Marcelo Rabossi: "Sin una idea de país ni un modelo de desarrollo, es imposible pensar qué tipo de universidad necesitamos"

Desde 1989 se han creado 80 universidades, es decir, se triplicó el número de universidades disponibles: de 40 pasó a 120, contó la periodista Luciana Vázquez. Al respecto, Marcelo Rabossi opinó: “No se puede decir que el sistema universitario argentino sae vigoroso y que esté diseñado a partir de un modelo de país productivo”.

“Hay estudios que demuestran que hay una correlación positiva y una asociación directa entre creación de universidades y desarrollo económico. Sin embargo, la Argentina se mantiene con el mismo PBI per cápita desde la década de 1980. Es decir, crear universidades es necesario, pero no suficiente para el desarrollo”, explicó el experto en educación.

“El primer punto importante es entender hacia dónde queremos ir”, apuntó Rabossi, “Qué modelo queremos poner en funcionamiento determinará los recursos que necesita el país. Desde La Noche de los Bastones Largos (1966) se ha perdido el rumbo que asocia un modelo productivo de desarrollo nacional con el tipo de carreras que se impulsan. El problema es profundo porque no hay un modelo de país en marcha”.

El problema principal es que el modelo argentino no prioriza un tipo de formación, explicó el profesor. “El sistema es libre. Es un sistema público que no tiene ningún tipo de cuota o topes: cada potencial alumno decide qué cursar. El Estado debería orientar la demanda. Se están gastando alrededor de $100.000 por mes en graduado de universidades públicas sin orientar la demanda de recursos humanos”, explicó Rabossi.

“La universidad pública está formando 16.000 abogados por año y 20 químicos en materiales, mientras tanto tenemos la tercera reserva de litio del mundo”, advirtió el especialista. Con respecto al plan de acción, Rabossi dijo: “Hay que insistir en una formación muy sólida y fuerte en matemáticas y ciencias exactas desde el secundario. También hay que hacer que ciertas carreras en ciencias aplicadas sean más cortas creando una especie de licenciatura”.

“Sin una idea de país ni un modelo de desarrollo es imposible pensar qué tipo de universidad necesitamos. La Argentina vive de la nostalgia, del pasado y de lo que fuimos. Hoy ya no estamos en ese nivel”, advirtió el profesor de la Escuela de Gobierno.

Finalmente, al ser consultado sobre los modelos universitarios en la región, el especialista de la UTDT resaltó el modelo chileno: “Se toma a Chile como uno de los modelos que más se ha desarrollado y crecido, y se han incorporado alumnos de los estratos sociales más bajos. Es un sistema oneroso, pero recientemente ha habido una reforma a partir de las cuales las personas pertenecientes al 40% más pobre no pagan”.

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