las cosas que yo hacía cuando estaba en el Banco Central regularmente como presidente y también en el Ministerio de Economía era invitar a economistas que pensaban distinto. Con los que pensaba igual, aporta menos. Y en ese proceso uno se ve forzado a repensar los argumentos y razones de lo que hace, eso sirve y aporta. Me da a veces lástima que se pierda esa dimensión del debate público o privado entre gente que puede pensar distinto. El Gobierno lo tiene que poder entender.
-Pareciera que cada vez hay más economistas en el club de “econochantas” y “mandriles”, incluyendo gente cercana en su momento a Macri
-No deja de llamarme la atención este revuelo cuando el gobierno de Alberto Fernández nos acusó a a Hernán Lacunza, Alfonso Prat-Gay y a mí de traidores a la patria por haber ido a unas reuniones de economistas que hay todos los años en el Fondo Monetario. Y no vi este revuelo cuando el kirchnerismo hacía esas declaraciones. No le estoy quitando gravedad con esto, pero a veces veo varas distintas con las que se miden las cosas.
-¿Este gobierno no tiene una relación diferente con los economistas?
-A mí me gustan más las formas que tenía el gobierno de Mauricio Macri de relacionarse con los economistas de la oposición. Ese es mi modelo, escuchar a los que opinan diferente, tolerar las opiniones. El gobierno de Cristina intentó hacerle juicio a economistas por divulgar estimaciones de inflación. En el gobierno de Milei veo a veces formas que no comparto. A mí me gusta más la discusión respetuosa.
Itinerario
Guido Sandleris es profesor en la Universidad Torcuato Di Tella y Johns Hopkins University SAIS Europe. Actualmente además es presidente de la Fundación Ecosur. Es egresado de la ‘quinta’ del Colegio Carlos Pellegrini y economista egresado de la Universidad de Buenos Aires. Estudió en Londres (London School of Economics) y en Nueva York (Columbia University). A su regreso a la Argentina, desembarcó en la Torcuato Di Tella donde fue profesor e investigador. Trabajó en el think tank de los equipos técnicos de la Alianza bajo la supervisión de José Luis Machinea. También en el Banco Central de Chile, el FMI y la Reserva Federal de Minneapolis. Colaboró con los equipos de la Fundación Pensar. Fue secretario de Finanzas de María Eugenia Vidal.
Al toque
Un recuerdo: cuando nacieron mis hijos
Una película: Gladiator
Una sociedad que admires: me gusta el valor de la amistad de la sociedad argentina, los vínculos familiares y me gustaría que haya un mayor respeto a las normas.
Un prócer: Messi
Una comida: Asado
Un libro: Calle este oeste
Un equipo: Boca
Un pasatiempo: Futbol, tenis y leer