Di Tella en los medios
El Cronista
8/04/25

Final abierto para el programa con el FMI

Por Miguel Kiguel

El profesor de la Maestría en Finanzas escribió sobre la evolución del programa económico del Gobierno.

Luego de una primera etapa en la que el programa economico logro evitar caer al precipicio, los desafios que enfrenta la economia son diferentes, aunque no menos importantes, y pareciera que el Gobierno todavia no les encontro la vuelta.

La primera etapa fue exitosa y funciono como un reloj suizo de precision. La base del programa fue el impresionante ajuste fiscal que termino en solo un mes con un deficit fiscal que era del 5% del PBI. La licuadora fue fundamental, y funciono como tantas otras veces en nuestra historia utilizando la inflacion para que haga el grueso del ajuste. Fue esencial para licuar jubilaciones y otros gastos corrientes del Estado, aunque tambien ayudaron las bajas en las transferencias a las provincias y en la inversion publica. La suba del impuesto pais tambien ayudo y sirvio para proteger en parte las reservas del Banco Central.

El ajuste inicial tuvo resultados contundentes y rapidos. Apoyandose en el deficit cero, la inflacion bajo rapidamente de 25% en diciembre a 4,2% en mayo y para octubre ya estaba en el 2,7% mensual. Tambien bajaron fuertemente la brecha cambiaria y el riesgo pais. Junto con la eliminacion de los controles de precios, la gradual flexibilizacion de los pagos de importaciones, sumadas a algunas de la reformas que implemento "el coloso" Federico Sturzenegger, el pais fue dejando atras una economia completamente disfuncional para avanzar hacia otra mucho mas razonable.

Para fin de 2024 el pais era otro, porque ademas de todos esos logros la economia se estaba recuperando en forma de V y la pobreza habia caido desde la estratosfera al 38% de la poblacion, un numero que seguia siendo alto, pero con signos de mejoria que daban algo de alivio. Por el lado monetario lo mas importante fue que el Banco Central dejo de financiar al Tesoro. Pero la emision monetaria siguio, principalmente dando liquidez a los bancos para que puedan aumentar el credito. El aumento en la base monetaria no vino de la compra de reservas sino del credito domestico, como explico muy bien Luciano Laspina.

Pero el programa seguia teniendo su tendon de Aquiles: un flojo nivel de reservas, que se mantenian en terreno negativo, creando una importante vulnerabilidad que mantenia la dependencia del FMI para fortalecerlas.

Lo cierto es que despues de la primera etapa viene la segunda, en la que se pasa de la motosierra y la licuadora, al bisturi y el exprimidor. Tal vez no sea tan desafiante, porque adelante no esta el precipicio, pero es igualmente dificil porque ahora la pelea es cuerpo a cuerpo, los avances no son tan espectaculares y por momentos se sufren retrocesos.

El centro de la pelea esta ahora en la inflacion, donde el Gobierno concentra todas sus municiones. La estrategia antinflacionaria sigue siendo utilizar al tipo de cambio como ancla nominal, con la idea de que como en la tablita de Jose Alfredo Martinez de Hoz, sirva para anclar expectativas. El problema es que la mejora en la inflacion se va logrando a costa de atraso cambiario. El talon de Aquiles de este tipo de estabilizacion es que en algun momento hace falta una estrategia de salida, lo que los gobiernos nunca quieren hacer. Paso con la tablitas de los ‘70 en la Argentina, Chile y Uruguay, con la Convertibilidad, con el Austral, con el Tequila en Mexico, con Brasil en 1999 y con tantos otros programas que se hicieron en paises emergentes en los que al final hubo un salto en el tipo de cambio.

No sabemos si esta vez sera diferente, pero el Banco Central necesita reservas y con la crisis financiera internacional dificilmente vengan del sector privado. El cepo cambiario sigue siendo una luz amarilla para que vengan nuevas inversiones, y el dolar blend es un obstaculo para que el Banco Central compre dolares en el mercado oficial, ya que el 20% de las exportaciones se venden en el contado con liqui.

La solucion clasica, y la que prefiere el FMI en casi todos estos casos es adoptar un regimen cambiario mas flexible y con un unico tipo de cambio. El pro blema es que la Argentina es una economia dolarizada y los saltos en el tipo de cambio se trasladan mas a precios que en otras. Lo que se conoce como passthrough en Mexico o Brasil es practicamente nulo, mientras que en la Argentina ronda entre 20% y 30%, si la depreciacion se hace con un programa.

El Gobierno quiere calma en el mercado cambiario antes de las elecciones, porque teme el riesgo de un pequeno rebrote inflacionario y de perder parte de su capital politico. Un aumento en la inflacion es mala noticia antes de las elecciones. La Argentina quiere los dolares del FMI para mantener las politicas actuales, no para cambiarlas. Y ese es el eje de la discusion, que por lo visto no esta saldada.

¿Quien ganara la pulseada? La Argentina necesita la plata, pero la quiere con muy poca condicionalidad y para eso busca el apoyo de Estados Unidos. El viaje del Presidente Javier Milei a Miami podria haber sido una oportunidad, pero ni siquiera consiguio una foto. Por otro lado, el FMI esta curado de espanto con promesas incumplidas a lo largo de los anos y de programas que terminaron en crisis. Solo daria plata contra una flexibilizacion del regimen cambiario y la promesa de muy poca intervencion en el mercado cambiario.

Sigue habiendo un final abierto, la moneda esta en el aire y no se sabe si Donald Trump puede inclinar el resultado. Pero a pesar de la incertidumbre, esta vez algo parece diferente, principalmente que la economia esta mucho mas sana que en otras oportunidades y que el problema se circunscribe a reservas y tipo de cambio, mientras que lo fiscal y la deuda no estan bajo sospecha. La mala suerte, es que todo se negocia en medio de una crisis internacional cuyo final es mas dificil de predecir que la pulseada entre la Argentina y el FMI.