18/11/6
Confianza en la Justicia
<DIV><DIV class=txtGrande>Informes reunidos por entidades privadas revelan una nueva caída de la confianza en la Justicia, una de las fuentes de legitimidad de las instituciones republicanas.</DIV></DIV>
Datos de distintas entidades privadas indicaron que la confianza de la opinión pública en el sistema de Justicia bajó un dos por ciento en el último cuatrimestre y que la mayor falta de credibilidad se registró en la Capital Federal y en el Gran Buenos Aires. Es oportuno señalar que una de las principales fuentes de legitimidad de las instituciones es el merecimiento de reconocimiento y confianza ciudadana. En el caso del Poder Judicial, la opinión pública tiene una percepción altamente negativa, apoyada en experiencias y en razones. Según el trabajo de la Universidad Torcuato Di Tella y de las organizaciones Fores y de la Fundación Libertad, más del 80 por ciento de los encuestados considera el servicio de Justicia como poco o nada eficiente, al tiempo que descree de la imparcialidad de los jueces. Esto expresa el escepticismo ciudadano acerca de una cultura jurídica que le brindó amparo y cobertura a episodios oscuros de nuestra historia, en los cuales se permitieron la postergación de derechos constitucionales, la comisión de abusos y actos arbitrarios. La integración de la estructura judicial a partir de criterios de lealtad personal a miembros de otros poderes dejó un sesgo que la escasa transparencia y la debilidad del sistema disciplinario no han podido cambiar, y el nivel preocupante de ineficiencia provoca malestar en la ciudadanía por la duración de los casos. Los jueces son los encargados de hacer valer la ley, impidiendo los abusos de los poderosos y garantizando que las disposiciones constitucionales no se conviertan en letra muerta sin capacidad de intervenir en la realidad. Las tareas pendientes obligan a que los jueces edifiquen la confianza en la Justicia a partir de la integridad y de la corrección de sus decisiones y a que se implementen las medidas necesarias para que nuestro sistema judicial alcance una mayor eficiencia.