Di Tella en los medios
La Nación
13/09/17

Search funds: un nuevo modelo de inversores llega a la Argentina

Por Olivia Goldschmidt

Los search funds llegan a la Argentina de la mano de Ernesto de Bary, graduado de la Maestría en Finanzas de la UTDT, y de su socio Esteban Kallay, respaldados por 19 inversores nacionales e internacionales


Para hacer un emprendimiento exitoso no hay manuales con reglas claras de cómo lograrlo. Pero para invertir en uno y hacerlo crecer, sí. Los search funds son un modelo ideado que consiste en comprar una empresa en funcionamiento y hacerla crecer.

Llegan a la Argentina de la mano de dos emprendedores, Esteban Kallay y Ernesto de Bary, ambos de 31 años, respaldados por 19 inversores nacionales e internacionales que eligieron seguir el modelo y aplicarlo en el actual escenario económico. Llamaron Patagonia Capital su nueva iniciativa.

Concebido en la Stanford University en 1984 (en la escuela de negocios), el modelo de search funds lleva más de 250 casos de éxito documentados, principalmente en Estados Unidos y Canadá, pero desde hace unos años también en otras partes del mundo.

La idea es comprar una empresa dentro de la categoría pyme que esté sana y en buen estado para mejorarla con el uso de tecnología y las mejores prácticas de negocios.

"Es una buena solución para una empresa que no tenga resuelta la transición", explica Kallay en diálogo con LA NACION.

Es una problemática común dentro de las empresas familiares, muchas de las cuales quedan estancadas en el tiempo cuando la segunda o la tercera generación no logran innovar e incorporar las nuevas herramientas tecnológicas. Como parte del modelo, tienen dos años y medio para encontrar la organización que cumpla con las características estipuladas; comenzaron su investigación en julio pasado.

Invertir en una compañía asentada que hoy por hoy genera beneficios tiene riesgos más controlados que cualquier fondo de venture capital. Por experiencias anteriores, la expectativa es lograr una rentabilidad del 30% con el negocio; una TIR (tasa interna de retorno) del 30% o superior en el idioma de los negocios.

Tras adquirir la empresa, los emprendedores esperan involucrarse en sus funciones y tareas diarias, hacer más eficiente y rentable la operación, incorporar tecnología y nuevas herramientas para la gestión y apalancarse en sus experiencias y conocimientos académicos para lograr un crecimiento sustentable.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que un cuarto de las búsquedas no llega a ningún resultado y un tercio de las adquisiciones termina en fracaso. Aun así, son probabilidades más favorables que empezar un negocio de cero.

Sin importar el rubro o la industria, los emprendedores están en busca de una pyme que facture más de US$ 5 millones por año, que según su investigación hay más de 150.000 casos en la Argentina. Además, la organización debe tener un margen superior al 10% y ventas recurrentes, que permitan tener cierta predictibilidad en el cash flow. También deberá contar con bajos requerimientos de capital de trabajo.

La idea es que adquieran el control de la empresa, es decir, al menos el 51% del paquete accionario. El dueño anterior puede mantener una parte minoritaria del poder y no están obligados contractualmente con sus inversores a vender la organización en el largo plazo.

"No estamos inventando nada ni pretendemos ser unos genios. Simplemente estamos buscando oportunidades donde nadie está mirando, con un marco teórico como guía", explicó Kallay.

"Buscamos solucionar un problema recurrente en las pymes con un equipo profesional. Parte de los inversores pueden integrar el directorio", sumó de Bary.

Según el organismo de Stanford que mide la evolución de estos fondos, el crecimiento en los últimos años ha sido muy importante. En 2015 se establecieron más de 40, el doble que en 2009. Durante el mismo período, las adquisiciones hechas por estos fondos se triplicaron, a casi 15 por año.

Desde 2011, el IESE, en Barcelona, recopila los datos de search funds en América latina, Europa, Asia y África. Hasta diciembre de 2015 identificaron 45 search funds, pero sólo siete de ellos en la región. A fines del año pasado, 13 seguían buscando una empresa, 13 habían adquirido una, seis se desviaron del modelo y 13 habían "terminado". De los 13 terminados, siete habían comprado y vendido con buenos resultados para los inversores, dos habían comprado y cerrado una empresa y cuatro habían concluido su búsqueda sin hacer una adquisición.

Un típico perfil de quienes establecen un search fund son graduados del MBA de alguna universidad de elite de Estados Unidos. Juntan cerca de US$ 400.000 de inversores y buscan una empresa en un mercado creciente que esté valuada por entre cinco y veinte millones de dólares.

Kallay cumple con el perfil: se graduó del MBA del MIT en junio pasado. Antes de eso, trabajó como consultor estratégico en Hermes Management Consulting y se recibió como ingeniero industrial en el ITBA. Mientras tanto, Ernesto de Bary es contador público y licenciado en Administración de Empresas por la Universidad de San Andrés, y realizó un máster en Finanzas en la Universidad Torcuato Di Tella. Trabajó en Lazard, un banco de inversión, durante cinco años, y en Humus Capital Partners, por otros dos.