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4/08/12
Brasil y Chile, dos vecinos muy distintos
Dos mercados claves: Dilma Rousseff y Sebastián Piñera enfrentan realidades económicas diferentes: mientras Brasil trata de evitar la recesión y devalúa el real, Chile no tiene que mover la tasa de interés ni el peso. El impacto en la Argentina.:
Los argentinos estamos sumergidos en tantos problemas que, por mirarnos el ombligo, probablemente no nos damos cuenta de que nuestros vecinos más inmediatos están viviendo circunstancias tan diferentes que los convierten, de alguna manera, en países ricos o en países pobres.
Brasil, el gigante de Sudamérica y sexta economía del mundo, se lleva el 21% de las exportaciones argentinas.
Está viviendo un momento complicado, con crecimiento en retroceso y una inflación que llegó el año pasado al 8% anual, pero que ahora se enfrió en la zona del 5%. Para evitar la recesión, la presidenta Dilma Rousseff bajó la tasa de interés básica del 12,5 al 8% anual, y le puso impuestos a los capitales golondrina. Con esas medidas, terminó con el ciclo de revaluación del real brasileño que encabezó Lula da Silva. En apenas doce meses, Dilminha subió el precio del dólar el 31%, devaluando en masa todos los valores brasileños, y complicando severamente a las exportaciones argentinas.
El tamaño de Chile es menor: ocupa el puesto 37 en el ranking mundial de países según su PBI, nueve veces más chico que Brasil. Pero, atención: los chilenos se llevan el 6% de las exportaciones argentinas. Amparados por el paraguas del cobre, que está viviendo precios casi tan altos como la soja, está logrando una economía bastante más consistente que los brasileños.
Su inflación se mantiene a raya, en el 3% anual. Su tasa de interés está quieta en el 5% anual. Y su nivel de crecimiento se desaceleró algo con la crisis europea, pero muy por debajo de los descensos que sufren Argentina y Brasil. Y el dato probablemente más interesante es que, mientras Brasil devalúa contundentemente su moneda, Chile la aprecia, convirtiéndola en la moneda con mejor evolución en 2012. De hecho, en lo que va de este año el real brasileño es la moneda del mundo que más cae y el peso chileno es la moneda que más sube.
"En este movimiento sobresale que el real es mucho más volátil que el peso chileno, reflejando que en Brasil el tipo de cambio (y la tasa de interés) es utilizado como herramienta anti cíclica en forma más marcada que en Chile, que tiene el fondo anticíclico del cobre que le permite no tener que recurrir a movimientos tan fuertes de tipo de cambio y de tasa de referencia para amortiguar el ciclo negativo", evaluó Diego Giacomini, economista jefe de Economía & Regiones.
SUBE Y BAJA: Para Lorenzo Sigaut Gravina, economista jefe de Ecolatina, "el peso chileno sube y el real brasileño cae no porque uno sea rico y otro sea pobre sino por decisiones de política económica". Y precisó que "Rousseff decidió cambiar la política económica que le dio tantos resultados a Lula y, en un contexto de estancamiento económico, bajó el costo del financiamiento interno e introdujo estímulos para reactivar la actividad y mejorar la competitividad cambiaria, llevando el tipo de cambio de 1,54 a 2,04 reales".
"En realidad –advirtió Pablo Schiaffino, profesor en la Universidad Di Tella– Brasil está al borde de la recesión y todas sus medidas apuntan a una política fiscal y monetaria más expansivas, aplicando una devaluación competitiva. Chile hace fluctuar su moneda en relación al precio del cobre, que subió en los últimos tiempos, como ocurrió con muchas materias, y la respuesta tiende a ser una baja en su tipo de cambio".
Agostina Nieves, analista de Puente, indica que "el real se depreció tanto y el peso chileno se apreció de manera consistente como un reflejo de sus ciclos. Brasil crecerá poco (2,5%, el menor de la región), y su Banco Central está actuando con rapidez para estimular el crecimiento. En Chile, en cambio, los indicadores de actividad se desaceleraron pero continúan creciendo: este año crecerá 5%, entre los mayores de la región, por lo que su Banco Central se siente cómodo con el actual nivel de tasas de interés".
Con otro enfoque, Enesto dos Santos, research de BBVA, dice que "más que hablar de país rico o pobre, yo hablaría de vecino interventor y nointerventor.
La debilidad del real está relacionada con las intervenciones en el mercado de cambio, en línea con el deseo de su Gobierno. Esto contrasta con la estrategia chilena, donde casi no hay intervenciones cambiarias".
Según Pablo Agustín Lavigne, economista de la Fundación Pensar, "la crisis mundial no afectó a todos los países del mismo modo. Chile crece a tasas elevadas y Brasil casi no crece.
Por eso, las necesidades de estímulos son diferentes. La depreciación del real impacta en Argentina y ha generado preocupación tanto entre los industriales como en las economías regionales".
Luis Varela
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La pregunta del millón
Qué harán con el dólar
E l economista Lorenzo Sigaut Gravina recordó que "recientemente el Banco Central de Brasil vendió reservas para evitar que el dólar supere los 2,10 reales, lo que sugiere que está cómodo con una paridad de 2 reales, por lo que no esperamos mayores cambios. En cuanto al peso chileno esperamos que flote en función del contexto internacional. Si el precio del cobre se mantiene elevado, es posible que la cotización mantenga su fortaleza.
Si la economía internacional se frena, lo más probable es que el peso chileno se deprecie". No todos coinciden con esa proyección. Andrés Cardenal, economista de Sala de Inversión, cree que "a largo plazo Brasil es sólido según sus números fundamentales, pero en los próximos meses esperaría que el real se mantenga volátil, lo cual no es favorable para Argentina".
Hace pocos días el máximo representante de la industria de maquinaria pesada de Brasil, Luiz Aubert Neto, reclamó "que la tasa de cambio debería estar en 2,40/2,50 reales por dólar". Si eso se cumple, las condiciones de las exportaciones industriales argentinas enfrentarán un momento muy duro.
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situación. El cobre se mantiene en un nivel tan alto como la soja y eso explica la tranquilidad chilena.