Di Tella en los medios
Clarín
18/07/24

Así es el videojuego que simula estar sumergido y “ser parte” del río Atuel

Por Alex Leibovich

Pablo Quarta, profesor de la Licenciatura en Diseño, produjo "Atuel", un videojuego multipremiado.


El videojuego fue realizado por la compañía argentina Matajuegos para acompañar el documental del mismo nombre llevado a cabo por la agrupación 12.01 Project.


El río Atuel atraviesa principalmente el sur de Mendoza y llega hasta el noroeste de La Pampa. Su vínculo con los habitantes de nuestra tierra se remonta a los tiempos en los que los puelches lo llamaron “Latuel”, que significa “Alma de la tierra”. Inspirados en su historia, un grupo de documentalistas lanzó un videojuego que resultó multipremiado: Atuel.

Se trata de una experiencia inmersiva que permite a quien lo juega explorar el río a través de múltiples capas; la geológica, la mitológica, la emotiva. Es un trayecto casi hipnótico, onírico, en el que el jugador toma el mando de un pez, de una nube, de un zorro, del mismo río. “En cierto sentido, habitás el Atuel”, dice Pablo Quarta, productor del videojuego.

La obra arrancó como un proyecto de un grupo de documentalistas internacionales, el 12.01 Project. Es una organización enfocada en contar historias sobre cambio social y conservación del ambiente. Hicieron una profunda investigación sobre la importancia del Atuel y el peligro que corre de secarse. Para ello tomaron capturas de video con drones y realizaron entrevistas a especialistas. Recibieron un subsidio de un programa inglés para hacer un videojuego que acompañe al largometraje, y para dicha tarea encontraron a una cooperativa argentina, Matajuegos.



El videojuego es una experiencia inmersiva en el que se puede encarnar a peces, zorros, nubes y hasta el mismo río.

Estos ya trabajaban en videojuegos y experiencias virtuales con una temática social y política. Habían realizado marchas virtuales hacia el congreso para acompañar a las que estaban en la calle (Onda verde), videojuegos sobre derechos laborales (Union Drive) y uno sobre inteligencia emocional para adolescentes (Viaja Baraja).

“Les dimos la propuesta de hacer un videojuego documental surrealista. Ya que el largometraje iba a ser muy racional, pensamos que la obra tome el material y lo reinterprete en forma de un sueño”, dice Pablo Quarta, docente en la Universidad Nacional Raúl Scalabrini Ortiz y en la Torcuato Di Tella. Él fue el presidente de la compañía antes de su disolución a principios de este año y también se desempeñó como productor de Atuel. “Nos enfocamos en que tocara el material desde otro lugar, llevar el material a un tipo de texto más interpretativo, más meditativo, más reflexivo”, añade.

Así, durante cerca de un año el equipo de Matajuegos trabajó en el proyecto en un ida y vuelta constante con los documentalistas. El presupuesto era pequeño, por lo que se pensó en un videojuego de 20 a 30 minutos de duración. Y para ello, debían hacer un proceso de selección de todo el material con el que contaban. “Los primeros 6 meses fue organizar el proyecto, entender qué regiones queremos representar y cómo representarlas porque claramente no podíamos tomar todos los 500 y pico de kilómetros que recorre el río”, cuenta Quarta.

El equipo seleccionó 10 minutos de audio de entrevistas, entre las cuales figuran geólogos hablando de la prehistoria del lugar, activistas hablando de la lucha para el derecho del agua y la conservación, ingenieros civiles hablando de cómo se construyeron las represas y cómo se cambió el curso del agua, un alfarero que recuerda las historias que le contaban sus abuelos sobre el río y un puestero que cuenta sobre la relación de las comunidades originarias con el Atuel.



El arte de tintes surrealistas de Santiago Franzani va acompañado de testimonios de activistas, geólogos, ingenieros civiles y habitantes de la región.

“El videojuego es como un caleidoscopio; cambia tanto de épocas como de perspectiva como de temas para mostrar que el río no es solo un cauce de agua, sino que es el corazón de un ecosistema muy complejo en el cual estamos incluidos como personas por más que muchas veces nos alienemos y desconozcamos esa conexión”, afirma Quarta.

El trabajo artístico estuvo a cargo de Santiago Franzani, un animador y modelador 3D que venía trabajando con un estilo surrealista y que ya estaba inmerso en temas relacionados con el cuidado del medioambiente. Para dicha tarea concibió una paleta de colores expresionistas que tomó los colores de la región, pero los saturó para pintar el paisaje de manera extraña, en sintonía con la atmósfera onírica del juego. Por otro lado, trabajaron con un modelo en 3D con pocos polígonos y de texturas suaves.

Apenas fue concluido, Atuel comenzó un trayecto por festivales, recibiendo premios del Brasil Independent Games (BIG), el IndieCade en 2022 por Innovación de diseño experimental y el segundo premio en el Salón Nacional de Artes Visuales, además de ser expuesto en muchas galerías y exhibiciones como el Fantastic Pavillion del prestigioso Festival de Cannes. “Fueron más de 36 festivales en más de cinco continentes”, dice Quarta.



El videojuego fue expuesto en la exhibición Fantastic Pavillion de Cannes, además de haber ganado premios de más de 36 festivales en cinco continentes.

Atuel hoy puede descargarse con o sin colaboración en el sitio itch.io y próximamente estará disponible para bajar de manera gratuita de la plataforma Steam. Y aunque Matajuegos se disolvió a principios de este año ya que cada integrante decidió seguir un camino diferente, Quarta sigue trabajando con Santiago Franzani y no descarta lanzar un próximo proyecto ligado a la coyuntura política y medioambiental.