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8/08/24

Venezuela en la encrucijada: los posibles escenarios para salir de la crisis tras las elecciones

Juan Negri y Jennifer Cyr, profesores del Departamento de Ciencia Política y Estudios Internacionales, fueron consultados sobre el escenario político en Venezuela.

Por Sofía Benavides

No es la primera vez que Venezuela parece estar ante un abanico de pocas opciones luego de unos comicios. Según analistas consultados por CNN, esos escenarios, además, son nocivos en materia democrática. Tan solo las dos últimas elecciones presidenciales después de la muerte del presidente Hugo Chávez (las elecciones de 2013 y los de 2018) terminaron en laberintos similares al actual: con un triunfo oficialista, con un sistema electoral cuestionado, movilizaciones populares que incluyeron violencia y efectos migratorios que dañaron la convivencia regional.

Sin embargo, parece haber un consenso entre los expertos en relación con una diferencia crucial: ahora el triunfo de la oposición parece más evidente que nunca (incluso en antiguos bastiones chavistas) y también lo es la posibilidad de que haya habido fraude, ante la falta de publicación de las actas de escrutinio desagregadas.

Para Benigno Alarcón, director del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello de Venezuela, las circunstancias actuales son diferentes porque el triunfo de la oposición es indudable, dentro y fuera del país.

"Nunca en el pasado había sido así de claro. En el 2013 hubo una elección cuestionada, pero sin una confirmación del éxito de la oposición; en el 2018 hubo una elección fraudulenta sin dudas, pero la oposición ni siquiera había participado. Y tras eso, cuando Juan Guaidó se autoproclamó presidente encargado, el hecho de que no fuera un candidato electo le ponía, como solemos decir, un plomo en el ala", dijo a CNN.

Además, en esta elección, la oposición llegó unida incluso después de la inhabilitación de su líder principal, María Corina Machado, y el apoyo a Edmundo González fue mayoritario. Y esa unidad se ha mantenido incluso después de que el Consejo Nacional Electoral difundió los resultados que proclaman a Nicolás Maduro. Con todo, el panorama sigue abierto y no hay consenso en torno a cómo se desarrollará de aquí en más.


¿Cuáles son los escenarios posibles?

Los analistas consultados por CNN para este artículo no son optimistas con respecto a las opciones que están sobre la mesa, y las experiencias del pasado demuestran que la situación de un impasse político como el actual ha favorecido a Maduro.

Entre las novedades, muchos analistas observan el resurgimiento de la sociedad civil como actor en el mapa político. "La sociedad civil, que en el pasado había estado un poco dormida, ha vuelto a aparecer en escena a través de las movilizaciones populares", dijo a CNN Juan Negri, director de la carrera de Ciencia Política y Estudios Internacionales de la Universidad Torcuato Di Tella en Buenos Aires.


Una improbable nueva elección

Pasadas casi dos semanas de las elecciones, convocar a nuevos comicios es la menos probable de las opciones en Venezuela, opinan los expertos consultados.

"No creo que sea el escenario más probable porque depende de varios factores, pero consistiría en que, ante las presiones internas y externas —y por internas me refiero también a los blandos dentro del chavismo— Maduro acepte la celebración de nuevas elecciones con algún argumento elegante de problemas técnicos o burocráticos", consideró Negri.

Juan Pablo Laporte, profesor de la Universidad de Buenos Aires y de la Universidad Austral, también es escéptico ante un escenario de acuerdos. "Se llegó a las elecciones presidenciales luego del 'Acuerdo de Barbados', en el que gobierno y oposición coordinaron una serie de garantías para la realización de elecciones limpias y transparentes, con observadores internacionales. Habiéndose roto, parece difícil pensar que una salida negociada podría tener éxito, dado el fracaso del intento más ambicioso hasta el momento en este aspecto".

El endurecimiento del discurso de Maduro en los últimos días, además, lo hace ver improbable, añadió Negri.


Posible fisura de las Fuerzas Armadas y el "factor Brasil"

Según Negri, en Venezuela podría darse un escenario comparable con lo ocurrido en Europa Oriental entre finales de los años 80 y principios de los 90. "Las movilizaciones masivas podrían provocar un sisma que provoque fisuras en las Fuerzas Armadas, hasta que en algún momento los generales le digan a Maduro que ya no pueden garantizar su seguridad, con lo que él decida abandonar el país", explicó a CNN.

En ese escenario, agregó, el "factor Brasil" sería crucial.

"Brasil podría oficiar como un negociador que le garantice la seguridad de sus activos y de su familia. La comunidad internacional sería la encargada de hacerle un puente de oro a Maduro y de garantizarle el exilio. En ese escenario se abre otra puerta de qué pasa adentro de Venezuela. En el mejor de los casos, una transición hacia un régimen democrático", indicó.

Para Negri, la presión internacional puede operar en Venezuela, "pero no en el vacío, porque la posición del Gobierno después de 2019 es incluso más firme, y conforme pasa el tiempo se sigue fortaleciendo". Jennifer Cyr, profesora Investigadora de Ciencia Política y directora del posgrado en Ciencia Política en la Universidad Torcuato Di Tella, opina que la salida negociada y mediada por Brasil es la única salida pacífica a la crisis.


Celso Amorim fue el enviado a Lula da Silva a las elecciones de Venezuela (Ronaldo Schemidt/AFP via Getty Images)


"Debería ser una negociación entre el régimen y la oposición que incluya a las Fuerzas Armadas", indicó.

Cyr también añadió que para que ese escenario resulte, el Gobierno de Maduro debe obtener concesiones: “Hemos aprendido de transiciones como la chilena entre el 88 y el 89 que hay que dar garantías como una forma de resolver el impasse y recuperar la democracia”.

Hay dos factores, sin embargo, que parecen indicar que ese no es el rumbo actual de la situación. El primero de ellos es que el Gobierno de Maduro no da muestras de estar revaluando la situación. “No hay ninguna evidencia de que esté abierta la puerta de la negociación; por el contrario, el Gobierno está jugando muy duro y ha tomado el camino represivo”, dijo Negri. El segundo factor tiene que ver con las Fuerzas Armadas, que no han mostrado señales de fisuras y que en varias oportunidades desde el comienzo de la actual crisis han ratificado su apoyo a Maduro.


González Urrutia, ¿"presidente encargado"?

Similar a lo que ocurrió en 2019, cuando Guaidó se autoproclamó presidente encargado de Venezuela y llegó a ser reconocido por más de 50 países, algunos se preguntan si ese podría ser un camino para ejercer presión al gobierno a través de González Urrutia.

"Creo que lo que sucedió entonces fue que la oposición cometió muchos errores, entre ellos que se prolongó más de la cuenta (...) Pero ese escenario cambió: ahora estamos ante una oposición mucho más unificada debajo de María Corina Machado, que logró ese lugar a través de unas primarias internas. En 2019 la oposición aún estaba muy dividida entre la estrategia callejera o la vía institucionalista, y no creo que Maduro haya visto a Guaidó como una amenaza como la que representa María Corina Machado", dijo Cyr.

Aunque coincidió en que el contexto ha cambiado, Negri opinó que Maduro tiene todo para ganar. "Con repetir su actitud en el 2019, el Gobierno ya tiene una ventaja. Me refiero a dejar que pase el tiempo, no darle entidad y aguantar. Algunos países podrían llegar a jugar la carta dura, por ejemplo EE.UU. podría aplicar alguna sanción más, pero no creo que sea una estrategia que vaya a tener éxito", consideró.

"El escenario de un González Urrutia como presidente encargado me parece difícil, dado que el consenso internacional tampoco es unánime al respecto. Sería difícil para él hacer uso de su poder presidencial —incluso hacia dentro de su coalición, siendo la verdadera primera figura de la oposición Maria Corina Machado— dado el control de los principales resortes del Estado por parte del gobierno bolivariano", señaló en el mismo sentido Laporte.


La economía y el contexto internacional da una ventaja a Maduro

Maduro llegó a los comicios del 28 de julio con algunas cuestiones de peso a su favor. Entre ellas, algunos acuerdos económicos con Estados Unidos para abrir la ruta electoral ―aunque no exentos de turbulencias ―, además de su firme alianza con países como Rusia, China e Irán. Eso colaboró con una mejora de los valores de la economía venezolana, al menos respecto del 2019, según Laporte.

"A través de una dolarización de facto, la aún muy precaria economía venezolana se ha estabilizado en relación a los índices presentes en crisis anteriores, lo cual podría suponer una facilidad para que Maduro mantenga el poder", indicó.

Pero hay un factor más en el que se detiene Cyr. "No hay que olvidar que el contexto internacional es un contexto de retroceso democrático (...) Los discursos democráticos no son precisamente los que están en auge, y hay menos confianza en la ciudadanía en lo que los regímenes democráticos pueden ofrecer", afirmó.

Para ella, esto representa una ventaja para un régimen que no puede —y posiblemente ya no le interese— defenderse a sí mismo como una democracia. "En un contexto en el que la democracia no es un valor tan fuerte, Maduro puede apostar a seguir mejorando la economía —que no es tan difícil porque hace 10 años estaba destruida—, a lograr cierta idea de seguridad —aunque sea mediante represión— y a apostar mantenerse en el poder", abundó.

También la fragmentación internacional puede operar cómo un punto de apoyo para Maduro, dijo Laporte. "Puede encontrar más medios para mantenerse en el poder, ya sean económicos, diplomáticos, o incluso coercitivos. La dificultad por parte de las instituciones internacionales en el enforcement de las medidas condenatorias hacia Maduro y su régimen dificultarán el campo de acción de los países que apoyan a la oposición venezolana".

Por eso, y a pesar del emergente protagonismo de la sociedad civil, tanto los antecedentes históricos como el contexto parecen favorecer, al menos circunstancialmente, al Gobierno de Maduro.