El arte, nuestro mejor embajador

El arte argentino por el mundo, y el arte del mundo en la Argentina.

Esta podría ser una buena síntesis de lo que 2017 ya está representando para las artes plásticas argentinas, que este año se han puesto el mejor traje de embajador para nuestra cultura... y también para los negocios.

Cuando acabe el día, habrá finalizado exitosamente la participación argentina en la importantísima feria ARCO de Madrid, que ha tenido esta semana a nuestro país como invitado de honor. A lo largo de 5 días, 12 galerías y 23 artistas, seleccionados por la curadora Inés Katzenstein, han dado "una muestra de la heterogeneidad y pluralidad del arte argentino, con un cuidado equilibrio", según la directora del departamento de Arte de la UTDT , entre galerías emergentes y consagradas. Con una activa participación del Ministerio de Cultura, de la embajada argentina en Madrid y de arteBA, los artistas argentinos contaron en esta 37° edición de la feria con una oportunidad única en una de las vidrieras más destacadas del arte internacional.

ARCO es la cita anual más relevante para el arte contemporáneo y ha contribuido a posicionar a España como uno de los polos culturales más importantes de Europa, permitiéndole, además, obtener una buena tajada del multimillonario movimiento turístico que genera el arte.

Con algo de esa indisimulable aspiración, Buenos Aires será a finales de este año anfitriona de otro extraordinario hito del calendario artístico internacional: Art Basel, la feria de arte nacida en Suiza y expandida luego a Miami y Hong Kong, que este año inicia en la capital argentina su programa Art Basel Cities.

"A partir de 2017, el arte argentino generará interés en el mundo", vaticinó Marc Spiegler, director global de Art Basel, al anunciar el año pasado la llegada de la feria a Buenos Aires. "Será nuestra oportunidad de hacer entrar a los artistas, galeristas y curadores argentinos en el mercado del arte internacional", pronosticó por su parte Alec Oxenford, presidente de arteBA. Nuevamente con su valioso impulso, y el del Estado, el desembarco de Art Basel -la muestra que le cambió la fisonomía a Miami, convirtiéndola en un foco cultural y artístico impensado hace sólo dos décadas- atraerá a nuestro país inversores del mundo entero, ya que desde hace tiempo el arte y los negocios -especialmente los inmobiliarios- caminan de la mano.

Si uno de los objetivos políticos de la época es el resposicionamiento de la Argentina en el mundo, el arte, quizá como pocas otras disciplinas, parece estar a la vanguardia de esa meta. Como señaló Oxenford, "comienza el diálogo entre el arte argentino y el mundo". Una conversación histórica que se había interrumpido y que ahora, felizmente, está volviendo a fluir.