Mensaje del Director
Antes que nada, está el producto. No hay narrativa de marca que mejore el sabor de una galleta que parece de cartón o una cerveza que tiene gusto a soda.
Pero imaginemos que el producto está, ¿qué es lo que falta? La narrativa.
Ante dos productos o servicios semejantes, la única diferencia es la manera en el que el origen de ese producto, qué es, cómo se cuenta, resuena en mi cabeza como consumidor. Y aquel producto que esté alineado con mis expectativas, valores y creencias, ese será el que elija.
Esta es la ecuación del storytelling.
Una ecuación que aplica tanto a cosas como a personas, donde lo recordable está tanto en las características de un vino como en una presentación de datos a un directorio, donde el aburrimiento -o la irrelevancia- acecha en cada rincón y un mundo donde nuestras historias ya no van a poder ser contadas en en mundo presencial, sino que casi todo estará mediado por una pantalla.
¿Cómo hacer entonces para que mi marca se destaque? ¿Cuáles son los valores que el público consumidor espera escuchar? ¿Cómo evito que la gente se duerma en una presentación de resultados?
Los mejores proyectos pueden fracasar si no sabemos cómo presentarlos. Las más maravillosas Ideas pueden ser desoídas si no tenemos la habilidad de saber transmitirlas. Incluso, una marca puede pasar desapercibida si no logramos transmitir su valor. Hacer uso de un buen storytelling, aplicado a marcas y personas, hoy es determinante para alcanzar nuestros objetivos.
Estos son los temas que veremos en este programa sobre storytelling en momentos pandémicos. Bienvenidos a la era donde ya no alcanza con solo hacer buen marketing. Bienvenidos a la era del storytelling.
Juan Ramiro Fernandez y Yael Romano