David Mielnik, profesor de la Maestría en Derecho Penal y de la Carrera de Abogacía, fue entrevistado por Jini Hwang en un episodio de LaborIA sobre el impacto de la Inteligencia Artificial en el derecho. 

“La IA no va a poder reemplazar a los abogados y jueces, pero nos va a potenciar. Hay dos grandes razones por las que los abogados y jueces se empiezan a involucrar con la IA. Una tiene que ver con formarse una mirada jurídica sofisticada con una tecnología que está cambiando todos los aspectos de nuestra vida en sociedad. Por otro lado, el derecho mismo se está transformando en un fenómeno de big data, donde hay tanta información legal que es muy difícil dar cuenta de ella. Para conocer el derecho de hoy en día hay que tener una mirada tecnológica del derecho.  Por ejemplo, el otro día conversando con clientes me dicen ‘mirá, nosotros tenemos muchas declaraciones de testigos, tenemos que ver quién es el que miente, quién tiene inconsistencias’. Eso lleva muchas horas, pero ahora lo puede hacer la IA. Puede desgrabar exactamente lo que se dijo en una audiencia, no hace falta estar tomando notas, pero además de eso, le pedimos que haga un cuadro mostrando cuáles eran las contradicciones entre los testigos e internas del discurso de cada testigo", explicó Mielnik. 

“Todavía son minorías las personas del derecho que utilizan la IA, pero está creciendo a pasos agigantados, cada vez hay más inscriptos en mis cursos. Hay que ser muy cuidadoso con el uso de la IA, y en un ámbito tan delicado como es la justicia, porque hay datos muy sensibles y los abogados somos garantes de proteger la información privada. Los riesgos de usar IA son, por un lado, que se filtre información. Hay que utilizar aplicaciones hechas a medida para los abogados y que estén preparadas para proteger los datos sensibles. El otro riesgo es el de las alucinaciones. Los algoritmos mismos no saben cuando están inventando información, siempre creen que están en lo correcto y que están satisfaciendo el prompt”, sostuvo el profesor.