Di Tella en los medios
La Nación
15/10/17

Potenciar la contribución de los recursos naturales

Por Nicolás Merener

Para el decano de la Escuela de Negocios en la UTDT, "las reglas hoy vigentes estimulan la exportación de materias primas y productos agroindustriales"

La política económica del Gobierno ha dado claros estímulos a la exportación de materias primas y productos agroindustriales. Con la eliminación de retenciones y trabas a la exportación, el sector asociado a los recursos naturales está en auge en la Argentina. La Fundación Producir Conservando pronosticó para 2025 una cosecha de 140 millones de toneladas de maíz, soja y trigo. Y la política proactiva de apertura de mercados es hoy un tema de primera importancia. Las disputas sobre el biodiésel con Estados Unidos y Europa, el boom del litio y el potencial desarrollo de Vaca Muerta invitan a pensar el largo plazo de la exportación asociada a recursos naturales.

Incrementar exportaciones de manera diversificada y con valor agregado local hace posible mayores ingresos, mejor cuidado ambiental, creación de empleo y desarrollo de tecnologías. Un aspecto adicional es la relación entre la composición de la canasta de exportaciones y su volatilidad. Antes de 2016, las exportaciones agroindustriales se concentraron en soja, potenciando la vulnerabilidad a su precio internacional. Hoy es posible imaginar hacia 2025 distintas formas de aprovechar los recursos naturales. Consideremos cuatro canastas de exportación. La primera es la de las principales exportaciones primarias en 2017. La segunda agrega más granos y llega a 140 millones de toneladas entre maíz, soja y trigo. La tercera suma 400.000 barriles diarios de petróleo de Vaca Muerta, duplica la exportación de oro y quintuplica la de litio. En la cuarta, con parte de la soja y el maíz se produce y exporta carne vacuna, pollos y cerdos por 4 millones de toneladas.

¿Cuán distintas serían estas canastas? La magnitud puede estimarse valuando sus componentes a precios de 2017. Y el riesgo de cada una proviene de la variabilidad histórica de los precios internacionales, por ejemplo, desde 1980. Así, la canasta de exportación 2017 vale hoy US$ 29.000 millones y habría sufrido desde 1980 una volatilidad anual del 20%. Una cosecha de maíz, trigo y soja a 140 millones de toneladas llevaría las exportaciones a US$ 37.000 millones con una ligera suba en la volatilidad al 21%. Intensificar la producción de oro, litio y petróleo implicaría exportaciones por US$ 46.000 millones y volatilidad al 20%. Transformar soja y maíz en carnes generaría US$ 51.000 millones de exportaciones para el sector, con una volatilidad del 17%. Esta reducción de riesgo es por la imperfecta sintonía histórica entre los precios internacionales de granos, minerales, petróleo y carnes. La Argentina puede aspirar a reducciones de riesgo. El diseño de la contribución de los recursos naturales al desarrollo debe considerar el valor de los mayores ingresos, el impacto en el resto de la economía, el ambiente, el desarrollo tecnológico y los riesgos ineludibles, pero mitigables, asociados a los volátiles precios internacionales.

Decano de la Escuela de Negocios en la Universidad Torcuato Di Tella