Creció un 66% el delito en los hogares en la pandemia
El Índice de Victimización que elabora el Licip arrojó que el 31.1% de los hogares en 40 centros urbanos del país fue víctima de al menos un delito en los últimos 12 meses.
Un estudio precisó que, desde que comenzó el decreto del aislamiento social, preventivo y obligatorio impulsado a fines de marzo último por el gobierno para atenuar el avance del Covid-19, aumentaron en un 66% los delitos sobre integrantes de diversos hogares dispersados en la Argentina.
Así lo detalló un informe llevado a cabo por el Laboratorio de Investigaciones sobre Crimen, Instituciones y Políticas de la Universidad Torcuato Di Tella, el cual abarcó el “índice de victimización”, es decir, el “porcentaje de hogares cuyos miembros convivientes sufrieron al menos un delito en los últimos 12 meses, hayan sido denunciados o no a una autoridad competente”.
Según el informe, en abril se registró la media más baja de todo el año, con un 18,7%, porcentaje que se disparó al 31,1% en tan solo cuatro meses. De esta manera, si se toma como base la primera estadística, el dato más impactante es que, en el citado periodo, el incremento del índice de victimización fue del 66,3%.
Asimismo, el documento agregó: “La medición de agosto de 2020 estima que el 31.1% de los hogares de Argentina fueron víctimas de al menos un delito en los últimos 12 meses, 2 puntos porcentuales por encima del valor observado en agosto 2019 y 6.5 puntos porcentuales por encima del valor observado en julio 2020. Este aumento significativo del índice respecto al mes de julio 2020 parece ser consistente con la flexibilización de la cuarentena y su menor cumplimiento”.
Robo en hogares
Por otro lado, según investigó Diario Popular, muchos de estos ilícitos suceden en el propio hogar, donde los habitantes quedan indefensos ante el accionar de los delincuentes.
Al respecto, el licenciado en Seguridad Pública, Luis Vicat, explicó que “el aumento en las estadísticas se da por varios vectores” como, por ejemplo, “la cantidad de gente que necesita dinero para consumir tóxicos, lo cual hace que salgan a buscarlos y aumenten los delitos predatorios y de oportunidad que estaban bastante bajos al principio de la cuarentena a raíz de la importante presencia policial en las calles, aunque ahora se ha relajado y, en consecuencia, la delincuencia aumenta”.
“En algunas zonas del Conurbano profundo hubo una reaparición de la violencia para el ingreso en las casas: les abren la puerta a hachazos; también están los ‘patachorros’ (una modalidad delictiva que consiste en abrir la puerta de una casa a patadas para luego entrar a robar) e incluso algunos usan unos arietes como los de la Policía y entonces derriban la puerta de un solo golpe”, añadió en diálogo con Diario Popular.
Bajo esta línea, Vicat contó que “una de las modalidades de robo más básicas es el escruche (una modalidad delictiva que consiste en el acceso a una vivienda en la que no hay gente)”.
“Por ejemplo, varias personas que tienen inmuebles en la Costa y no pueden ir producto de la pandemia, se encuentran bajo una alta posibilidad de que sean víctimas de este tipo de robo”, lamentó.
Entre otros ejemplos, el licenciado en Seguridad Pública manifestó que también prevalece “el clásico cuento de la entradera, ya sea con el levantón en la calle para poder entrar o con el cuento del tío que se transforma en entradera”.
“Sobre esta última, los malvivientes logran (disfrazados como trabajadores de alguna empresa de servicios), tras cortar la luz o el gas, por ejemplo, ingresar al hogar y ahí llevan a cabo el robo”, puntualizó.
Y agregó: “Hubieron casos en el que se tomó de rehén al encargado de algún edificio y después se visitó bajo cualquier excusa a los habitantes del mismo. Entonces, como van con el encargado, los vecinos le abren”.
MIEDO. Los hechos con máxima violencia
El informe detalló que, en agosto, 17 de cada 100 hogares reportaron haber sufrido al menos un robo con violencia, en tanto que las ciudades medianas fueron las más afectadas por los crímenes.
Es que las diversas modalidades delictivas tuvieron “una participación relativa del 50 por ciento sobre el total de delitos sufridos por los hogares”.
Respecto al índice de victimización, el mayor porcentaje se dio en las ciudades medianas (entre 100 y 500 mil habitantes), donde el 34 por ciento de los hogares consultados afirmó haber sufrido algún tipo de delito en los últimos 12 meses.
En las ciudades más grandes (más de 500 mil habitantes), el porcentaje de victimización se situó en un 31 por ciento. Tan solo el 17% de los hogares correspondientes a ciudades pequeñas (entre 10 y 100 mil habitantes) confesó haber sido víctima de uno o un grupo de delincuentes en el citado periodo, según aclaró el relevamiento.