Uno solo y varios lobos
Exposición final del Programa de Artistas 2013
6 y 7 de diciembre
Universidad Torcuato Di Tella
(Figueroa Alcorta 7350)
Uno solo y varios lobos está basada en un tópico, “Comunidades alternativas”, que funcionó como eje tanto de las discusiones y clases como de la producción de obras durante la segunda mitad del Programa de Artistas 2013, bajo la conducción de Diego Bianchi e Inés Katzenstein.
La exhibición, organizada por el grupo de curadores que este año participa en el Programa de Artistas, forma parte de un proceso que tomó como punto de partida la tensión entre el deseo de comunión y el deseo de fuga como germen de comunidades alternativas. Tema y a la vez metodología de la muestra, el estar juntos y el trabajo colectivo aparecen problematizados en las obras. La exhibición explora arquitecturas de aislamiento, comunidades espontáneas y se pregunta por los diferentes ritos sociales en los que se inscribe lo común.
Artistas y curadores:
Eduardo Alcón Quintanilha / Gala Berger / Cotelito / Gaby Cepeda / Jimena Croceri / Diego de Atucha / Santiago de Paoli / Mariana Ferrari / Francisca López / Gonzalo Maggi / Bruno Gruppalli / Fernando Lamarque / Julián León Camargo / Soledad Olguín / Lucrecia Palacios/ Luciana Ponte / Mariana Rodríguez Iglesias / Sebastián Roque / Diego Spivacow / Martín Touzón.
Actividad previa | 6/12 17h - Aula A2
Conversatorio: integración y fuga. Tres casos.
Osvaldo Baigorria, Guillermo Piro, Javier Fernández Castro
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Crónica de la exposición We had the experience but we missed the meaning. An approach to the meaning restores the experience. T. S. Elliot 1. La exhibición parte del tópico “Comunidades alternativas” propuesto por los coordinadores del Seminario de Análisis de Obra. Entendimos que el tema buscaba hacernos pensar en la relación del arte con lo social. Más como pregunta que como eje discursivo, el tópico llevó a la reflexión sobre cómo estos modelos alternativos de estar en comunidad pueden ampliar nuestra imaginación social. 2. Primer acercarmiento: junio. Investigación de campo. Salimos de la utdt como grupo conformado, a visitar una comunidad vecina alternativa, real y, en apariencia, exitosa: la Aldea Velatropa, también llamado Centro Experimental y Reserva Natural de la Ciudad Universitaria. Fue una primera aproximación a una forma de vida que actualiza los modelos más utópicos y a los discursos que sus propios participantes ensayan sobre ella. Llevamos galletitas dulces. No comen nada que no sea orgánico. 3. El título, Uno solo y varios lobos, es un préstamo y modificación de un texto de Deleuze (el capítulo 2 de Mil mesetas). Lo elegimos para dar cuenta del cambio de rumbo de las obras. Lo que empezó organizado alrededor del concepto de “comunidad”, terminó pivoteando entre las nociones de “línea de fuga” y “máquina de captura”. Estos dos polos de tensión de lo social fueron traídos a la discusión por Osvaldo Baigorria en una de las charlas que nos brindó. Entre teoría desplegada y relatos de experiencias propias, logró transmitirnos la noción sintética de lo que él llama “máquinas de fuga”, proyectos e imaginaciones individuales que aspiran a escapar de la vida tal como la organiza determinada sociedad. En este sentido, toda máquina de fuga se corresponde con un planteo político. 4. Otro invitado para contribuir con la reflexión sobre procesos de trabajo con comunidades específicas fue Diego Sztulwark quien, a partir del planteamiento del proceso de investigación como una “política de lo involuntario” donde el sujeto investigador en lugar de imponer “su verdad” al mundo está “a la búsqueda de virtuales o posibles de las cosas”, presentó tres casos específicos de investigación en su seminario “Cartografías políticas”. En primer lugar un proyecto de investigación en torno a los talleres textiles clandestinos, en el que él mismo participó, relatado en el libro Chuequistas y Overlockas, y que tiene que ver con cómo ese grupo de trabajadores de los talleres textiles empiezan a enfrentar esa economía de clandestinidad. En segundo lugar el libro Operación Masacre del escritor Rodolfo Walsh donde el investigador se ve rodeado de manera involuntaria por una serie de hechos de los que no puede salir y, al aventurarse en la investigación de estos, se sumerge en un proceso de transformación personal que lo obliga a revisar sus propias certezas políticas y darles vuelta. El tercer caso fue el de Rita Segato con su libro Ciudad Juarez, la escritura en el cuerpo de las mujeres en el que revisa las violaciones y asesinatos masivos de mujeres ocurridos en esa ciudad mexicana en los años 90, a partir de una reflexión del constructo social machista de la sociedad en la que ocurrieron no como casos aislados, excepcionales, sino como parte de una estructura simbólica inmersa en las lógicas sociales dadas sobre el cuerpo de la mujer. 5. Avanzando sobre el trabajo, la mayoría de los artistas empezó a dejar atrás la idea de representar un grupo o comunidad. El tópico propuesto fue ampliándose, y en la muestra, se ve más como origen que como llegada. Nosotros mismos, como curadores, encontramos la oportunidad de olvidarnos del tema para encarar las propias obras tal cual estaban empezando a aparecer. La mayoría de los artistas del programa decidió abordar la fuga antes que el espacio en común. La exposición consta, por lo tanto, de una variedad de obras que tocan la tensión entre el individuo y la comunidad, la posibilidad de escapar al grupo social y las invenciones de estrategias colectivas o individuales frente a este problema. 6. La práctica curatorial tomó la forma del sparring: como aquel que ayuda a un boxeador a entrenarse peleando con él. Dada la naturaleza de la exhibición - las obras se produjeron a partir de un tema ya dado-, el ejercicio curatorial corrió a la par de los procesos de generación de obras. 7. Como exposición final del Programa de Artistas de la Di Tella, la muestra se inscribe dentro de la historia de las muestras realizadas por años y grupos anteriores. La particularidad de este año que constituye la presencia de críticos y curadores dentro del grupo, supuso revisar el formato de “muestra final” y trabajarlo críticamente, haciendo un esfuerzo por pensar las relaciones de las obras entre sí, de ellas con el concepto de la exhibición y el diseño de actividades paralelas que presten un marco de referencia para los trabajos. De esta manera, pretendemos que la exhibición de cuenta, no solo del trabajo de los artistas durante el año, si no también de la reflexión sobre las nociones de comunidad, proyectos útopicos y sistemas de fuga frente a las relaciones que se establecen dentro de un grupo. 8. Tema y metodología de la muestra, lo comunitario debía verse reflejado dentro del diseño de la exhibición. En ese sentido, se intentó incorporar la propia Universidad al recorrido de la exposición y en la concepción de las obras. El Dpto. de Arte dentro del plan edilicio quedó como un polo lejano del otro lado del desierto que es el estacionamiento. Quisimos que otros habitantes de esta comunidad educativa pudieran sentirse más cerca, e incluso formar parte del recorrido con el que buscamos poner en escena las tensiones entre lo que compartimos, lo que relaciona y define a un grupo, y formas de escape. Varias de las obras, a su vez, trabajan la relación del departamento de arte con otros espacios de la comunidad educativa universitaria, que incluye a docentes, servicio de limpieza, estudiantes, visitantes, etc. 9. Pensar una comunidad que no dependa de identidades fijas y precisas puede constituir otra forma de la fuga. La posibilidad de pensar una comunidad ampliada, que excede al grupo que trabajó dentro del Programa, fue llevada al cuadernillo que acompaña la exposición. En él, varios autores, críticos e historiadores que no participaron del Programa fueron invitados a participar escribiendo pequeños ensayos que los pusieron en relación con el proyecto y con los artistas. 10. Asimismo, un conversatorio prologa la inauguración de la muestra. En él, Javier Fernández Castro comentará su experiencia en el desarrollo de un plan urbanístico para la villa 31, acercando ideas sobre cómo pueden pensarse arquitecturas comunitarias. Osvaldo Baigorria presentará el caso de Néstor Sánchez, un escritor cuyo programa literario incluyó la mendicidad y la deriva. Por su parte, Guillermo Piro comentará sobre las formas comunitarias que adopta la poesía, formas que pueden iluminar, por similitud y diferencia, las formas de estar juntos que adopta el arte contemporáneo. Estos tres casos se compartirán y pondrán en discusión en el conversatorio, que pretende servir de espacio de resonancia y expansión para los temas que los artistas desarrollan en la muestra. 11. La experiencia de Osvaldo Baigorria en Argenta, una comunidad hippie establecida en Canadá durante los años 70, fue central para empezar a pensar estos problemas. Por ello, las imágenes de su experiencia forman parte de la exposición. En ellas, la posibilidad utópica de una vida alternativa como proyecto comunitario aparece de manera patente. A partir de esta idea, o en contra de ella, es que se tejen las relaciones entre las obras de la exposición, y por ello era fundamental que puedan estar presentes. 12. Esperamos que la muestra sirva no solo para generar una reflexión sobre aquello que entendemos como comunitario en términos abstractos sino sobre la comunidad específica que somos nosotros como miembros de este programa académico. Entendiendo esta comunidad educativa como un caso dentro del complejo entramado de la comunidad artística ampliada de la ciudad. Julián León Camargo Gaby Cepeda Mariana Rodríguez Iglesias Lucrecia Palacios |
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