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El Cronista
27/06/17

Caída de tasa a 10 años americana beneficia a bonos locales

Según el profesor de la Maestría en Finanzas, "la cautela que han mostrado los inversores en Wall Street que los ha llevado a buscar refugio en la deuda se trasladó positivamente a los bonos locales en dólares de mediano y largo plazo"

Por Julián Yosovitch
La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) ha mantenido su política monetaria restrictiva a lo largo de 2017, elevando la tasa de interés en dos oportunidades, acumulando ya cuatro subas desde el inicio del proceso, pasando de niveles de 0,25% a 1,25% actualmente y el consenso de analistas aún espera una suba más este año. La tasa a 10 años del bono del tesoro americano ha pasado de niveles de 2,62% en diciembre de 2016 a los actuales valores de 2,12%, perdiendo 50 puntos básicos en dicho periodo. Es más, a contramano de lo que se podría esperar, cada suba de tasas generó una profundización del ajuste en esta tasa, que actualmente se ubica en los mínimos del año.

Pero la cautela que han mostrado los inversores en Wall Street apoyada en la amenaza de una corrección en el mercado de acciones que los ha llevado a buscar refugio en la deuda se trasladó positivamente a los bonos locales en dólares de mediano y largo plazo con bajas de entre 75 y 100 puntos básicos en los rendimientos de la renta fija local.

El interrogante que se dispara a partir de la situación actual de la tasa a 10 años frente a un escenario de suba de tasas es: ¿qué significa que esté en niveles tan bajos dentro de un contexto de endurecimiento monetario? ¿Por qué el mercado convalida niveles de tasa de 10 años tan bajos?

Sin ir más lejos, el último proceso de “tightening” en el que la Fed rate pasó de 1% a 5,25%, la tasa a 10 años también acompañó la suba de tasas devolviendo un rally de 120 puntos básicos (desde 3,9% a 5,2%). Yendo un poco más atrás en la historia, el ajuste monetario de 1998-2000, en la que la Fed llevo a la tasa de 4,75% a 6,5%, el interés a 10 años también fue de la mano con subas de 260 puntos básicos. En ambos casos, el mercado americano estaba en pleno bull market y la finalización del proceso de suba de tasas llevó al estallido de una crisis financiera. El estallido de la crisis sub-prime al final del tightening de 2007 y la burbuja puntocom en el año 2000. Entonces, ¿por qué se da esta divergencia en la actualidad?

Esta disociación puede darse por la expectativa de que una corrección es inminente en el mercado accionario americano y los capitales han preferido posicionarse en activos de cobertura de antemano. Es decir, compran bonos del Tesoro (típico activo de cobertura) por posible ajuste en las acciones y eso empuja más abajo al rendimiento a 10 años americano. El mercado puede estar sospechando que, a diferencia de otros procesos de suba anteriores, la tendencia alcista está agotada y que una toma de ganancias puede generar un incremento de la volatilidad.

Este escenario de posible cautela le ha venido como anillo al dedo a los bonos de emergentes en general y de argentina en particular. Desde marzo de 2017 el bonar 46 ha logrado comprimir 75 puntos básicos de spread, subiendo 9,1% a valores actuales. Actualmente rinde 7% y en marzo rendía 7,75%. Por su parte, el bonar 2026 ha comprimido spreads cerca de 100 puntos básicos, rindiendo actualmente 5,92% desde los 6,9% en marzo pasado.