En los medios

Perfil.com
17/07/24

Juan Tokatlian: "No creo que el Trump que llegue ahora vaya a obligar al FMI a auxiliar a Argentina"

El profesor de la Licenciatura en Estudios Internacionales fue entrevistado en Modo Fontevecchia sobre la campaña presidencial norteamericana.

Por Jorge Fontevecchia


Juan Tokatlian | Captura de YouTube


Juan Tokatlian definió a Donald Trump y a Javier Milei como una "coalición de reaccionarios" y sostuvo que, frente a un triunfo del republicano, va a haber "una cierta sincronía ideológico-dogmática" con Argentina. Además, señaló que si el Partido Republicano logra la victoria, Estados Unidos podría experimentar un cambio radical que no se ha visto en los últimos 50 años. “Hoy no importa mucho qué pueden hacer los demócratas en un escenario en el cual Trump logró salir ileso del atentado”, expresó en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1).

El intento de magnicidio a Donald Trump continúa generando gran conmoción. ¿Considera que, después del atentado y del mal desempeño de Biden en el primer debate, el triunfo de Trump es irrefrenable?

Yo diría que antes del debate entre Trump y Biden, el escenario, al menos en términos de las encuestas, mostraba a vaivenes, un presidente Biden que estaba descendiendo en estados claves, un Trump que estaba estableciendo la agenda de polémica y de controversia, pero también un Trump que, a raíz de los fallos judiciales en su contra, aparecía como una persona que podía tener flancos débiles notables y eso ser utilizado por el presidente Biden. Nada de ello ocurrió en el debate, y a partir de ese momento lo que se instaló fue la condición física y mental del presidente Biden y todo un conjunto de acciones y reacciones sobre si debía bajar su candidatura, ser reemplazado, etc.

El atentado contra Trump produjo un giro de 180 grados, es decir, casi que hoy no importa mucho qué pueden hacer los demócratas en un escenario en el cual Trump logró salir ileso del atentado, tuvo esta fotografía en la cual aparece como un héroe que supera un escollo enorme, se da en la semana en que comienza la Convención Republicana y toma una decisión muy fuerte de tener un legislador duro en muchos temas, tan o más duro que Trump, para la fórmula presidencial y el presidente Biden notablemente a la defensiva. ¿Esto significa que ganó Trump? No, significa simplemente que sus probabilidades de éxito realmente se han incrementado notablemente.

Ahora, advierto un tema que me parece clave en todo esto, supongamos que el expresidente Trump gana las elecciones, es decir, que el Ejecutivo pase al Partido Republicano. Sabemos que en estos momentos Estados Unidos vive con una Corte ultraconservadora en la cual las preferencias de esa Corte se asemejan mucho a la agenda social, política y cultural del Partido Republicano. Queda entonces la disputa por el Legislativo. Hay que recordar que 33 escaños del Senado están en disputa en esta elección y también 435 escaños de la Cámara de Representantes, es decir, toda la Cámara.

Por lo tanto, los demócratas debieran fijar una atención mucho mayor, un esfuerzo mucho mayor y recursos mucho mayores en tratar de controlar eventualmente el Legislativo, puesto que, si Trump ganara, si el Legislativo mayoritariamente estuviera en manos de republicanos y con una Corte Suprema ultraconservadora, Estados Unidos se dispondrá, me parece a mí, a un cambio radical de una transformación que no habíamos conocido en estos últimos 50 años.



Donald Trump, con la oreja derecha vendada, junto a J.D Vance, su candidato a vicepresidente, en la convención republicana en Milwakee.

¿Qué significa eso hipotetizando que ese sea el escenario? Los conflictos internacionales, la tensión con China, la guerra en Ucrania, lo que sucede entre Israel y Gaza, y la eventual relación con América Latina, especialmente la Argentina de Javier Milei.

Empezaría por América Latina y luego iría al mundo.

Las posiciones de Trump, y ahora de Vance también, son ser durísimos con el tema migratorio, lo cual afecta notablemente la relación con México, con toda Centroamérica, buena parte del Caribe y hoy también de Sudamérica porque hay muchos sudamericanos migrando vía Centroamérica y México a los Estados Unidos.

Sería muy duro en cuestión de droga, particularmente ligada al fentanilo, lo cual colocaría otra vez la atención en México. ¿Qué es lo que hemos escuchado de Trump sobre el tema México-Estados Unidos? Él y varios legisladores republicanos invocaron la necesidad de recurrir a la fuerza, es decir, al componente militar de Estados Unidos para resolver el problema del crimen organizado en México.

¿Qué más podemos observar en los gestos previos? Ha dicho que el canal de Panamá y toda la gestión portuaria hoy está en manos de China y eso es inadmisible y producto de que ya no se respeta, entre comillas, la doctrina Monroe. Ahí debemos esperar mucha más dureza con aquellos países que tengan una relación estrecha con China.

¿Qué esperar en Argentina? Por supuesto yo creo que va a haber una cierta sincronía ideológico-dogmática. Trump y Milei son parte de un conjunto de líderes en el mundo que yo denominaría una suerte de coalición de reaccionarios, que se vería interpelada entre sí con una gran capacidad de diálogo, pero ¿esto se transforma en recursos, en inversión o en finanzas? Yo ahí dudo mucho. No creo que el Trump que llegue vaya a obligar ahora, otra vez, al FMI a extender, por ejemplo, un número enorme de recursos nuevos para la Argentina. Creo que hay una burocracia y hay un nivel técnico y político en el Fondo que está muy adverso a volver a tener un caso en Argentina, no que afecte su credibilidad, sino su legitimidad como banco multilateral.

¿Van a venir inversiones? Posiblemente sí, pero van a tardar. ¿Por qué van a tardar esas inversiones de Estados Unidos o de otros países de Occidente? En buena medida van a tardar porque en Estados Unidos el presidente puede querer tener mejores relaciones con otro país, pero no le puede dictar al sector privado qué debe hacer, dónde debe ir, cómo debe invertir, cuánto debe invertir. Por lo tanto, en todo caso, si existiera una relación más estrecha en lo específicamente material, esto se va a demorar mucho.

Lo que sí creo es que la sintonía en materia de Inteligencia y Defensa de Estados Unidos con Argentina va a crecer en niveles que no habíamos visto históricamente. Ya lo estamos viendo en este intento de reforma en el sistema de inteligencia del país, una relación cada vez más estrecha con la CIA, ya lo vemos en la adquisición de armamentos, en la forma en que fue recibida la generala Laura Richardson del Comando Sur y ya vemos estas referencias constantes a una relación más estrecha en el campo de la seguridad. En eso sí creo que se van a profundizar las cosas.

En cuanto a Trump y el mundo, creo que ahí vamos a tener un Trump complejo, que no lo podemos leer solo con lo que fue su primer mandato y con lo que son hasta ahora unas señales. Su compañero de fórmula, Vance, votó tres veces contra la provisión de ayuda militar a Ucrania. Este va a ser un tema claro y clave y creo que ahí podemos ver un Trump que busque algún margen de negociación con Rusia y que se aleje, o por lo menos se distancie un poco, de la posición dura, que hoy es bastante dudosa, pero está ahí presente en Europa. Su estrategia va a ser fuertemente anti-China, eso no lo dudo, ya lo fue en su primer mandato, ahora lo será aún más porque China sigue siendo ya no un competidor formidable de los Estados Unidos, sino que dejó de ser el ascenso de China y ahora estamos ante el auge de China, y el otro tema delicado va a ser Medio Oriente.

Claudio Mardones: Mencionaba que se está profundizando la puesta del gobierno de Javier Milei con los Estados Unidos, especialmente en materia de Defensa e Inteligencia. ¿Cuál es su apreciación sobre este nuevo decreto que termina con la Agencia Federal de Inteligencia, que exhuma la exsecretaria de Inteligencia del Estado, subdivide su estructura en cuatro áreas, mantiene la supervisión sobre la inteligencia militar, que depende de Defensa, y la inteligencia criminal del Ministerio de Seguridad? ¿Qué ve qué está pasando con esta nueva SIDE? ¿Qué está pasando en este rediseño? ¿Es solamente Estados Unidos o hay un acuerdo más ambicioso?

En primer lugar, necesitamos conocer el texto. Yo tengo como costumbre no manifestarme sobre las cuestiones que no conozco en detalle, y esta es una.

Sí, me parece que esto es producto de los recursos políticos que invirtió el Gobierno para lograr proyectos que fueran, en su criterio, transformaciones radicales. En este caso, probablemente en el DNU que no ha sido tratado en el Legislativo, ahí está más el problema que en un texto que todavía no conocemos o conocemos unos detalles de cómo se van a repartir funciones, cuál va a ser el organigrama, etcétera. Los sistemas de inteligencia, cuando se debaten en el mundo, no solamente en Argentina, se debaten en el Congreso, se debaten públicamente, se logran consensos transpartidistas, reciben un reconocimiento de la opinión pública y lleva, por lo tanto, esa transformación, un suficiente apoyo como para ser potencialmente al menos efectiva y tener el respaldo necesario.

Acá no estoy viendo nada de esto, habrá que ver qué dice la oposición, si es que dice algo. Tendremos que tener los detalles, yo no los conozco, no me puedo ceñir a lo que hace una comentarista en un periódico solamente, lo que sí es parte de un proyecto de reestructuración de todos los ámbitos del Estado, de parte de Milei, y muchos de ellos han sido convalidados por la última votación en la Ley Bases, con lo cual a mí me llama la atención el debate mediático y politológico en la Argentina, esta insistencia en que Milei es muy débil porque no tiene legisladores. Milei con escasos senadores y pocos diputados ha sacado muchas cosas y ha obturado muchos debates como es el del DNU, con lo cual más que ser débil yo diría que tiene esa capacidad de lograr adhesiones que no son coyunturales y que en este caso me parece a mí que es altamente sensible el tema.

Estos son temas de transparencia y de rendición de cuentas, no se puede transformar la estructura de inteligencia de un país entre gallos y medianoche.