Di Tella en los medios
Bastión Digital
21/09/15

¡Nos invaden!

Por Andrés Hatum

Me pidieron que los presente…¡¿para qué?! Si ya están acá, ¡y se ocuparon de invadirlo todo! Hablo de la Generación Y, también llamados Millennials o Generación del Milenio. Han sido descriptos como egocéntricos, desconfiados, desleales, superficiales, y carentes de reglas. Pero el mejor adjetivo para describirlos es realista. Esta generación plantea un desafío enorme para la economía.
Quien escribe es de Generación X, “ni chicha ni limonada” hubiese dicho mi abuelo cuando se refería a algo chirlo (esta expresión debe ser Baby Boomer). Los X nos quedamos chicos demográficamente respecto a la enorme cantidad de Y que hay en el mercado. Nos invaden. Mejor dicho, nos invadieron. Repasemos un poco las generaciones.

Hoy son tres las generaciones relevantes que trabajan juntas, los Baby Boomers (hijos de la postguerra 1946 a 1964); la Generación X (1965 a 1980), y la Generación Y (1981-2000).  No vamos a hablar de la generación posterior, la Z, ya que si bien está entre nosotros, no participa, aún, de la vida organizacional.

La Generación Y como los Baby Boomers en su momento, es enorme. Se estima que el año pasado ya representaba 47% de la fuerza laboral de los Estados Unidos. Esta cifra nos muestra la impresionante renovación de la fuerza de trabajo que ocurrirá en unos pocos años y el período crucial en el que las empresas tendrán que adaptarse a los rápidos cambios demográficos que afectarán a las organizaciones. 

Hace algunos años, un Vice-Presidente Global de recursos humanos de una empresa de servicios profesionales me dijo: “Teníamos el candidato para la promoción. Le comunicamos las noticias.  ¿Qué esperás cuando te avisan que has sido promocionado? Alegría, ¿no? Bueno, no fue el caso.  Esta persona, muy seria nos dijo “no puedo aceptarlo, es que me voy a tomar un año sabático. Seis meses de surf y seis meses ayudando a una buena causa en África”.  Para esta empresa significó un parar a pensar, ya que esta situación podría ser una tendencia y ellos no podían darse el lujo de perder talentos. En poco tiempo la decisión fue acompañar el sábatico del candidato frustrado y de varios otras personas que empezaron a requerir cosas similares implementando prácticas de recursos humanos impensables hasta ese momento.

Los miembros de la Generación Y han sido descriptos como egocéntricos, desconfiados, desleales y carentes de reglas. Ah! Superficiales también. Todos adjetivos pocos halagadores. Esta mirada pesimista no ayuda a entender cómo trabajar con la fuerza laboral más poderosa y potente en los últimos años. El mejor adjetivo para describir a esta nueva fuerza de trabajo es realista. En general son hijos de los Baby Boomers que dedicaron sus vidas a trabajar por sus empresas y que terminaron saltando de una organización a otra al final de sus carreras por causa de las crisis económicas. Los Gen Y no crecieron ni se formaron en la era de creciente seguridad laboral que duró casi un siglo, sino en un período más turbulento y de un debilitamiento de los vínculos entre empleados y empleadores. La lealtad de esta generación se traslada desde sus empleadores hacia ellos mismos si sienten que una empresa no ofrece las oportunidades que buscan.

Esta generación ha sido caracterizada por tres dimensiones: multitasking, integración vida-trabajo, conciencia social (además de que son expertos en el manejo de la tecnología).  Analicemos brevemente cada una de estas dimensiones.

Los Y han sido criados en un contexto de mucha estimulación, que les permitió desarrollar habilidades de multitasking; pueden realizar interacciones de negocios, escuchar música, visitar Facebook en forma alternada y sucesiva. Algunos ejecutivos lo consideran una conducta irrespetuosa, pero también hay muchas empresas que se están amoldando a esta característica.  En Google nos decían “es muy importante que el jefe haga coaching a los miembros de su equipo que sean Gen Y para que puedan priorizar bien, para que sean estratégicos en sus decisiones y no pierdan productividad…ya que en empresas como Google es muy fácil marearse con la cantidad de cosas que se hacen”.

Esta generación también presionará a las organizaciones para obtener una integración entre la vida y trabajo así como una auténtica responsabilidad corporativa para hacer una diferencia. No se trata de equilibrar la vida y el trabajo como intentó, infructuosamente, la gente de mi generación.  Esto tal vez no les baste. Sus diversas actividades (el trabajo es una de ellas) requiere involucrar sus trabajos y sus lugares de trabajo en sus vidas.

Empresas como Salesforce.com son atractivas para las nuevas generaciones por su modelo filantrópico creativo y realista. La empresa lo llama el modelo 1/1/1: 1% del tiempo, 1% del producto, 1% de las acciones. Los empleados tienen hasta 6 días por año para trabajo voluntario (178.000 horas entre todos los empleados); donan el 1% en valor de sus productos a ONGs y, el 1% de las acciones para financiar innovación en ONGs también.

La Generación Y puede generar un gran impacto en la forma en que trabajamos hoy, debiendo relegar viejos paradigmas de gestión y de la forma en que debemos trabajar. Los Y pueden apoyar las nuevas formas organizacionales requeridas por las empresas si éstas son capaces de integrarlos y si sienten que pueden lograr la oportunidad de desarrollarse en un contexto de libertad, flexibilidad y responsabilidad de la empresa a la sociedad. 

¿Y cómo líderes? Definitivamente están demostrando ser potenciales líderes que tienen primero capacidad de aprender, desaprender y re-aprender para aggiornarse. Segundo, serán líderes más colaborativos que los modelos más jerárquicos y menos participativos de liderazgo.

Definitivamente esta generación plantea un desafío enorme para las empresas y para la economía general, pero a la vez es una oportunidad tremenda ante un cambio generacional que se concretará contundentemente en los próximos 5 años. Para la gente como yo de la Generación X es una oportunidad de aprender, flexibilizarnos y, por qué no, aprovechar de los logros de esta generación para poder encarar la vida personal y profesional de otra forma…con mayor desparpajo y felicidad.

Aunque ya están, bienvenidos. Llegaron para quedarse y revolucionar las organizaciones.

(*) Profesor de la Escuela de Negocios de la Universidad Torcuato Di Tella
Publicado en: Sociedad
Link: http://ar.bastiondigital.com/notas/nos-invaden