A propuesta del Departamento de Historia, la Universidad Torcuato Di Tella declarará a Ricardo Piglia Doctor Honoris Causa por su distinguida trayectoria como escritor, crítico literario y profesor universitario.

Piglia es uno de los intelectuales más destacados del mundo hispano, con una larga y reconocida carrera. Su obra lo ubica como uno de los escritores más originales e innovadores en nuestra lengua, así como también uno de los lectores más agudos de nuestra tradición literaria y de su relación con la literatura mundial.

Comparte con la Di Tella una comprensión amplia y multidisciplinaria de la cultura, donde la literatura y la historia se complementan como modos de comprender el mundo, donde lo artístico y lo político establecen relaciones cercanas pero complejas que a su vez permiten poner en diálogo productivo una serie de disciplinas importantes para nuestra Universidad: la historia, la literatura, el arte y la ciencia política.

Licenciado en Historia por la Universidad Nacional de La Plata, se desempeñó como profesor de la Universidad de Buenos Aires (carrera de Letras) y como profesor visitante en universidades del extranjero. En la Universidad de Princeton, en los Estados Unidos, enseñó e investigó en forma permanente desde 2001 hasta 2011, y fue nombrado profesor emérito “Walter S. Carpenter Professor of Language, Literature, and Civilization of Spain”.  

Como escritor, publicó algunas novelas y cuentos esenciales de la literatura argentina del último medio siglo, que marcaron el tono y las preocupaciones de gran parte de los escritores de nuestro país, a la vez que fueron muy influyentes en escritores del resto de Latinoamérica y España.

Desde la Mención en el prestigioso premio cubano de Casa de las Américas en 1967 por su colección de relatos Jaulario, Piglia ganó una gran cantidad de premios importantes dentro y fuera de nuestro país, entre los que se cuentan el Premio Planeta (1997), el Premio Iberoamericano de Letras José Donoso en Chile (2005), el Premio Casa de las Américas Narrativa José María Arguedas (2011), el Rómulo Gallegos (2011), el Konex de Brillante (2014), y el reciente y prestigiosísimo Premio Formentor (2015). Su obra fue traducida al inglés, francés, italiano, alemán y portugués, y es desde hace años objeto de tesis doctorales, libros críticos y artículos académicos en la Argentina y en el exterior.

Además, es uno de los críticos literarios más importantes de una generación que renovó la crítica literaria argentina poniendo en circulación nuevos géneros como la novela policial negra, rediscutiendo el valor y el sentido de figuras como Sarmiento, Borges o Arlt, volviendo los ojos a la literatura norteamericana como un modo de renovar el lenguaje, los temas y los personajes de nuestra literatura, reflexionando de un modo nuevo sobre nuestra historia literaria y su relación con otras tradiciones. Piglia hizo esto a través de múltiples ámbitos, todos ellos complementarios. Uno de ellos fue su activa participación en un medio clásico de intervención estética: las revistas literarias. Piglia -junto con Carlos Altamirano, Héctor Schmucler, Beatriz Sarlo y Germán García, entre otros- fue miembro del Consejo de Dirección de la mítica revista Los libros (1969-1976).

Otro de sus ámbitos de intervención innovadora fue como director de colecciones. En 1969 creó la colección de textos policiales negros Serie Negra, a través de la cual hizo traducir, conocer y valorar a escritores hasta ese entonces “menores” como Chandler, Hammett y Goodis, así como también el mundo del policial norteamericano.

Piglia es uno de los críticos más finos y sofisticados de nuestro país, con enorme influencia en los círculos literarios y académicos de toda Hispanoamérica. Su perfil polifacético no es ajeno a lo idiosincrático de su producción: historiador de profesión y escritor activo además de crítico literario, la mayor parte de sus ensayos fueron escritos fuera de las instituciones académicas y sus requisitos formales. De ahí, tres rasgos centrales de su obra crítica: el interés sostenido por la relación entre la historia y la literatura, la preferencia por el género ensayístico, y la elección de un lenguaje asequible para expresar ideas y esquemas complejos, comprensible para un público educado general.