Roberto Gargarella, sobre los cuadernos de la corrupción: "Lo que está pasando es revolucionario en términos de la justicia"
El profesor de la Escuela de Derecho UTDT conversó con Sergio Berensztein en el programa "Vuelo de Regreso" sobre los cuadernos de la corrupción. Al respecto, dijo: "Dudo que se esté gestionando bien. Pero es un hecho que representa un giro". También analizó lo que dejó la discusión en torno a la legalización del aborto: "La Argentina cambió, y ese cambio es irreversible".
Consultado sobre lo que está generando a nivel político el
escándalo por los cuadernos de la corrupción, el profesor de Derecho de la Universidad Torcuato Di Tella dijo: "Separaría dos cosas,
una es la veracidad o no de los cuadernos. Luego está el valor de los cuadernos
como prueba”, aclaró. En este sentido, dijo que “hubo mucha discusión al
respecto”. “Parece que lo que interesa en este tipo de temas es el contenido y
no el soporte de lo que se quiere decir, la declaración que va a hacer es lo
mismo. Yo creo que esas fueron más bien maniobras para embarrar la cancha”,
opinó Gargarella.
“Después está la cuestión de cómo están actuando el juez y el fiscal hoy, tanto Bonadío como Stornelli, y qué se puede esperar de ellos. Creo que ahí la cosa es más delicada”. Al respecto, apuntó: “Los antecedentes de Bonadío son problemáticos, para esta causa o para cualquier otra. En ellos pesa, por un lado la conciencia del enorme desprestigio que tienen la Justicia y ellos mismos, especialmente Bonadío. Y por otro lado, la luz que representó el Lava Jato en Brasil. Hay mucho de ese operativo que tienen en mente. Bonadío quiere emular ese camino, de detener empresarios, asustarlos, darles la zanahoria de la declaración o del testigo protegido, asustarlos con la prisión, cargar sobre empresarios y no sobre políticos, filtrar información a la prensa. Ese operativo Lava Jato estuvo improvisado y trucho en la Argentina”, argumentó.
“Hay una disputa personal del juez Bonadío con algunos de los imputados y personas nombradas en los cuadernos, incluso la ex presidenta, que lo mostraron a él como haciendo mucho ruido sobre zonas que no tenía sentido que hicieran tanto ruido. No es necesario, por ejemplo, que Cristina no tenga fueros para avanzar en la causa”, declaró. “Eso muestra más cierta vocación rimbombante que compromiso de fondo”, dijo. “Más allá de todo esto, creo que todo lo que está pasando es revolucionario en términos de la justicia. Tiene una potencia, al menos, revolucionario. Que se esté gestionando bien, lo dudo. Es posible que haya la chapucería de venganzas personales y de apresuramientos indebidos que ya hubo en otros casos. Pero es un hecho que representa un giro. Ha habido un cambio legal, con la ley del arrepentido, y ese es un cambio interesante”.
Finalmente, habló sobre la posibilidad de que la despenalización del aborto sea incluida en la reforma del Código Penal. "Ese tipo de reformas se pueden hacer al calor de las coyunturas", dijo. También hizo alusión a lo que significó el debate social en torno al proyecto de legalizar la interrupción voluntaria del embarazo: "El hecho sociológico de la época es que ha habido un giro copernicano, la Argentina cambió y ese cambio es irreversible. Salvo la ultraizquierda, en las últimas elecciones nadie hablaba del aborto. Dos meses después, todo el mundo está hablando del aborto. Ese cambio es extraordinario y no tiene vuelta atrás", concluyó.