Di Tella en los medios
La Nación
19/11/24

Preocupación en los intelectuales por la idea de crear “un brazo armado libertario” para defender al Gobierno

Por Mariano De Vedia

Natalio Botana, profesor emérito UTDT, fue consultado sobre la forma de hacer política del gobierno de Javier Milei.


Daniel Parisini, más conocido como el Gordo Dan, en el lanzamiento oficial de la agrupación libertaria Las Fuerzas del Cielo


La reivindicación de una batería de términos bélicos para presentar en sociedad una agrupación que asumió la cruzada de defender en las redes al gobierno de Javier Milei generó preocupación entre intelectuales y periodistas de reconocido compromiso con el ejercicio de la libertad de prensa. Nacida como un “brazo armado libertario”, entre otros objetivos declarados asoma la idea de contrarrestar las opiniones adversas que se reflejan en la prensa.

En palabras del “Gordo Dan”, uno de los tuiteros predilectos del presidente Milei y cuyo nombre real es Daniel Parisini, la organización Las Fuerzas del Cielo constituye “la guardia pretoriana” del gobierno de La Libertad Avanza, en una ofensiva destinada a confrontar con las miradas del periodismo independiente, advierten distintas voces consultadas por LA NACION.

“El líder de la agrupación la presentó públicamente ante sus seguidores con términos bélicos, en abierta contradicción con el ideario liberal que dicen sostener y que sintetizan como ‘el respeto irrestricto del proyecto de vida del prójimo basado en el principio de no agresión’”, advirtió Daniel Dessein (La Gaceta), presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA).

Lejos de constituir una formación aislada, la organización fue presentada en un acto público en San Miguel, con miras a las elecciones legislativas de 2025 y con el respaldo de figuras libertarias con vínculos muy cercanos a los hermanos Javier y Karina Milei, como Agustín Laje, Agustín Romo, Nahuel Sotelo y Santiago Santurio.

Ante una consulta de LA NACION, Dessein sostuvo que el espacio reivindica su participación en las redes sociales a través del celular, al que denominan como “el arma más poderosa de la historia de la humanidad”, recurriendo, una vez más a expresiones de tono bélico.



“La libertad de expresión no tutela el agravio ni la incitación a la violencia", advirtió Daniel Dessein. DyN. 

“La participación de muchos de los miembros de la agrupación en las redes se caracteriza por el uso de descalificaciones, insultos y términos discriminatorios. Lo hacen postulando el ejercicio de su libertad de expresión en un terreno, el de las redes, en el que ésta imperaría como en ningún otro”, advirtió Dessein, miembro de número de la Academia Nacional de Periodismo.

Y concluyó: “La libertad de expresión no tutela el agravio ni la incitación a la violencia. El insulto es el umbral que lleva a la violencia física y nos aleja de ese respeto por el otro que postulan y niegan en un mismo acto”.

José Ignacio López, de reconocida trayectoria en los medios y también miembro de la Academia Nacional de Periodismo, alertó sobre los desafíos y consensos pendientes en los 40 años de democracia. “Los argentinos pagamos un alto precio por la violencia política y el terrorismo de Estado y aún nos falta tanto ahondar el consenso logrado en 1983, sobre la base de la verdad y la justicia, como terminar con el escándalo de la pobreza y la desigualdad social”.

Advirtió, así, que “crear grupos de acción directa y recurrir a estilos y lenguajes violentos no solo amenaza a la libertad de expresión, sino a nuestra Constitución nacional”.



“Todo lenguaje autoritario y agresivo constituye una amenaza a la libertad de prensa”, dijo el politólogo Natalio Botana. Pilar Camacho - LA NACION

Violencia verbal

En la misma línea, el politólogo Natalio Botana advirtió que “todo lenguaje autoritario y agresivo constituye una amenaza a la libertad de prensa”.

Al reconocido experto en ciencias políticas le preocupa desde hace tiempo la violencia verbal instalada en la Argentina y promovida desde esferas cercanas al poder. Por eso, como señaló en una reciente entrevista con este diario, encuentra signos de continuidad entre el presidente Javier Milei y la lógica populista “amigo/enemigo” que imperó durante el período kirchnerista.

“El estilo del kirchnerismo permanece vigente con mucha vitalidad en el gobierno de Milei”, insistió Botana, para quien las consignas extremistas de grupos libertarios que se autodefinen como “brazo armado” y “guardia pretoriana” de La Libertad Avanza profundizan “el debilitamiento del compromiso republicano que debe animar a la actividad política.

Botana alertó sobre los riesgos de una “polarización llevada al extremo” y explicó que la concepción de que la política se vive como una guerra es algo muy dañino. “Esa concepción se contradice con la tradición liberal que contribuyó al engrandecimiento del país en las primeras décadas de la organización nacional”, expresó el politólogo.



El politólogo Vicente Palermo sostuvo que "la violencia verbal del líder de La Libertad Avanza ha descendido hasta las raíces más profundas".Mariana Araujo

Provocaciones y riesgos

El politólogo Vicente Palermo observó que los dirigentes y militantes mileístas afirman que “con las redes no alcanza”. Y, al ser consultado por LA NACION, expresó: “Vaya descubrimiento. Se han puesto en acción con palabras que no son nuevas, como batalla cultural. La violencia verbal del líder ha descendido hasta las raíces más profundas. Cae de su peso que para ellos esa batalla ya ha comenzado”.

“A las provocaciones del líder y del séquito de La Libertad Avanza hay que plantarles cara”, advirtió el miembro del Club Político Argentino. Y animó: “Sin entrar en sus provocaciones, se precisan respuestas públicas que expresen la gravedad de lo que dicen y hacen. No les atribuyo intenciones paramilitares, ni sesgos fascistas, pero ya es tremendo el mero hecho de que se esté debatiendo si las intenciones podrían llegar o no a esos extremos”.

Palermo percibe que Milei piensa que está para cumplir una función mesiánica. “Como proclama su discípulo y maestro Laje, hay que cambiarle la cabeza a los argentinos. La historia muestra que los que quieren cambiarle la cabeza a la gente, rompen las cabezas de quienes se resisten”. Y, ante esa concepción personalista, anticipó que “para cumplir con este “servicio a la patria, la democracia les quedará chica a los mileístas”.

En tal sentido, el politólogo y ensayista cree que los liberales, democráticos y republicanos tienen que “construir una oposición eficaz con medios democráticos, liberales y republicanos, frente a este adversario que se prepara con toda la furia”.



“No sabemos si este lanzamiento tendrá un destino trágico o quedará en su fase puramente actoral", planteó el periodista Jorge Sigal. Santiago Filipuzzi - LA NACION

“Fuerza de choque”

El periodista Jorge Sigal, en tanto, recordó que cada vez que en la historia contemporánea surgieron grupos de fanáticos -con sus rituales pomposos, invocaciones a “los designios del cielo” y propuestas civilizatorias- las primeras reacciones que despertaron en las sociedades fue la risa o la indiferencia. “La impostación suele generar perplejidad en la gente, porque se asemeja a las actuaciones dramáticas, son puestas teatrales”, señaló.

“No sabemos si este lanzamiento tendrá necesariamente un destino trágico o quedará en su fase puramente actoral. Pero, la presentación de la “guardia pretoriana” de Javier Milei no puede tomarse a la ligera”, advirtió.

Dijo que constituye una organización doctrinal bendecida por el propio jefe de Estado, con el apoyo de ministros, legisladores y altos funcionarios. “¿Una estructura paraestatal? No podemos apresurarnos en la calificación, pero cabe hacerse la pregunta, aunque la iniciativa sea solventada por sus adherentes y esté integrada por voluntarios sin responsabilidades en la función pública”, precisó Sigal.

Observó que se trata de “una fuerza de choque (guardia pretoriana) al servicio de un líder. Sus militantes ingresan a la Casa Rosada, visitan ministerios y son frecuentemente convocados para difundir las ideas libertarias.

“En un país que padece una grave crisis de representación, con sus partidos políticos anémicos, con media población aún sumergida en la pobreza, el anuncio de cualquier batalla -aunque aparezca recubierta de barniz cultural- puede ser un muy mal augurio. ¿Qué armas emplearán en esa “batalla”? Si hasta ahora -antes de ser “guardia pretoriana”- desataron una furiosa guerra de descalificaciones verbales a través de redes y medios de comunicación, ¿cuáles serán los pasos siguientes?”, se preguntó Sifgal.