Di Tella en los medios
Fortuna
12/12/5

Alfonso Prat-Gay vuelve a la escena

<DIV>MICROCREDITOS, AMALITA Y DOCENCIA. El ex banquero del Central presentó Planet Finance, ONG que impulsa los microcréditos para superar la pobreza. Asesora a Amalia Lacroze de Fortabat sobre cómo administrar sus millones. Y, en exclusiva para FORTUNA, desgrana su pensamiento económico: inflación y crecimiento.<BR></DIV>

Alfonso Prat-Gay está de vuelta. Pasó más de dos años en silencio, luego de su repentina salida del Banco Central (BCRA), pero de a poco está regresando a la arena pública. Como quién no quiere la cosa, enfocando su discurso sobre los microcréditos, que promocio-na como un "puente para que muchos argentinos salgan de la pobreza". Evita los temas macroeconómicos, para no irritar a ningún funcionario; pero en la entrevista exclusiva concedida a FORTUNA desliza algunas definiciones: critica al IVA y el impuesto al cheque, se preocupa por el recalentamiento del PBI y la consecuente inflación, no descarta su vuelta a la función pública y plantea la importancia de que "el presidente Kirchner entienda de economía".
Todo dicho con suavidad, porque el aún "joven promesa" -40 años recién cumplidos- aprendió la lección. Lejos está del Prat-Gay que discutía con Lavagna
y equipo por las metas de inflación, un mecanismo que -de instrumentarse- le daría tanto o más poder al presidente del BCRA que al ministro de Economía. Tampoco es el Prat-Gay que, en agosto y septiembre de 2003, le rechazó nombres para el directorio del Central al propio Presidente de la Nación, lo que finalmente terminó costándole el puesto.
"El pretendía formar un directorio con solvencia técnica, se olvidó que también cuentan las consideraciones políticas", señala un allegado de entonces, que lamentó su partida. Ahora, en cambio, realiza sus primeros movimientos públicos en dos años con mucha cautela.
Fue mencionado, antes del cambio de gabinete nacional, como el "canciller económico" que Kirchner pretendía. La semana antes de que Lavagna fuera despedido, comentaba en charlas privadas su preocupación por el tema inflacionario, para el cual no veía respuestas adecuadas. "Lavagna está haciendo lo mismo que hubiera decidido hace 20 años", comentaban en su entorno. Cuando le preguntaban cómo se veía para desembarcar en el Palacio de Hacienda, intentaba no alardear sobre sus posibilidades. Ahora, que Prat-Gay sabe que nuevamente deberá esperar su turno, se lo ve más tranquilo que ansioso.
Fortuna: ¿Le interesaría volver a la función pública?
Prat-Gay: Hoy puedo aportar mucho al país desde las microfinanzas. Si el día de mañana están dadas las condiciones, y surge la oportunidad, sería natural para mí volver a ser funcionario. Tanto mi realidad actual, como una posibilidad futura en el Estado, forman parte de una misma pasión: encontrar soluciones para la Argentina.
Mientras tanto, apuesta al microcrédito como solución para 2 o más millones de pobres (ver recuadro). Y advierte sobre el mayor problema de la actual coyuntura económica: la inflación. "En esta etapa madura del ciclo económico, las políticas macroeconómi-cas activas recalientan la economía, empeorando así la situación de muchas familias de bajos recursos", señaló.
Fortuna: En el Ministerio de Economía hay técnicos que señalan algo parecido: el PBI real está por encima del potencial, y entonces sólo puede frenarse la inflación con políticas de enfriamiento.
Prat-Gay: A eso me refería con lo que dije. Las políticas activas de hoy deberían concentrarse más en la micro que en la macroeconomía. A partir de ahora, crecer forzadamente no mejorará los indicadores sociales como pobreza, indigencia o desempleo. Fortuna: ¿Es mejor crecer 6% y prestando atención a la micro, que 9% concentrándose en la macroeconomía?
Prat-Gay: Sí, hoy la urgencia es atender la micro y no la macro.
Fortuna: ¿Aunque se resignen algunos puntos de crecimiento?
Prat-Gay: Sí. El tema es atender a los fenómenos micro de la economía, y que los grandes números acompañen.
PRUDENCIA, CEMENTO Y FINANZAS. Sus cuatro décadas -cumplidas el 24 de noviembre último- trajeron, además de las incipientes canas, una prudencia declarativa infrecuente cuando era presidente del BCRA. Y aunque no esté en la función pública, tiene ocupaciones para mantenerse activo: el dictado de clases en la Universidad Torcuato Di Tella ( UTDT ); su puesto en el Consejo Académico de la Universidad Católica Argentina (UCA); la apuesta a Planet Finance; y algo diferente a todo lo anterior: el asesoramiento a Amalia Lacroze de Fortabat para que maneje su fortuna.
En los últimos días circulo que el ex titular del BCRA maneja los cientos de millones de Amalita. Prat-Gay no niega ni confirma la versión (ver recuadro). La venta de Loma Negra a Camargo Correa, por u$s 825 millones, le dejó a la ex dama del cemento un dinero interesante para realizar inversiones.
Como ahora no necesita aplicarlo al día a día operativo, ni canalizarlo en estructuras gerenciales, Amalita tiene más libertad para invertir, y además puede tener asesores sin entrar en colisión con "la línea". Prat-Gay, que fue el número 1 de JP Morgan en el área Mercados Emergentes, e incrementó las reservas del Banco Central, tiene experiencia para manejar algunos cientos de millones. La asistencia de Fortabat al evento de Planet Finance sumó puntos a la versión. Aunque Prat-Gay prefiera irse por la tangente: "Asistió en su calidad de empresaria y benefactora".
Por otra parte, la vida de Prat-Gay se reparte entre las microfinanzas y su actividad académica. Durante la segunda mitad del año dictó clases en la UTDT , dentro del Programa Avanzado en Finanzas. Allí Prat-Gay presenta al curso como orientado a "ejecutivos que toman decisiones en un mundo inexorablemente globalizado", que para ello buscarán "decodificar el rol de los distintos actores del sistema financiero internacional y los movimientos en mercados externos".
En términos académicos, es una experiencia distinta a la que desarrolló en la UCA: "Después de recibirme fui ayudante de cátedra en varias materias, con titulares como Alicia Caballero", recuerda Prat-Gay. Ahora es parte del Consejo Académico de la universidad privada más masiva, que según él "siempre tuvo un sesgo social muy importante". Prat-Gay participa en el armado de planes de carrera; además tiene "el compromiso de apadrinar dos tesis por año, y posiblemente dé clases más adelante".
Allí, donde se recibió de economista, Prat-Gay denota que se siente cómodo. "Gracias a la UCA por haber cedido este lugar íntimo, compacto, cálido y poderoso, a tono con la presentación del tema microcréditos", dijo el martes en el Auditorio Santa Cecilia. Poco después, nuevos alumnos y viejos conocidos se le acercarían para saludarlo.
Alrededor del mediodía, la Universidad ubicada en Puerto Madero recibió a otra celebridad egresada de su licenciatura en Economía. La llegada de Máxima Zorreguieta, princesa de Orange, despertó hasta el rumor de que fue alumna de Prat-Gay "Podría ser, porque le llevo cinco años en el ingreso a la carrera; pero ni ella ni yo lo recordamos", desestima el economista.
POBREZA, INFLACIÓN E IMPUESTOS. Su tono monocorde y académico se quiebra cuando cuantifica las posibilidades de los microcréditos: "La Argentina tiene entre 1,5 y 2 millones de microemprendedores; menos del 1 % de ellos accede a créditos. Si la tasa de penetración llegara apenas a 400.000, y contamos a sus familias, más de 2 millones de argentinos saldrían de la pobreza", comenta con los ojos brillosos.
Prat-Gay se cuida de herir susceptibilidades, pero en la conferencia brindada en la UCA advierte sobre la "regresividad" de la inflación y el esquema impositiva sobre la distribución del ingreso. "La inflación le resta poder adquisitivo a los pobres y la clase media, mientras los que más tienen se protegen con bonos indexados", apunta Prat-Gay Y también carga contra "30% de IVA que paga una institución de microfinanzas por cada crédito, mientras que la compra de una casa de fin de semana está exenta de ese tributo".
Aunque se mantiene cauto, Prat-Gay no rehuye la discusión macroeconómica. El prudente Alfonso es, en este punto, igual que el resto de los economistas: no aguanta la tentación de decir lo que piensan sobre la materia que los apasiona. Por eso se quejará contra la "pretensión de que los microemprendedores se formalicen, cuando eso podría representar menos del 1 % en términos de recaudación impositiva. Además, cuando este ciudadano consume paga 21% de IVA".
Fortuna: ¿Es uno de los impuestos más regresivos?
Prat-Gay: No sé si es el más regresivo, pero sí uno de ellos. Según la teoría económica, un IVA aplicado a todos los bienes y productos por igual, sin exenciones, tiene un efecto neutral. Es un tributo al que se le pide básicamente que sea efectivo. Pero en la Argentina termina siendo un impuesto sobre el consumo. Como los que menos tienen son los que más consumen en relación a su ingreso, termina siendo regresivo.
Las microfinanzas, por su parte, se ven más perjudicadas que otros sectores por el IVA. Como le prestan a los informales, que son responsables no inscriptos, la tasa es del 21% normal más un 50% adicional. Es decir, terminan pagando 31,5%. Cuando estaba en el Central, intenté cambiar una de las herencias de los "90: a mayor riesgo más tasa, y entonces más exigencia de encajes para el banco. Esto es un círculo vicioso.
Fortuna: ¿Eso provoca la escasez de crédito existente en la Argentina?
Prat-Gay: Es un factor entre muchos. Durante mi presidencia en el BCRA modifiqué las normas que instituían este movimiento de mercado. Pero, así como un tipo de cambio competitivo no transforma a un vendedor local en exportador de la noche a la mañana, lo mismo pasa con los bancos. También el Impuesto a las Transacciones Financieras (ITF), conocido como "al cheque", perjudica a las microfinanzas. No hay demasiadas razones para cobrarles 1,2% adicional sobre el giro de sus negocios. Y esto podría cambiarse con sólo una resolución del secretario de Hacienda.
Fortuna: Usted termina coincidiendo con Martín Redrado, que pretende eliminar progresivamente el ITF.
Prat-Gay: El tema lo planteé hace tres años. Me alegra que Redrado coincida conmingo.
HETERODOXO Y POPULAR. Prat-Gay es difí cil de encasillar. Realizó sus estudios secundarios en el Colegio Cardenal New-man y su carrera de grado en la UCA, a la vez que admite su pasión por Boca Juniors. Trabajó en JP Morgan durante la convertibilidad, critica al FMI en privado, cuando asumió en el BCRA llevó adelante metas de inflación que apostaron al crecimiento, y ahora se ilusiona con el impacto social de los microcréditos.
"La economía es una ciencia social", señala Prat-Gay. Incluso se anima a ir más allá del consenso de sus colegas: "A veces ni siquiera sé si calificarla como ciencia, ya que muchos de sus sectores requieren más arte o disciplina que criterios científicos". Como si hiciera falta, declara que "siempre creí en lo que escribió Keynes".
También cuenta, orgulloso, que volvió a la Argentina el 6 de enero de 2002. Podría haber pasado como un Día de Reyes más, pero el de ese año será recordado por la devaluación. "No quería ver la crisis desde afuera, me parecía una oportunidad inédita", señala quién casi un año más tarde asumió la presidencia del Central. Agrega: "Siempre tuve los dos sombreros: economista volcado al sector privado, y también con vocación social". Prat-Gay se probó el primer sombrero con éxito; en cuanto al segundo, espera la oportunidad de revalidar y ganar títulos.

Lucio Di Matteo

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CENTENARES DE MILLONES

Alfonso Prat-Gay manejó Mercados Emergentes en JP Morgan, y durante sus casi dos Maños como presidente del Banco Central (diciembre 2002 a septiembre 2004) incrementó las reservas en dólares casi 80%: de u$s 10.280 a 18.300 millones, Por eso, nadie imagina que manejar los millones que le quedaron a Amalia Lacroze de Fortabat por Loma Negra pueda resultarle una tarea complicada. ¿Cuánto dinero le estaría administrando el ex banquero central a Amalita? Por lo menos u$s 400 millones. La ex dama del cemento aceptó cobrar, por los u$s 825 millones en que vendió Loma Negra, 50% cash y el resto financiado en "cuatro o cinco años", según admitió a FORTUNA Juliano de Oliveira, gerente general de la cementera, el 17 de octubre último. De todas maneras, Prat-Gay mantiene silencio.
Fortuna: ¿Qué hacía Amalita en la presentación de Planet Finance?
Fortabat: Asistió como empresaria y benefactora. Los microcréditos necesitan un apoyo inicial del sector privado.
Fortuna: Se dice que usted administra la fortuna de Lacroze de Fortabat. ¿Es así?
Fortabat: No lo desmiento. No hago comentarios sobre mi actividad más allá de las microfinanzas.

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MICROCREDITOS MASIVOS

Cuando Alfonso Prat-Gay investiga un tema económico, va a fondo. Tal como hizo con los microcréditos, aunque no gana dinero ("tengo renta negativa", acota técnicamente). No sólo cruzó números, sino que incluyó al trabajo de campo entre su investigación. Así, el vecino de Retiro caminó las calles de La Salada, para presenciar la mega-feria donde se mezclan todo tipo de vendedores informales. "Fuimos con un Peugeot 504 modelo 1982, en un momento tuvimos que seguir el trayecto a pie, porque había una hondonada", cuenta el economista, que se manifiesta "impactado" porque "existe esta realidad a 30 o 35 minutos de la calle Arroyo".
El entusiasmo nació este año, cuando le ofrecieron sumarse a Planet Finance, una organización sin fines de lucro que promueve las microfinanzas, junto a la capacitación y planeamiento, con el objetivo de reducir la pobreza. Ante la invitación para integrar el directorio mundial, él pidió abrir la sede de la Argentina.
Prat-Gay y todo Planet Finance saben que, en microcréditos, las fórmulas deben adaptarse al entorno local. "En algunas aldeas de África se forman dos filas en una plaza pública, diviendo a los solicitantes de los que devuelven un crédito. Acá quizás sería peligroso", afirma. En cuanto a la masividad, el modelo a seguir para Prat-Gay es Bolivia: "Allá el 40% de los microemprendedores tienen acceso al crédito. Eso pasa porque los bolivianos asumieron que la pobreza es estructural".
"Mientras que muchos argentinos -agrega- todavía no asumieron esta realidad, y aún creen que funciona la teoría del derrame, incluyendo a muchos economistas". Para contrarrestar esta realidad con las microfinanzas, Prat-Gay cree que el problema no son tanto los números sino la cultura. "Un microempren-dedor que relevamos necesitaba sólo $ 217 para que su negocio crezca, y lo logró. Claro que él contaba con una condición que es más excepción que regla: apuesta de largo plazo a su em-prendimiento, en lugar de tomarlo como mera transición hacia un trabajo formal", afirma Prat-Gay.
En su cruzada de los microcréditos contra la pobreza, el economista sumó a una colega, más reconocida por otras cuestiones: Máxima Zorreguieta, princesa de Orange. En la conferencia que ambos dieron en la UCA, circularon números promisorios: la Argentina tiene alrededor de 2 millones de microemprendedores; si todos ellos accedieran al crédito, saldrían de las pobreza junto a sus familia, en total 8 a 10 de los 15 millones de pobres del país. Prat-Gay sabe que transformar esto en realidad no será tan fácil: "Hace falta persistencia; que las microfinanzas trasciendan la moda o el enamoramiento hasta llegar a su autosustentabilidad".

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