Casi como una lectura obligada, empresarios, profesionales y referentes de los sectores del transporte y la logística se enfrentan mes tras mes a las cifras resultantes de los índices que sirven como referencia para comprender la evolución de los costos de la actividad.

Hoy, hay dos entidades que ofrecen indicadores específicos. El Departamento de Estudios Económicos de la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeeac) elabora el índice de Costos del sector del autotransporte de cargas, que es homologado por la Escuela de Negocios de la Universidad Di Tella.

Por su parte, la Cámara Empresaria de Operadores Logísticos (Cedol) elabora cuatro índices: Costo Logístico con Transporte; Sin Costo de Transporte; Costos de Distribución Urbana, Con Acompañante y el otro en la versión Sin Acompañante. Todos ellos verificados por la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), a través de su Centro Tecnológico de Transporte, Tránsito y Seguridad Vial (C3T).

El índice sectorial de Fadeeac, en términos generales, está conformado por 11 rubros, del que combustible y personal son los que mayor incidencia tienen. Además, figuran lubricantes, neumáticos, material rodante, reparaciones y seguros. En los últimos años, aclaró Emilio Felcman, director del Departamento de Estudios Económicos de Fadeeac, "gastos generales, costos financieros y peajes fueron rubros con fuertes incrementos". "En contextos de mayor inflación, siempre recomendamos poner una lupa sobre este tema. Hay que hacerlo de forma permanente para ver la evolución de los costos y de las tarifas", opinó.

Nicolás Merener, decano de la Escuela de Negocios de la Universidad Di Tella, comentó que "los costos de esta actividad dependen de una serie de insumos. Para hacer ese índice final, que es un promedio del costo de transporte de distintos recorridos, se necesitan todos esos insumos, que son los ingredientes básicos y que se toman cada mes de una serie de organizaciones, mercados o ámbitos".

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El académico observó que "la construcción del cálculo del costo propiamente dicho depende del íntimo conocimiento que Fadeeac tiene de la industria". El soporte técnico la Universidad Di Telia consiste en la validación de la evolución mensual estadística del índice d^l transporte de cargas. Desde abril de 2015, esa casa de estudios certifica de forma metodológica el análisis estadístico, lo que para Felcman le ha dado "una mayor consistencia a la hora de posicionarse en el mercado como una referencia, teniendo en cuenta el prestigio de la Universidad".

Por su parte, el director técnico de Cedol, Carlos Musante, dijo que la actualización de los indicadores debe ser transparente y ejemplificó: "Mano de obra se mueve por el convenio con Camioneros; el gasoil, por información que nos da YPF del valor promedio del país; los autoelevadores tienen como fuente a tres empresas que los alquilan. Lo mismo hacemos con los pallets y con todo. Lo que se mide no es un costo, sino una evolución de costos".

"Estos indicadores son hijos de la necesidad", aseveró Juan Martín Picciriello, de la UTN. "Homologar quiere decir que hay una continuidad en el tiempo y en la forma de cálculo, y que el indicador se actualiza de la forma que está pautada. Lo que se hace mensualmente es la actualización de los distintos drivers del índice, en base a lo que está acordado de antemano. Esto no quita que, producto de la evolución natural de las cosas, haya que hacer alguna revisión", aclaró.

Picciriello destacó que el índice de Cedol le puede servir a un logista para ponefal día "los contratos con sus clientes. El objetivo de Cedol es tener datos creíbles. Al estar homologados por la UTN se refuerza esa credibilidad".

En esa misma línea, Musante dijo que "aproximadamente el 40% de los contratos de logística tienen la fórmula de Cedol incluida. Todos los contratos (modelos de operaciones) son diferentes. Por eso es tan importante tener un indicador global".

En opinión de Merener, "lo que Fadeeac intenta, y creo que lo logra con el apoyo de la Universidad, es proveer en este contexto de incertidumbre de costos y precios que van fluctuando, una referencia confiable, cuya construcción es puramente científica y sirve para una negociación, planeamientos futuros o generación de presupuestos. Eso es muy importante".

Musante recordó que por 2002, "cuando fue la gran devaluación, en Cedol resolvimos hacer algo porque sino sería dramático hablar con cada cliente. Nos reunimos siete empresas de la Cámara y armamos una operación tipo. Sumamos los índices cuadrados, la energía eléctrica, los autoelevadores, entre otros datos. Lo fusionamos con el indicador de Fadeeac y así quedó un índice que se llama Cedol con costo de transporte. A partir de ahí. hicimos otro que sólo es para los costos logísticos".

"Hace dos años nos dimos cuenta de que había una parte que no cubríamos, que es el abastecimiento a la Capital. Entonces, se creó el índice Costos de Distribución Urbana, con acompañante y sin acompañante", recordó.

Picciriello especificó que estos análisis estadísticos surgieron por una necesidad de Cedol, ya que el transporte de distribución urbana posee características específicas y distintas al de larga distancia. "En una misma cantidad de horas está más tiempo detenido, tiene un menor consumo de combustible y una mayor incidencia de mano de obra."