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La Política Online
17/10/17

Pese a la suba de la inflación, Sturzenegger no subió la tasa y renovó el 85% de las Lebacs

Para Federico Furiase, profesor de la Maestría en Finanzas de la UTDT, es "clave que el Banco Central refuerce su credibilidad a través del instrumento de la tasa y la comunicación"

En la licitación de Letras del Banco Central (Lebacs) de este martes, el Banco Central resolvió renovar las tasas de interés que van desde 26,5% para la Letra a 28 días al 27,35% para la de 274 días. A diferencia de la licitación de septiembre, esta vez la autoridad monetaria no subió tasas a ningún plazo.

En esta oportunidad, las tasas de corte se mantuvieron sin cambios, con niveles de 26,50%, 26,84%, 27%, 27,3%, para los plazos de 28, 63, 91 y 154 días respectivamente. Para las Letras a 210 y 273 días, la tasa fue de 27,35% anual.

De esta manera, colocó $333.614 millones de valor nominal de estos instrumentos, el 85,9% de los $381.044 millones que vencían hoy. En consecuencia, y pese a haber rechazado ofertas por $2.780 millones, la licitación representó una expansión de la base monetaria por el equivalente a $47.430 millones de Lebacs de valor nominal más sus intereses, un total de $64.800 millones. Por ende cabe esperar que la base monetaria vuelva a superar los $900 mil millones a partir de mañana.   

La elevada marca de inflación de septiembre que el Indec dio a conocer la semana pasada no fue seguida por un endurecimiento de la política monetaria, como reclaman varios economistas para que el Banco Central logre acercar las expectativas inflacionarias a la meta de 2018 del 10% más/menos 2% anual. Es que pese a la elevada tasa de interés, la cantidad de dinero circulante continúa en expansión.

"En todo caso la señal de tasa puede venir por el lado de la tasa de referencia después de las elecciones. Si (el Banco Central) quiere mantener la credibilidad, ahí va a tener la oportunidad para anclar las expectativas de inflación sin sacarle oxígeno a la recuperación", dijo a LPO Federico Furiase, director de Estudio Bein/Eco Go y profesor de la UTDT.

Mientras que la Lebac a 28 días volvió a concentrar la mayor parte de los vencimientos, con el 53,95% del total, el grueso de las ofertas rechazadas se concentraron en los plazos más largos, donde Federico Sturzenegger decidió no convalidar tasas más elevadas como las que se operaron en las últimas jornadas en el mercado secundario.

Es que, de cualquier modo, Sturzenegger encuentra que la "aspiradora de pesos" en el mercado secundario le permite revertir las expansiones de la licitación primaria sin necesidad de subir la tasa de interés. De hecho, con la decisión de subir solo las tasas de largo plazo de la licitación anterior consiguió estirar vencimientos y que en esta licitación estuviera en juego el 43% de la base monetaria frente a porcentajes arriba del 60% de las licitaciones previas.

Y aunque el Banco Central no haya respondido en esta ocasión a la suba de la inflación, que de haber bajado al 21,3% interanual en junio -cuando todavía estaban a 3,3 puntos porcentuales de la meta de 2017 del 17%- al 23,8% de septiembre, el mercado sí reaccionó y mostró sus expectativas de suba de tasas. Esta vez más de la mitad de las ofertas fueron a la Lebac de 28 días, siete puntos por arriba de la licitación anterior.

"Para que la base monetaria neta de encajes crezca en octubre en la zona de 20% anual, tendría que registrar una caída de 8,7% respecto del promedio de septiembre, equivalente a $57.400 millones (en torno a lo que se expande en una licitación primaria), sendero que requeriría una tasa más alta teniendo en cuenta la expansión por la compra de dólares al tesoro y la expansión del crédito", explicó Furiase.

Y aunque una parte de la expansión de la base monetaria se explica por el crecimiento de la demanda de dinero, que neutraliza la presión inflacionaria de la expansión monetaria, para Furiase es "clave que el Banco Central refuerce su credibilidad a través del instrumento de la tasa y la comunicación para anclar las expectativas de inflación en un contexto donde la clase media está indexando a ritmo acelerado sus deudas de largo plazo (hipotecas) a la inflación".