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El Economista
6/12/24

Tres analistas definen qué fue lo mejor y lo peor del año de Javier Milei

Juan Negri, director de las Licenciaturas en Ciencia Política y Gobierno y en Estudios Internacionales, analizó el primer año de gobierno de Javier Milei.

Por Agustina Rocío Fernández
El 10 de diciembre de 2023, el economista libertario Javier Milei asumió la presidencia de la República Argentina con un partido nuevo, sin experiencia y con escasa estructura. A un año de gestión, tres analistas definieron los puntos más favorables del gobierno de La Libertad Avanza, así como también lo más sorprendente y aquello en lo que debería mejorar a lo largo del mandato.

Su ascenso generó un profundo desorden en las dinámicas tradicionales de los partidos dominantes en el país, y dio paso a un nuevo escenario político que aún tiene algunos tropiezos a la hora de encontrar el equilibrio.

Convicción y gobernabilidad 
Juan Negri, director de la carrera de Ciencia Política en la Universidad Di Tella, destacó como positivo "la claridad y la convicción con la que el Gobierno encaró la necesidad de imponer un nuevo dogma económico".

Según el analista, en los años anteriores primó el descrédito de las nociones básicas de la economía, y "la dirigencia peronista no tuvo la capacidad de encarar un programa de ajuste". En cambio, Milei impuso nociones de racionalidad económica que en Argentina "parecían no entenderse", pero que lograron altos niveles de apoyo.

Por su parte, Lucas Romero, director de la consultora Synopsis, indicó que lo más positivo de este ciclo fue la "capacidad que demostró Milei de sostener condiciones mínimas de gobernabilidad". La pregunta que no dejaba dormir a los politólogos era cómo haría LLA para gobernar frente a todas las restricciones que se le imponían, y el libertario logró "sortear ese escollo con la colaboración de sectores de lobbyistas, particularmente del PRO", señaló.

Romero destacó el rol del partido de Mauricio Macri como "principal estandarte de los bloqueos a las insistencias legislativas de dos leyes que hubieran marcado un síntoma de debilidad del Gobierno".

Los logros
En tanto, Andrés Malamud, politólogo e investigador principal en el Instituto de Ciencias Sociales de la Universidad de Lisboa, destacó como positivo el haber cumplido con "los dos objetivos que encabezaban las demandas ciudadanas: bajar la inflación y la inseguridad".

El mes de octubre registró una inflación del 2,7% y, según algunos privados, en noviembre podría estar nuevamente debajo del 3%.

De acuerdo al Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que realiza el Banco Central, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de noviembre llegaría a 2,9%.

En tanto, en agosto, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich presentó las estadísticas criminales del primer semestre del año y destacó "la reducción del 10,6% en los homicidios" a nivel nacional respecto del mismo período del año pasado.

Malamud agregó que Milei "terminó con los piquetes sin un muerto". Las estadísticas de Diagnóstico Político en lo que va de 2024 registran 30% menos de piquetes a nivel nacional, con relación a igual período del año pasado.

Las tensiones por las reformas impulsadas por LLA existen, pero la paciencia social mantiene en pie el modelo propuesto.

Minoría legislativa y opinión pública
En cuanto a lo que mayor sorpresa generó, Malamud señaló la "capacidad para crear coaliciones legislativas, primero afirmativas y después de bloqueo". Con ello coincidió Negri, que afirmó que el Gobierno "encontró una fórmula mínima de gobernabilidad en el Congreso bastante rápidamente".
El politólogo de Di Tella indicó que Milei fue capaz de impulsar un programa legislativo en el Congreso en un contexto de "abrumadora minoría legislativa", apoyándose en "decretos bastante generosos". En esa línea, recordó que LLA mantuvo en pie la ambiciosa Ley Bases y los rechazos a jubilaciones y educación.
"Yo pensé que le iba a costar más", se sinceró Negri.

Y sostuvo que esto se explica porque "el electorado de Juntos por el Cambio prefiere que a Milei le vaya bien antes que levantar la mano junto con Máximo Kirchner".

En sintonía, Romero afirmó que la sorpresa tiene que ver con la creación de una "condición de gobernabilidad de excepción", que fue construida "entre el oficialismo y sectores dialoguistas" y que le permitieron al Gobierno "tomar decisiones o evitar decisiones no deseadas".

Agregó que esas condiciones de gobernabilidad están hoy construidas "sobre la base de la legitimidad popular de este Presidente, que es la que le permite obturar la resistencia política". Explicó: "Milei está gobernando porque la oposición dialoguista que podría bloquear la acción de gobierno no lo hace por temor a la reacción que pudiera tener por parte de la opinión pública frente a ese obturamiento".

Para ejemplificarlo, trajo a colación el Decreto 70/2023: "La mayoría de los constitucionalistas de Argentina van a decir que ese DNU es inconstitucional. Pero la Corte no se animó a declararlo inválido porque temen a la reacción de la opinión pública".

Demasiada confianza y promesas latentes
Finalmente, Malamud señaló que al Gobierno aún le falta cumplir con sus promesas más resonantes: "Levantar el cepo, dolarizar y eliminar el Banco Central".

Romero agregó en ese sentido que "a Milei le fue bien a pesar de Milei". Y explicó que, si bien supo desarrollar una exitosa estrategia política, el libertario podría haber aprovechado mucho mejor todas estas circunstancias si hubiera tenido más sensibilidad, pericia e inteligencia política.

"Tengo la hipótesis de que si Milei no diera entrevistas mediría 10 puntos más de imagen positiva", sentenció.

Romero definió que "si el libertario tuviera otros modos, que no generaran sentimientos refractarios en un sector moderado del electorado, entonces los podría haber seducido". Sucede que "no se puede exigir a los votantes moderados que acepten la radicalización o el fundamentalismo", pero sí se puede arrastrar a los radicalizados a aceptar la estrategia moderada.

Si desarrollara ese tipo de estrategia, "Milei sería mucho más competitivo y atractivo para una mayor parte del electorado", argumentó.

Sin embargo, "decide sostener su agenda radical, extrema y minoritaria, que poco tiene que ver con el consenso mayoritario de la sociedad argentina".

Por último, Negri planteó que el Gobierno "es demasiado optimista".
Sostuvo que "la fragilidad institucional sigue siendo una realidad, pero LLA actúa como si ya hubiese resuelto esos problemas".

El cambio cultural, en Argentina, puede manifestarse como transformaciones "mucho más efímeras de lo que parece a primera vista", describió. Y concluyó diciendo: "Yo no me confiaría tanto".