Di Tella en los medios
La Nación
31/08/22

Cómo formar talento preparado para la economía digital

Por Maia Bubis Perera

Andrés Hatum, el profesor del MBA y Executive MBA, habló de los talentos que la economía digital demanda hoy y requerirá en el futuro.


Andrés Hatum, en versión astronauta. Chiara Malavolta.


Vestido de astronauta, Andrés Hatum, PhD de la Universidad de Warwick UK y profesor de la Escuela de Negocios de la Torcuato Di Tella, habló de los talentos que la economía digital demanda hoy y requerirá en el futuro, y ahondó en cuánto los argentinos están respondiendo a esas tendencias.

“Una cosa es el talento que el país y el mundo necesita, y otra cosa es lo que realmente estudiamos los argentinos”, explicó el experto en temas de management y organización, al tiempo que exhibió un listado de las carreras más elegidas en la UBA, que estuvo liderado por Medicina, Psicología y Abogacía.

“Esta foto se está repitiendo año a año, hace mucho tiempo, y no hay una adaptación a las necesidades de esta era de la digitalización y la tecnología”, esbozó Hatum, al tiempo que mostró un listado muy diferente de las profesiones que la Argentina necesita, encabezado por Ingeniería, Biotecnología y Sistemas de Informática.



Hatum destacó el gap social que se está formando entre personas sin competencias en lo absoluto y personas que tienen muchas competencias y que las están vendiendo al exterior. Fabián Malavolta.


Con respecto a los nuevos conocimientos requeridos, Hatum mencionó a la inteligencia artificial, la ciencia de datos, informática y desarrollo de software, entre otros. “La gente que elige Ingeniería tiene trabajo, pero, en particular, las vinculadas a Energía, la Biomédica, la Ambiental están muy relacionadas a lo que le país puede ofrecer”, explicó.

Dos herramientas que todas las áreas de Recursos Humanos tienen en cuenta hoy son el upskilling, tener las competencias para hacer lo que uno hace, pero mejor, lo cual se acentuó post pandemia; y el reskilling, que es un reseteo.

Otro fenómeno que mencionó fue la explosión de cursos online y citó como ejemplo la plataforma Coursera, que tuvo 20 millones de nuevos estudiantes a nivel mundial en 2021. “La gente está viendo que se puede capacitar de distintas maneras”, explicó Hatum.

A nivel del país, Hatum destacó el gap social que se está formando entre personas sin competencias en lo absoluto y personas que tienen muchas competencias y que las están vendiendo al exterior. Al tiempo que señaló que las políticas educativas y laborales del Estado “tienen que figurar”.



“Lo híbrido va a predominar sobre los extremos. La oficina como hub de colaboración para poder ver a la gente que querés ver es fantástico, pero el exceso de oficina y de jefe tóxico es historia”, dice Hatum. Chiara Malavolta.

La escasez de talento también es una realidad, aquí y en el mundo, pero en ciertas profesiones: “Sobran psicólogos, pero faltan programadores, gente de IT, porque existen, pero venden su servicio a otro lugar”, aclaró Hatum.

También se da un cambio de paradigma en el cual todas las empresas compiten por estos perfiles tan demandados, lo cual, según Hatum, generará una mejora de calidad de vida global.

El académico también mencionó la posibilidad de que las empresas contraten talento por fuera de la compañía a través de plataformas de freelancers, como Workana, donde la organización busca a quien tenga la competencia para la actividad puntual que está buscando.

Respecto del desarrollo directivo, dijo que primero existen competencias técnicas que son la base. Pero, a medida que se avanza, se requieren competencias interpersonales “para no ser un animal bestial” y también competencias de gestión. Para las habilidades interpersonales se requiere inteligencia emocional y para saber gestionar se necesita experiencia. “A medida que avanza tu carrera profesional, tenés que tratar de darte cuenta que lo técnico va achicándose, y da paso a las otras dos habilidades, porque eso es ser buen líder”.

Por último, el experto en management se refirió a su último libro Fragmentados: breve historia de cómo el trabajo nos arruinó la vida, y analizó cómo “la pandemia nos dio y nos está dando oportunidades a repensarnos en el trabajo”. Y cerró: “Lo híbrido va a predominar sobre los extremos. La oficina como hub de colaboración para poder ver a la gente que querés ver es fantástico, pero el exceso de oficina y de jefe tóxico es historia”.