Hevia, Martín
En los medios
Derecho Internacional. Universitarios argentinos llegaron a la final de la competencia más importante del mundo
Siete alumnos de la Carrera de Abogacía UTDT llegaron a la final de la competencia de Derecho Internacional Philip C. Jessup, representando al equipo de la UTDT en Washington.
Siete estudiantes argentinos llegaron a la final de la competencia de Derecho Internacional Philip C. Jessup, que se disputó en Washington. Después de desplazar a la Universidad de Oxford ayer, esta tarde perdieron la final contra el equipo de la Universidad de Filipinas. El concurso, organizado por la International Law Students Association (ILSA), es el más importante del mundo en su tipo: este año participaron miles de estudiantes de 650 facultades de más de 90 países.
En 2023 ganó este certamen la Universidad de Ámsterdam; en 2022 Harvard se había quedado con el primer puesto.
“Muy pocas universidades han llegado a la final de la Jessup”, explicó Alejandro Chehtman, decano de la Escuela de Derecho de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT). “Fue el logro de un equipo extraordinario, que ha llevado nuestra institución y a la Argentina a la cúspide del Derecho internacional a nivel universitario. Como internacionalista no puedo estar más orgulloso de esta actuación histórica”, manifestó esta tarde a LA NACION.
El equipo de la Di Tella llegó a la final luego de ganarle la disputa a la Universidad de Oxford (Gran Bretaña) en semifinales. En cuartos, había enfrentado a Singapore Management University y, en octavos, a la Universidad de Viena, Austria. Previamente, el equipo argentino había superado a universidades de Malasia, India, Países Bajos y Uzbekistán.
Martín Hevia, vicerrector de la Di Tella, demostró también su satisfacción: “Este gran logro refleja la excelencia académica y el prestigio internacional de nuestra carrera de Abogacía, la capacidad sobresaliente para argumentar y ser creativos de nuestros estudiantes y el perfil global de la educación que ofrecemos”.
Nunca antes la UTDT había llegado a la instancia final de este certamen internacional. El año pasado logró alcanzar el sexto puesto. En tanto, la Universidad de Buenos Aires (UBA) había llegado al último round en 2016, luego de 30 años de participaciones, y fue la única vez que un equipo argentino conquistó el primer lugar.
Disputa ficticia
La competencia consiste en una simulación de una disputa entre Estados ficticios ante la Corte Internacional de Justicia, el órgano judicial de las Naciones Unidas. En cada una de las etapas, representando a una de las partes de un juicio, los equipos universitarios deben preparar los alegatos y responder preguntas formuladas por un panel de jueces.
En las primeras rondas del Jessup compiten los equipos dentro de cada país entre sí. Los que pasan esa instancia viajan a Washington para las rondas finales. Este año por nuestro país participaron las universidades de San Andrés, Torcuato Di Tella y UBA, pero solo las dos últimas viajaron a los Estados Unidos para las instancias finales. La UBA no pudo pasar de la primera instancia en Washington.
Cualquier universidad puede participar en la competencia. Sin embargo, al ser un concurso de mucha exigencia y en lengua extranjera, suelen ser pocas las instituciones que pasan a las rondas internacionales y a la instancia final.
En cada instancia se debate un caso diferente y las partes asumen el rol de Estado demandante o demandado. Cada uno de ellos requiere del estudio de decenas de páginas que contienen hechos complicados diseñados por especialistas.
El jurado la competencia final estuvo integrado por los jueces del Tribunal Internacional de Derecho Marítimo, María Teresa Infante Caffi, y de la Corte Suprema de Singapur, Sundaresh Menon, y la vicepresidente de la Sociedad Europea de Derecho Internacional, Ganna Yudkivska.
El equipo finalista
Trinidad Gomez Barbella, Gonzalo Scolni, Jacques Le Pera, Manuel Schmidt, Francisco Pérez Lazzari, Donatella Zallocco y Sigrid Konecny Araya fueron los estudiantes de abogacía que, representando al equipo de la UTDT, llegaron a la final. Abril Elverdin e Ignacio Mazal, los entrenadores del grupo, acompañaron a los alumnos hasta la instancia final de Washington.
La UTDT había hecho una llamada abierta entre sus estudiantes para la inscripción a este certamen internacional. Luego de un semestre de trabajo, seleccionó a los miembros del equipo que, según las capacidades demostradas, iban a participar en Jessup. Cuestiones como oratoria, capacidad de investigación, claridad analítica y dominio de casos eran algunas de las más valoradas para poder integrar la delegación.