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Ámbito Financiero
16/08/17

Menos lugar para mujeres en empresas

Según un estudio global, en Argentina bajó un 3% la cantidad de compañías con liderazgo femenino y es récord el número de organizaciones sin mujeres al mando. No obstante, María José Sucarrat, directora ejecutiva R.E.D. de Empresas por la Diversidad de la UTDT explica que "la base de pirámide organizacional creció y los mandos medios van a seguir ganando cada vez más lugar"

Por Diego González
El rol de la mujer en las empresas es un tema debatido desde hace años por las organizaciones, sin embargo su participación en cargos directivos está muy lejos de la paridad. A nivel global se alcanzó un máximo histórico de 25% aunque se ingresó en un período amesetamiento. En Argentina, el panorama es menos alentador, cayó 3% el liderazgo femenino.

Un estudio global de Grant Thornton revela que uno de cada cuatro puestos directivos está ocupado por una mujer y que un 34% de empresas en el mundo no tienen mujeres en la alta dirección, sin embargo, aclara que en 13 años el crecimiento femenino fue de solo 6%. 

En América Latina, el 20% de los puestos directivos están ocupados por mujeres. La ecuación en Argentina es negativa, en un año la proporción de empresas con participación de mujeres en la alta dirección bajó del 18% al 15% y se alcanzó un récord de 53% en empresas sin mujeres liderando. "En el país contamos con sucursales de empresas extranjeras en las que hay mujeres en la alta dirección, pero existen muchas empresas familiares que suelen estar dirigidas por hombres", explica Arnaldo Hasenclever, socio director de Grand Tornthon Argentina. 

"No solo está bajando en la Argentina, es una tendencia global", sentencia Gabriela Terminnielli, co-chair de WCD Argentina, una red global que agrupa mujeres directivas influyentes de 75 países y sostiene que el principal factor para el cambio es cultural por lo que la evolución será lenta, "el gran cambio va a venir con las mujeres que hoy tienen 22 años, son las que van a comenzar a jugar en un escenario diferente al actual", completa.

Helena Estrada, coordinadora del Centro de desarrollo económico de la Mujer del Ministerio de Producción, no se arriesga a dar una evaluación sobre esta merma en la participación local y destaca que "es mejor que quede esta inquietud" para buscar más datos nacionales. Además destaca que aún faltan indicadores sobre cuáles son las verdaderas barreras por lo que las mujeres no llegan a escalar más posiciones. 

ESCALA

El reporte se basó en encuestas a más de 5.500 directivos en 36 economías. Y contrario a lo pensado, los países más desarrollados no están al tope de liderazgo femenino. Los mejores resultados se observaron en Rusia (47%), Indonesia (46%), Estonia (40%), Polonia (40%) y Filipinas (40%). 

El análisis destaca que las regiones en desarrollo lideran los rankings de diversidad y que las economías desarrolladas están quedando rezagadas. Europa del Este obtuvo el mejor desempeño con un 38% de puestos directivos femeninos y México, Indonesia, Nigeria y Turquía fueron los que más crecieron a tasas de 4%. En la base de la nómina están Japón (7%), Argentina (15%), India (17%), Alemania (18%), Brasil (19%) y Reino Unido (19%). "Si la tendencia se mantiene, se estima que no alcanzaremos la paridad de género hasta 2060", cita el informe.

PARTICIPACIÓN

Una de las estrategias para acrecentar el número de mujeres en lo más alto de las empresas es a través de las cuotas de participación en los directorios. Las opiniones están divididas pues muchas consideran que ser elegidas por un cupo va en detrimento de su capacidad. "Si el liderazgo está comprometido no hace falta poner un cupo fijo", apunta Estrada y propone fijar la cuota como un objetivo y no una obligación. Para Terminnielli las cuotas sirven como aceleradores y desafía: "Si vamos a esperar que la cultura sola genere el cambio, vamos a estar 100 años". En concordancia, María José Sucarrat, directora ejecutiva R.E.D. de Empresas por la Diversidad de la Universidad Torcuato Di Tella, se muestra a favor del cupo pero apunta que debe ser acompañado "con un set de políticas adecuadas" para apresurar el proceso. Solo un puñado de países desarrollados tiene este tipo de normas, y aunque parezca lejano, en Argentina se está debatiendo y es parte de la agenda de diversidad. 

Pese al dato negativo del informe, hay optimismo entre las consultadas. "La base de pirámide organizacional creció y los mandos medios van a seguir ganando cada vez más lugar", concluye Sucarrat.