En los medios

La Nación
16/08/17

La gestión del talento: los días finales de los recursos humanos

Los profesores de la Escuela de Negocios explican cómo cada vez más compañías están rebautizando su división de manejo de los empleados con nuevos términos centrados en las personas

Por Eugenio Marchiori y Andrés Hatum
Adaptación de un chiste que circula por Internet: Un día Silvia -directora de recursos humanos de una conocida empresa- muere y llega a las puertas del Paraíso. La recibe San Pedro, que, luego de darle la bienvenida, le explica: "Como no es habitual que alguien responsable de RR.HH. llegue hasta este punto, existe un proceso de ingreso especial que tendrás que cumplir. Es muy sencillo, sólo deberás pasar un día en el infierno y otro día en el cielo y luego elegir dónde vivirás durante la eternidad". Sin haber comprendido del todo por qué se le asignaba un procedimiento especial y a pesar de su preferencia inicial por el Edén, Silvia aceptó las condiciones de ingreso. Sin más, el responsable de las llaves del cielo la guía hasta un ascensor directo al averno.

Cuando desciende la sorpresa de la directora de RR.HH. es mayúscula. Al llegar al infierno un caddie la acompaña hasta el hoyo 1 de un campo de golf increíble. El pasto es de un verde pocas veces visto y el clima es perfecto para practicar el deporte que había servido de plataforma para su crecimiento profesional. En el hoyo 19 brinda con champán francés -de una cosecha agotada en la Tierra- y regresa al Paraíso para cumplir la segunda parte del proceso de admisión.

El día en el cielo también es maravilloso. Unos ángeles le enseñan a tocar el arpa mientras flota entre las nubes. A pesar de la altura, el aire es estimulante y puede disfrutar de una perspectiva de la Tierra como no había tenido jamás ni el más veterano de los astronautas. A pesar de todo, Silvia extraña los cuidados greens y fairways del averno. Al caer la noche San Pedro le pregunta cuál es su elección. Luego de titubear un instante contestó: "Aunque el cielo es divino, prefiero el infierno".

Cuando baja del ascensor por segunda vez se encuentra con un paisaje desolador: dónde estaba la cancha hay un baldío cubierto de basura, el calor es abrasador y el club house se había transformado en una horrible tapera. "No entiendo, ayer aquí había un campo de golf maravilloso y hoy me encuentro en este basurero...". ""Ayer era el día de reclutamiento, hoy ya eres otro recurso humano de mi empresa", responde Lucifer.

El término "recursos humanos" se atribuye al economista John Commons, quien lo acuñó en 1893, Se impuso durante principios del siglo XX cuando regía el paradigma instaurado por Henry Ford y Frederick Taylor. El modelo cosificaba a la gente que era considerara un activo más. Los empleados eran un recurso similar al capital o las materias primas. En síntesis, colocar en una misma expresión "recursos" y "humanos" es un oxímoron.

Muchas cosas han cambiado desde los tiempos de Ford y de Taylor, pero sigue predominando el término "recurso" para referirse a personas de la organización. Tal vez ésta sea la causa por la cual una investigación de Gallup -una encuestadora- descubrió que sólo el 13% de los empleados a nivel mundial están auténticamente comprometidos con las empresas para las que trabajan.

Jacob Morgan -escritor y periodista de la revista Forbes- explica que muchas compañías están dejando de usar el término "recurso" para aplicar otros más centrados en las personas. Para el autor, pensar en los empleados como un "activo" es una antigüedad. Por eso, desde hace varios años, muchas empresas comenzaron a utilizar títulos como "vicepresidente de operación de personas", "gerente de talento" y otros similares. Por ejemplo, en Cisco ahora se denomina Chief People Officer (director de personas); Lazlo Bock, de Google, es SVP of People Operations (vicepresidente de operación de personas) y Susan Chambers es EVP of the Global People Division (vicepresidente de la división global de personas) en Walmart.

No es suficiente aplicar el eufemismo de "activo más importante" cuando se menciona a los que colaboran en el progreso de una organización; el cambio debe darse en sus valores fundamentales. Seguir considerando "recursos" a sus miembros sólo sirve para ensanchar la brecha entre los directivos y su gente. El lenguaje es nuestra manera de describir el mundo, pero también sirve para crearlo. Si la tendencia se mantiene podremos ser optimistas.

La evolución corporativa

Paradigma inicial: El término "recursos humanos" surgió hace más de 120 años en el mundo empresario, bajo la idea de que los empleados constituían un recurso similar al capital, las máquinas, las materias primas u otro tipo de engranajes de la línea de producción dentro de la fábrica.

Cambio de nombre: En el último tiempo muchas compañías están abandonando el uso del término "recursos humanos" y su reemplazo por otros conceptos y posiciones como "director de personas" o "gerente de talento".