Una ayuda para pegar el salto

En un mercado que requiere cada vez mayor flexibilidad y valores agregados, las maestrías y posgrados pueden hacer una gran diferencia. Las universidades ofrecen diversas alternativas para que los alumnos puedan avanzar.

“Las becas tienen dos objetivos concretos: por un lado, ser una ayuda económica para aquellos alumnos que lo necesiten y, por otro, fomentar la diversidad dentro del aula. Están destinadas a alumnos que demuestren tener un gran potencial para ejercer un impacto positivo y duradero a través de su tarea directiva tanto en la empresa como en la sociedad”, afirma Sebastián Benoit, director Ejecutivo del MBA y Executive MBA (EMBA) del IAE Business School.

En esta casa de estudios, el costo del MBA Full Time es de U$S 38.000, mientras que el EMBA cuesta $ 577.500, a pagar en hasta 40 cuotas. En ambos casos existen becas de hasta el 40 por ciento del total de la inversión, y también programas de becas y ayuda financiera con una variedad de alternativas. Para el MBA Full Time, por ejemplo, los alumnos pueden aplicar a diversas opciones: beca por procedencia, beca por mejor promedio, beca Sector Público, Beca Conciencia Social, Beca Emprendedores y beca Préstamo de Honor. En el caso del Executive MBA, también hay un abanico similar que tiene en cuenta desde el promedio y el espíritu emprendedor hasta el incentivo a la participación de mujeres con alto potencial de liderazgo en organizaciones (Beca Mujeres Líderes). Además de los requisitos específicos para cada tipo de beca, las exigencias generales para obtener una consisten en realizar un proceso de admisión, obtener un mínimo de 620 puntos en el Examen GMAT o Test IAE y poseer experiencia laboral relevante, según explica Benoit.

En muchos casos, las becas llegan de la mano de programas para exalumnos de carreras de grado, o a través de convenios con otras organizaciones. La Facultad de Ciencias Económicas de la UCA, por ejemplo, ofrece para sus Posgrados de la Escuela de Negocios y para su MBA, becas parciales u otros tipos de ayuda financiera -como la ampliación de plazos en el pago- a los graduados de la universidad y a grupos de interesados que pertenezcan a una misma organización. Las becas parciales en su gran mayoría otorgan un 20 por ciento de descuento, y también existen valores especiales por inscripción temprana, explica Silvina Miceli, coordinadora de la Escuela de Negocios de la UCA. Señala que en casos de pedidos de ayuda económica por inconvenientes per- sonales, se analiza cada situación en particular, ya que, según afirma, el objetivo es formar profesionales, y, en este sentido, se intenta brindar a todos la oportunidad de capacitación. En el caso de las compañías, destaca, pueden solicitar la firma de convenios de colaboración y beneficios corporativos, mientras que cualquier pedido de ayuda financiera personal se cursa a través de una carta solicitud y una posterior entrevista con el director del programa de posgrado.

“La capacitación y el saber son las mejores herramientas en un mundo altamente cambiante”, sostiene Alicia Caballero, decana de la Facultad de Ciencias Económicas de la UCA para quien las becas de reducción arancelaria y las facilidades de pago de los aranceles son importantes para facilitar el acceso.

Gustavo Genoni, decano de la Escuela de Negocios de la Universidad de San Andrés, adelanta que para 2018 la política de la facultad ha restringido a la entrega de becas, exclusivamente, por mérito y necesidad económica -ambos requisitos son excluyentes. En la universidad entienden que la necesidad se da cuando el profesional está en un trance de carrera apoyando actividades no lucrativas, como funciones en el Estado o en Organizaciones Sin Fines de Lucro. “Para profesionales cuyas carreras son reconocidas por el mercado y remuneradas en consecuencia, esperamos que los candidatos, que en todos los casos deben ser practicantes experimentados, puedan financiar el costo del programa. Para ese público, a partir de este año hemos im- plementado un sistema de financiamien- to que excede la extensión temporal de las carreras”, señala Genoni.

En el caso de la Universidad Di Telia ( UTDT ), Esteban Toledo, director de Admisiones de Posgrado, explica que la casa de estudios cuenta con un fondo de becas que se distribuye entre los postulantes a una reducción arancelaria en función de criterios como la necesidad económica y el mérito académico. “Si bien no son completas, hay muchos alumnos de posgrado que estudian en la UTDT gracias a este programa que responde al pilar institucional de la igualdad de oportunidades”, afirma Toledo. Por otra parte, explica que la UTDT posee acuerdos y convenios corporativos con instituciones del sector público y privado que establecen descuentos para empleados en los programas de posgrados. Además, señala que se ofrecen descuentos regionales en el caso de posgrados que por sus características en el formato de cursada favorecen la presencia de alumnos que viajan desde diferentes provincias o países limítrofes. En promedio, señala, las becas y descuentos rondan el 30 por ciento de la cuota del posgrado, dependiendo de cada caso.

“El nivel de respuesta de nuestros candidatos es excelente y perciben esta ayuda financiera como un compromiso para tener un muy buen desempeño académico durante la cursada”, destaca el director de admisiones de posgrados, quien plantea que cada postulante para una beca es evaluado de manera integral, teniendo en cuenta el perfil académico - profesional y la necesidad económica.

Toledo aclara que estas opciones no aplican para programas de MBA o de la Escuela de Negocios. Desde la universidad señalan que quienes deseen cursar un MBA encuentran alternativas que van desde ayuda financiera a través de una financiación de hasta 40 cuotas -esta opción se encuentra restringida a profesionales que no reciban ayuda de su empleador- hasta descuentos parciales para alumnos del interior que se da en función de la distancia entre la residencia del alumno y la capital, para quienes viajan para cursar en los formatos intensivos. También hay descuentos crecientes para grupos de alumnos de un mismo empleador, a través de descuentos corporativos. En el caso de la Maestría en Finanzas, la ayuda consiste en una financiación de hasta 24 cuotas y descuentos corporativos.

En carrera En el caso de la Universidad del Salvador, Fléctor Dama, decano de la facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, explica que la universidad hace mayor hincapié en la asistencia en edades tempranas a través de becas para carreras de grado. Sin embargo, también ofrece un 20 por ciento de descuento en posgrados para ex alumnos de carreras de grado, además de descuentos a través de convenios que posee la universidad con organizaciones y empresas. En el caso de los graduados, el descuento se hace de manera directa, mientras que en el caso de convenios, existen instancias de selección dentro de las organizaciones, así como en la USAL, donde se tienen en cuenta factores como el buen desempeño académico, por ejemplo.

La Universidad de Belgrano ofrece descuentos para exalumnos de carreras de grado que deseen hacer un posgrado, y becas para su personal. Marcelo Dabós, director General de las Maestrías en Administración de Empresas y Coordinador de Posgrados, indica que los MBAs cuestan $ 243.000, y la especialización en Análisis Financiero, $ 77.000, al igual que la especialización en Impuestos. Las becas, señala Dabós, son exclusivas para el personal y se determina su porcentaje en cada caso en particular. “Las becas para el personal se han implementado con el objetivo de lograr una mejora en el capital humano de la Universidad”, afirma.

Por su parte, María Alegre, directora del MBA de la Universidad del CEMA (Ucema) cuenta que para el MBA y otros posgrados de negocios como la Maestría en Finanzas, la universidad tiene una política de ayuda financiera centralmente focalizada en los préstamos de honor que cubren un porcentaje importante del monto de los posgrados. “Los alumnos pagan una parte del programa mientras lo realizan, y difieren otra parte para después de su graduación. Esto se sustenta en que son programas donde el crecimiento tanto profesional como salarial de los egresados permite recuperar la inversión muy rápidamente”, explica. Señala que en otras maestrías más orientadas al trabajo académico, donde el recupero de la inversión puede ser menos certero, como la Maestría en Economía, o la Maestría en Estudios Internacionales, se ofrecen becas que representan un porcentaje de descuento sobre el costo del programa. Además, existen becas parciales por acuerdos institucionales que surgen entre la Ucema y determinadas organizaciones. Por último, destaca que los graduados de carreras de grado y de otros posgrados de la universidad tienen asignado automáticamente un 20 por ciento de beca durante toda su cursada.

La opción del exterior Además de las posibilidades en el nivel local, existen instituciones que brindan también financiamiento para estudiar en el exterior, como la Comisión Fullbright, que otorga becas para promover la capacitación de graduados a través de maestrías o doctorados en los Estados Unidos. Las solicitudes de los postulantes son evaluadas en primera instancia por especialistas de cada área y personal de la Comisión. Los preseleccionados son entrevistados en día y horario prefijado por un Comité de Selección que se reúne por única vez en Buenos Aires. Basándose en las recomendaciones del Comité de Selección, el directorio de Fulbright Argentina selecciona a los finalistas y los somete a consideración del Directorio del Programa Fulbright en los Estados Unidos (J. W. Fulbright Scholarship Board), que otorga la aprobación final. En la última década, Fulbright otorgó más de 500 becas de Master y Doctorado a graduados de todas las disciplinas.

La Fundación Carolina también ofrece oportunidades para estudiar en el extranjero. Sólo pueden ser candidatos a una beca de doctorado y/o estancia corta postdoctoral los profesores docentes de aquellas instituciones de América latina con las que la Fundación Carolina firmó un convenio de cooperación. Las postulaciones se hacen a través de la institución académica de origen. La convocatoria tiene carácter anual y se abre, generalmente, a mediados de diciembre.